Incidente del puente de Marco Polo.
Soldados japoneses en el Puente de Marco Polo
El incidente del puente Marco
Polo, también conocido como el incidente Lugouqiao; puente de Lugou o incidente
del 7 de julio fue una acción militar
entre el Ejército Revolucionario Nacional de la República de China y el
Ejército Imperial Japonés y que, a menudo se ha considerado como el detonante
del inicio de la Segunda Guerra Chino-Japonesa (1937-1945).
Antecedentes.
Las tensiones entre el imperio
del Japón y la República de China habían sido más que visibles desde la
invasión japonesa de Manchuria en 1931 y la posterior creación de un Estado
títere denominado Manchukuo, con Puyi, el último monarca de la dinastía Qing,
como su soberano. Aunque el gobierno chino del Kuomintang (KMT) se negó a
reconocer la autoridad de Manchukuo, se entablaron negociaciones para una
tregua entre Japón y China en 1931. Sin embargo, la presion militar iba
aumentando y a finales de 1932 el ejército japonés invadió Rehe (provincia de
Jehol) que fue anexionada en Manchukuo en 1933.
Bajo los términos del Protocolo
Boxer de 7 de septiembre de 1901, China había concedido a las Naciones con
legaciones en Pekín el derecho de guarnición en las estaciones de ferrocarril
en doce puntos específicos a lo largo de la linea que conectaba Beijing con
Tianjin. Se trataba de asegurar la comunicación abierta entre la capital y el
puerto. Por un acuerdo complementario del 15 de julio de 1902, a estas fuerzas
se les permitió realizar maniobras sin informar a las autoridades de otras
naciones presentes en China.
En julio de 1937, Japón había
ampliado sus fuerzas hasta llegar a una cifra estimada entre 7000 – 15.000
hombres, en su mayoría destinados a cubrir las líneas de ferrocarril. Este
número de hombres y el material suministrado era varias veces el tamaño de los
destacamentos desplegados por las potencias europeas y muy superior a los
límites establecidos en el Protocolo Boxer.
Acontecimientos.
Las fuerzas japonesas y chinas
presentes en las afueras de la ciudad de Wanping, una ciudad amurallada al
sureste de Beijing, intercambiaron fuego aproximadamente a las 23:00 h. del 7
de julio de 1937. La causa exacta de este incidente sigue siendo hoy un
misterio. Cuando un japonés soldado
Shimura Kikujiro no pudo regresar a su puesto, el comandante Ji Xingwen
del 219º Regimiento chino, 37ª división, 29º Ejército recibió un mensaje por parte de los
mandos japoneses exigiendo permiso para
entrar en Wanping y buscar al soldado
desaparecido. Los chinos se negaron y si bien el soldado Shimura regresó a su
unidad, en ese momento ambos bandos ya se estaban movilizando.
Esa misma noche, una unidad de
infantería japonesa intentó romper las defensas de Wanping y fue rechazada. Un
ultimátum emitido por parte de los japoneses llegó dos horas más tarde. Como
medida de precaución, Qin Dechun, el comandante interino del 29º Ejército, contactó con el general Feng
Zhian, comandante de la 37ª División con el fin de alertar a sus tropas.
Alrededor de las 04:00 h del 8 de
julio de 1937, comenzaron a llegar los refuerzos de ambas partes a la zona en
conflicto. Los chinos también movilizaron una división adicional. Una hora más
o menos más tarde el ejército japonés abrió fuego y atacó a las tropas chinas
parapetadas en el puente de Marco Polo, junto a un moderno puente ferroviario
situado al sureste de la ciudad.
Tropas chinas defendiendo la posición.
El coronel Ji Xingwen lideró las
defensas chinas con aproximadamente solo 100 hombres y la orden de defender el
puente a toda costa. Después de intensos combates contra hombres del entonces
comandante Kiyonao Ichiki, el mismo que lanzaría años más tarde el ataque
japonés casi suicida en la batalla de rio Tenaru, Guadalcanal, los chinos
pudieron mantener el puente gracias a la llegada de tropas de refuerzo. En este
momento, el ejército japonés y miembros
del Asuntos Exteriores comenzaron negociaciones en Pekín con el gobierno
nacionalista chino.
