Mikawa tuvo gran suerte cuando se
acercó a la isla de Savo. A las 23:12 h., envió cuatro hidroaviones con el fin
de proporcionar información sobre el despliegue aliado y también para iluminar
los blancos en el momento oportuno. Si bien la presencia de estos aviones por
encima de las naves aliadas, fue identificada correctamente como hidroaviones
de crucero, fracasó a la hora de a los comandantes aliados. A Las 24:00 h.,
Mikawa ordenó situar los buques en sus puestos de combate y aumentar la
velocidad hasta los 26 nudos. La primera nave aliada que se avistó fue el
destructor de piquete Blue navegando
al sudoeste de la isla de Savo. Vigías en la proa de la nave japonesa, Chokai, divisaron el barco americano a
más de cinco millas a las 00:50 h. No era la primera vez que las habilidades
ópticas japonesas resultarían superiores a las ventajas electrónicas
americanas. Mikawa hábilmente disminuyó su velocidad para reducir su estela y
el Blue navegó más lejos, hacia al
sur.
Los observadores del Chokai permanecieron alerta cuando a las
01:34 h. observaron al destructor Jarvis tal
y como salía de la zona tras haber sido dañado por los ataques aéreos
anteriores. Sólo dos minutos más tarde, los mismos vigías avistaron tres
"cruceros" a unas seis millas. Eran las confiadas naves del Grupo Sur.
La batalla comenzó a las 01:38 h. cuando el Chokai
disparó cuatro torpedos hacia el Canberra;
todos fallaron. Chokai abrió fuego
sobre el Canberra a las 01:43 h. En
pocos minutos, los cruceros Furutaka,
Aoba y Kako se unió al ataque del Chokai;
en esos momentos el Grupo Sur de cruceros aliados se hallaba iluminado por las
bengalas lanzadas por los hidroaviones japoneses.
El Canberra quedó fuera de combate por los 24 impactos que recibió en
pocos minutos de batalla. Su capitán fue mortalmente herido, y rápidamente
perdió velocidad, y un impacto por debajo de la línea de flotación produjo que
el barco escorase a estribor de forma severa. Afortunadamente para los aliados,
todos los 11 torpedos disparados contra el crucero australiano fallaron. El
otro crucero pesado del Grupo Sur, el Chicago,
respondió al ataque de forma ineficaz. Su tripulación fue incapaz de comprender
que la maniobra repentina del Canberra
significaba que ya estaba siendo atacado. A las 01:47 h., un torpedo del Kako golpeó al crucero en su proa por
estribor. Un segundo torpedo impactó a popa en la sala de máquinas, pero no
explotó. El Chicago no pudo encontrar
ningún objetivo para ser bombardeado desde su batería principal, pero se
enfrentó al Tenryu con sus cañones de
5 pulgadas, probablemente anotando un impacto que causó muchas bajas en la nave
nipona. El Chicago continuó su rumbo
hacia el oeste y pronto salió del combate. Inexplicablemente, su capitán no
envió ningún informe de esta acción. También se negó a dar órdenes a sus dos
destructores. El destructor Patterson
estaba enfrentándose por lo menos con tres cruceros japoneses con disparos de
artillería, pero fue dañado por los disparos de respuesta y le fue ordenado
salir del combate a las 02:10 h. De todas las naves aliadas presentes, el
destructor Patterson fue la que
estuvo más alerta y también la que mejor .se enfrentó al enemigo. El destructor
Bagley lanzó un ineficaz ataque con
torpedos para luego dirigirse al oeste. En tan sólo siete minutos, los cruceros
de Mikawa habían neutralizado el grupo meridional. Ninguna de las naves del Grupo
Sur tuvo la molestia de informar sobre los acontecimientos.
Batalla de la Isla de Savo: fase II
El Grupo Norte, bajo el mando del
capitán del crucero Vincennes, permaneció ajeno a la presencia de la fuerza de
Mikawa. Durante el enfrentamiento con el Grupo Sur, las fuerzas japonesas se
habían dividido en dos columnas separadas. Mas hacia el este estaba el Chokai al frente más el Aoba, Kako y Kinugasa; la columna
occidental incluía al Yubari, Tenryu y
Furutaka. El único japonés destructor, Yunagi,
estaba afanosamente involucrado en un duelo de artillería esporádico con el Jarvis al sur de la isla de Savo.
