Condiciones meteorológicas en el frente
asiático; una perspectiva general.
De la misma manera que a lo largo
de la Historia las operaciones militares se han visto afectadas de forma
considerable por las condiciones meteorológicas, durante la Segunda Guerra
Mundial este aspecto siguió jugando un papel primordial. No es extraño que
vengan a la memoria escenas de tanques y vehículos atascados en el barro ruso
tras el deshielo primaveral, o tormentas de arena en el desierto norteafricano,
sin embargo en este articulo, se intentara dar una visión general del
"tiempo" que sufrieron los combatientes en el teatro de operaciones
asiático.
Tiendas de campaña inundada por las lluvias del monzón. imagen repetida en innumerables islas del Pacifico
Tipos climáticos.
Los modelos meteorológicos
regionales a gran escala en el frente asiático solamente eran más o menos
previsibles cuando se consideraban a largo plazo. La variabilidad con escaso
plazo de tiempo únicamente se podía predecir sobre la base de las observaciones
científicas suministradas por una eficaz red de estaciones meteorológicas. En
tiempos de paz, esta información era
compartida internacionalmente, en tiempos de guerra, como es lógico , los datos
de las estaciones meteorológicas situadas en territorio enemigo ya no estaban
disponibles. Ambos bandos intentaron conseguir información de mas allá del territorio
controlado, para ello utilizaron submarinos como instrumentos de observación
meteorológica ya que aparte de su función intrínsecamente militar podían operar
en territorio controlado por el enemigo sin ser descubiertos. La Marina de los
estados Unidos también destinó un número significativo de fragatas como buques
meteorológicos y así mismo, aprovechando la relaciones amistosas con la URSS,
estableció una estación en Mongolia con la finalidad de proporcionar
información meteorológica para toda el área de Asia Central. Los vecinos chinos
llevaron a cabo una labor de guardia contra las tropas japonesas para evitar el
desmantelamiento de dicha estación.
Las características del clima de
una región dependen de la latitud y de la geografía. En la parte más septentrional
de la cuenca del Pacífico, cerca de las Kuriles y las Aleutianas , el aire caliente de la corriente de Kuroshio, el
equivalente del Pacífico de la corriente del Golfo, choca con el aire frío
proveniente del mar de Bering y Siberia produciendo un frente de tormentas
generalizado que afecta al territorio casi todos los día del año.
Más al sur rondando los 45° de latitud, más o
menos en la parte septentrional de Japón y a la altura de Seattle, el clima
está dominado por los vientos del oeste. Las tormentas son relativamente
infrecuentes en esta latitud en el Pacífico. Sobre el continente, durante los
meses de invierno, el frente de tormentas septentrional se desplaza más al sur,
y las tormentas de invierno se producen casi todos los días. Durante el verano,
ese frente se desplaza hacia el norte, y el clima es mucho más tranquilo.
Todavía más al sur, en el
paralelo 30° de latitud, más o menos a la altura de San Diego, existe un frente
seco, a veces conocido como latitudes del caballo, donde los vientos son muy
suaves y lluvias muy escasas. Esto latitud corresponde a la mayoría de las
regiones desérticas del hemisferio norte.
En latitudes de 15°,
características de las Filipinas o de Hawái, el clima está dominado por los
vientos alisios del noreste. Esta es la latitud donde la mayoría de los
ciclones tropicales alcanzan su máxima expresión.
A una latitud de 5° (en verano),
se encuentra la Zona de Convergencia Intertropical, conocido a veces como la
inactividad. La ZCIT es una región de cielos cubiertos y ligeros vientos de
superficie, exceptuando episodios de tormentas imponentes, que producen fuertes
vientos locales. Esta región se desplaza más hacia al Ecuador durante el
invierno en el hemisferio norte. Está situada justo al norte de las Islas
Salomón y Nueva Guinea y fue una zona que aterrorizó a los aviadores de ambos
bandos, debido al peligroso clima tan
variable.
En el Hemisferio Sur, los modelos
climáticos son casi un reflejo de aquellos que se producen en el Hemisferio Norte.
Las grandes superficies
terrestres tienen un fuerte efecto perturbador en estas zonas climáticas. el fenómeno
meteorológico mas influyente es el monzón, que domina los tipos climáticos en
Asia meridional y sudoriental. Las montañas de los Andes de América del Sur
tienden a realzar el cinturón seco de las latitudes del caballo del Hemisferio
Sur, y fotos de satélite moderno muestran una alargada zona seca larga
triangular, que se extiende desde el desierto de Atacama de América del
Sur hacia el oeste sobre el Pacífico.
Las tormentas orogénicas son
tormentas que se forman en las montañas debido a la calentamiento por parte del
sol de sus laderas superiores. asimismo tienden a formarse tempestades en medio
del Océano Pacifico.
Navios norteamericanos enmedio de una tormenta.
Efectos
Los efectos climáticos a menudo
determinaron si las operaciones podrían llevarse a cabo. El calendario japonés
para la Ofensiva Centrífuga se determinó, en parte, por las preocupaciones que
el monzón de invierno podía ocasionar y multiplicó las dificultades de los
desembarcos os requeridos. Asimismo, los desembarcos de Tarawa ocurrieron, a
pesar de los inconvenientes con respecto a las mareas, porque podría significar
una demora podía significar que arreciasen los vientos del oeste y hacer
imposible el desembarco.
El mal tiempo podría ser
particularmente desastroso para las misiones aéreas. Por ejemplo, el 1 de junio
de 1945, una formación de B-29 Superfortress se encontró en medio de una fuerte
y turbulenta tormenta. Uno de los bombarderos cuatrimotores cambió de rumbo,
junto con sus cazas de escolta Mustangs y parte de la formación fue tras el avión
desviado. Se perdieron 27 aviones y 24 aviadores, un número mucho mayor de
víctimas que las normalmente causadas por acción del enemigo en este momento en
la guerra.
Las corrientes de aire provocaron graves dificultades para
los B-29 sobre Japón. Dichas corrientes son las estrechos pasillos con fuertes
vientos situados a gran altitud (por encima de los 25.000 pies o 7600 metros)
que a veces puede alcanzar velocidades superiores a 200 millas por hora (320
km/h).
El tiempo también podría ofrecer cobertura
para los aviones. Los marineros aliados en el Pacífico occidental en 1945 se
refirió al modelo climático que se producía regularmente por la tarde y noche
con presencia de pequeñas ráfagas de lluvia, causadas por el calentamiento
solar durante el día, como "tiempo kamikaze" ya que podría ocultar la aproximación del avión
enemigo.
Las condiciones meteorológicas
que influyeron las operaciones militares en el teatro del Pacifico pueden ser
consideradas bajos dos prismas bien diferenciados, en primer lugar el clima
generalizado que podía preverse con antelación y con un cierto grado de
exactitud como por ejemplo, las estaciones secas o húmedas así como la
existencia de monzones y tifones y por otro lado el llamado microclima propio
de las circunstancias puntuales del momento y zona geográfica en particular,
mucho mas difícil de controlar sus variables.
Muy interesante y muy poco conocido y tratado.
ResponderEliminar