Se alcanzó un acuerdo verbal con
el general Qin, por el que se ofrecería una disculpa a los chinos; se
castigaría a los responsables; el control de Wanping pasaría a la policía civil
Hopei y no al 219º Regimiento chino; así como una exhaustiva vigilancia de los
"comunistas" en el área. Estos términos fueron acordados, aunque el
comandante de la brigada de infantería de guarnición japonesa, el general
Masakazu Kawabe inicialmente rechazó la tregua y, contra las órdenes de sus
superiores, continuó bombardeando Wanping durante las siguientes tres horas,
hasta que cesó el fuego y trasladó sus fuerzas hacia el noreste.
Consecuencias.
Aunque se produjo realmente un
alto el fuego, no hubieron más esfuerzos para intentar desactivar el conflicto
que iba in crescendo, en gran parte debido a las medidas tomadas por parte de los
comandantes del ejército japonés de guarnición en China en convivencia con los
altos mandos militaristas del estado
Mayor del Ejército Imperial. Wanping fue bombardeada el 20 de julio y los
combates a gran escala estallaron en Langfang el 25 de julio. Después del llevar
a cabo un desafortunado y sangriento ataque a las líneas japonesas el 27 de
julio, el general Sung sufrió una derrota y fue obligado al día siguiente a
replegarse detrás del río Yongding.
Soldados japoneses bombardeando Wanping
Los japoneses dieron a Sung y a
sus tropas "paso libre", para posteriormente trasladarse a pacificar
los alrededores de Beijing y Tianjin. Sin embargo, el ejército japonés tenía
órdenes de no avanzar más allá del río Yongding. En un cambio repentino,
Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno Konoe inició negociaciones con el
gobierno de Chiang Kai-Shek en Nanjing y afirmó que: "Japón quiere
cooperar con China, no invadirla". No obstante, las negociaciones no
fueron más lejos y el 9 de agosto de 1937, un oficial naval japonés recibió un
disparo en Shanghai, comenzando de hecho la guerra a gran escala.
El agravamiento de las tensiones
tras el incidente del puente Marco Polo condujo directamente a una guerra total
entre el Imperio de Japón y China, como se demostró a finales de julio en la
batalla de Beiping – Tianjin y en agosto con la batalla de Shanghai.
La heroica resistencia mostrada
por los soldados pobremente equipados del 29º Ejercito inspiró la "Marcha de la espada" en 1931, que — con la letra ligeramente retocada — se
convirtió en la marcha habitual del Ejército Revolucionario Nacional y
popularizó el epíteto racial "guizi" - cuyo significado es demonio - para
describir a los invasores japoneses
Existen algunas divergencias de opinión
entre los historiadores sobre el incidente. Algunos historiadores creen que el
incidente fue un accidente involuntario. Otros en cambio, creen que el
incidente puede haber sido planeado y ejecutado por el ejército japonés para
proporcionar un pretexto para la invasión de China — una tesis apoyada por las
ambiciones expansionistas coloniales de Japón en esos momentos. Esta ultima interpretación
refleja un sentimiento arraigado por muchos japoneses en esa época; "Asia debía ser gobernada por
asiáticos", y mas concretamente los japoneses debían reemplazar a los
coloniales gobernantes europeos.
Tropas japonesas marchando sobre el puente de Marco Polo
Un historiador japonés de extrema
derecha alegó incluso que el incidente fue organizado por el partido comunista
chino, que esperaba que el incidente conduciría a una guerra de desgaste entre
el ejército japonés y el Kuomintang.
El incidente del puente Marco
Polo comparado con la magnitud de la guerra chino-japonesa casi fue una
insignificancia, militarmente hablando. Un puñado de combatientes chinos
defendiendo una posición ante soldados japoneses de una unidad tamaño batallón.
Realmente la importancia, que la tiene y mucho, es ante todo simbólica,
significó el inicio de un conflicto brutal y apenas tratado que dejó más de 25
millones de muertos, en su mayoría civiles. el incidente no fue más que la
mecha que encendió el barril de pólvora que era China en 1937.
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