Previamente, los magníficos
vigías del Chokai habían descubierto
a las 01:38 h. uno de los cruceros del Grupo Norte, el Vincennes, a la impresionante distancia de nueve millas. Siguiendo el
plan de batalla, Mikawa giró hacia el norte para atacar el segundo grupo de
naves enemigas. Utilizando la misma táctica que había diezmando el Grupo Sur,
los cruceros japoneses atacaron primero con torpedos y acabaron después con
fuego de cañón. A las 01:48 h., el Chokai
lanzó cuatro torpedos sobre el Vincennes
a unas seis millas. Una vez más, las naves americanas fueron sorprendidas
completamente. A las 01:50 h., los tres cruceros del Grupo Norte fueron
iluminados por potentes reflectores japoneses. Con esta iluminación, los
cruceros japoneses encontraron rápidamente sus objetivos. El Chokai iluminó el Astoria a 7.700 yardas; el Aoba
encontró al Quincy a 9.200 yardas y
el Kako resaltó en la oscuridad al Vincennes a 10.500 yardas. Las naves
americanas quedaron atrapadas con sus armas principales apuntando a proa y popa
y los japoneses podrían ver las tripulaciones enemigas corriendo sobre sus
cubiertas.
La habilidad y el entrenamiento
de los artilleros de los cruceros japoneses fueron exhibidas una vez más
minuciosamente. El Aoba y el Kako se anotaron éxitos en su tercera
salva y el Chokai aceró en su quinto intento. El crucero pesado Quincy rápidamente quedó inmóvil., pero
la nave estadounidense murió peleando. Las primeras salvas del Aoba causaron incendios agravados por
los propios hidroaviones del Quincy que ardieron rápidamente así como los
impactos sobre el puente de la nave. Pronto, Aoba, Furutaka y Tenryu estaban arrojando fuego sobre el Quincy. El crucero norteamericano pudo
salir del enfrentamiento con las tres naves niponas antes de ser obligado a
quedarse fuera de combate. El Aoba y
el Tenryu atacaron al Quincy con tres torpedos mas que se añadieron
a la carnicería. Todo ello, combinado con los 54 impactos de granadas de
distinto calibre fue suficiente para asegurar la destrucción de Quincy, con la pérdida de 370 integrantes
de la tripulación. El crucero fue la primera nave hundirse durante la batalla,
a las 02:38 h, convirtiéndose en la primera nave en desaparecer dentro del Iron
Bottom Sound. A cambio, el Quincy infligió el único daño
significativo a los japoneses durante la batalla cuando impactó dos rondas de
proyectiles de 8 pulgadas en la sala de mapas del puente del Chokai, donde por
suerte para los japoneses no se encontraban ni Mikawa ni su Estado Mayor. Se
produjeron treinta y seis hombres bajas entre muertos y heridos.
Aun estando bajo el fuego del Kako, el crucero Vincennes rápidamente encontró en el Kinugasa un blanco para sus cañones de 8 pulgadas impactándolo en
su segunda salva. El crucero Kako
rápidamente comenzó a cañonear con acierto el Vincennes gracias a los fogonazos del propio crucero estadounidense
así como los incendios otra vez de sus hidroaviones de observación. Tal y como
el capitán de Vincennes intentó
maniobrar radicalmente, sufrió un impacto de un torpedo lanzado por el Chokai a las 01:55 h. Otro torpedo, esta
vez proveniente del Yubari, explotó a
las 02.03 h. El Chokai continuó
cañoneando al crucero inmóvil y aproximadamente 74 proyectiles cayeron sobre el
buque. La nave fue abandonada a las 02:30 h. para hundirse posteriormente a las
02:58 h. Un total de 332 tripulantes murieron.
La reacción del Astoria ante el repentino ataque japonés
refleja la confusión general de todo el Grupo Norte. El oficial de artillería
de la nave ordenó rápidamente que sus cañones de 8 pulgadas se enfrentasen al
enemigo después de que su barco fuese atacado por el Chokai,
en cambio el capitán de la nave ordenó a cesar el fuego después de llegar al
puente y pensar que estaba siendo atacado por naves aliadas. El certero fuego
del Chokai puso fuera de servicio dos
de las tres torres de 8 pulgadas del Astoria,
pero el crucero de la US Navy fue capaz de disparar 53 proyectiles de 8
pulgadas antes que todos sus cañones fueran destruidos. Los disparos del Aoba, Kinugasa y Kako remataron al Astoria ya que fue alcanzado entre 34 y
63 impactos. Se hundió con 216 de su tripulación.
La última acción de la noche
ocurrió cuando la fuerza japonesa se retiraba al norte de la isla de Savo. A
las 02:16 h., el Tenryu y Furutaka se
enfrentaron con el destructor Ralph
Talbot que seguía patrullando al norte de la isla de Savo. En el primer
intercambio, los japoneses solo impactaron una única vez. Minutos más tarde, el
Yubari había iluminado el destructor
y rápidamente cayeron sobre él cinco proyectiles. El Ralph Talbot se salvó por un vendaval de lluvia que obligó a la
fuerza japonesa continuar su trayecto hacia el noroeste.
Continúa en Batalla de la isla de Savo III
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