Operación Weserübung,
Situacion estrategica y planificacion.
“El
desarrollo de la situación en Escandinavia requiere… la ocupación de Dinamarca
y Noruega por parte de la Fuerzas Armadas de Alemania. Esta operación debería
evitar el bloqueo británico de Escandinavia y el mar Báltico. Además,
garantizaría nuestra base de minerales en Suecia y daría, a nuestra Armada y
Fuerza Aérea una amplia línea de partida contra Gran Bretaña.”
Adolf
Hitler. Directiva del Alto Mando de Wehrmacht. 1 de marzo de 1940
La subyugación de
Dinamarca y Noruega no estaba originalmente en el diseño de Hitler para la
conquista y la dominación de Europa. Sin embargo, la Kriegsmarine, aun escocida
por el bloqueo naval sufrido durante la I Guerra Mundial que obligó a la flota
su permanencia estatica en Kiel y Wilhelmshaven, comenzó a presionar al Alto
Mando para que se lanzase una operación que asegurase los puertos noruegos - especialmente
Narvik y Trondheim – nada más acabar la conquista de Polonia.
El
principal artífice y director de la Operación Weserübung fue el Grossadmiral
Erich Raeder, comandante en jefe de la Kriegsmarine
Con la plena convicción
que una vez más su servicio estaba dirigido hacia la guerra con Gran Bretaña, el
Almirante Rolf Carls, promovió esta idea en una carta al Grossadmiral Erich Raeder, comandante en jefe de la Kriegsmarine.
Impresionado, Raeder ordenó la propuesta fuese estudiada por el Seekriegsleitung (Estado mayor de guerra
naval o SKL) y pensó que era un plan con suficiente fundamento para mencionárselo
a Hitler
El 10 de octubre de
1939, en el transcurso de un informe general rutinario al Führer, Raeder introdujo
la posibilidad de asegurar los puertos noruegos seleccionados, especialmente
Trondheim y Narvik, ampliando de esta manera la base operativa de la
Kriegsmarine contra su principal adversario, la Royal Navy británica. Hitler, que había leído el Tratado del
Vizeadmiral Wolfgang Wegener de 1929,
Die Strategic des Weltkrieges (la
estrategia de la guerra mundial), consideró la situación al comprender la
importancia estratégica desde el punto de vista de la Kriegsmarine.
La operación podía
contar con el apoyo adicional de Vidkun Quisling, antiguo Ministro de Asuntos
Exteriores de Noruega (1931-33). Él y su partido fascista noruego (el Nasjonal Samling o 'Unión Nacional')
estaban planeando un golpe de estado y solicitaron el ejército alemán ayuda
para este levantamiento por medio de una ocupación pacífica y así protegerse
contra interferencias británica, pero éste apoyo llegó a ser escaso por no
decir nulo. Cuando Quisling visitó Berlín el 11 de diciembre se reunió con
Raeder buscando apoyo alemán y ratificacion para el esfuerzo propuesto, Raeder
no se dejo impresionar ni con el plan de Quisling ni con su falta de apoyo
interior, pero el traidor mencionó una inquietante estratagema de inteligencia
política: el gobierno noruego había decidido no resistir ante cualquier
desembarco aliado si se presentase una situación semejante. Al día siguiente, el
almirante alemán analizó con el Führer la visita y la revelación del colaboracionista.
Si bien Raeder no respaldaba a Quisling y su plan, Hitler fácilmente acordó que
la ocupación británica de los puertos noruegos sería desastrosa - según sus
palabras “inaceptable' - y tres días más tarde, tras reunirse con Quisling,
pidió que "un estudio sobre cómo
ocupar Noruega... debía ser realizado por un grupo muy restringido de personal”
del OKW.
La ansiedad de Hitler
sobre una posible acción del enemigo era grande debido al fuerte apoyo político
de los aliados mostrado hacia los finlandeses en su guerra de invierno contra
la Unión Soviética (30 noviembre 1939-12 de marzo de 1940). Para ayudar a
Finlandia, una fuerza expedicionaria aliada tendría que ocupar Narvik, en el
norte de Noruega para de esta forma asegurar el ferrocarril que atraviesa
Suecia hasta Finlandia. De esta manera se cortaría los envíos de mineral de
hierro sueco de Gallivare hasta Narvik para ser embarcados en buques con
destino a Alemania. Era evidente la presión ejercida en París y Londres respecto
a la consideracion de realizar este movimiento, ya sea con la autorización de
las naciones implicadas, Noruega y Suecia, o incluso sin ella.
La posibilidad de una
acción unilateral aliada fue considerada como muy real por Hitler y su personal
militar, manifestándose de forma evidente por las acciones del capitán Philip
L. Vian y su destructor, HMS Cossack, a mediados de febrero. En una acción audaz y atrevida ordenada por
el Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, el Cossack entró en
Jossingfjord, cerca de Stavanger y abordó el buque de guerra auxiliar alemán
Altmark que se hallaba allí escondido. Se liberaron a 299 marinos mercantes
británicos capturados por el "acorazado de bolsillo" Graf Spee y tras
ello, rápidamente el destructor británico regresó a Gran Bretaña en medio de un
clamor de protestas del gobierno noruego.
El destructor de la clase Tribal HMS Cossack, protagonista preeminente de la campaña noruega. Fue utilizado para rescatar a los prisioneros británicos del Altmark y, dos meses más tarde, participo en la segunda batalla de Narvik donde sufrió graves daños.
|
Pero para Hitler y a
su Estado Mayor, el hecho de que los noruegos hicieron poco más que protestar,
demostró la impotencia para rechazar cualquier acción real aliada o, por ejemplo,
defenderse de un ataque preventivo por parte de Alemania para garantizar este
flanco abierto. Para Raeder la
posibilidad que la Royal Navy y la Royal Air Force pudiese sellar el Mar del Norte
desde Scapa Flow, Escocia, hasta Stavanger, Noruega, llevaría un bloqueo
irrefutable que la débil flota alemana no tendría esperanza alguna de
contrarrestar.
La otra ansiedad
persistente era la amenaza sobre los envíos de mineral de hierro sueco desde
Narvik, transporte que era esencial para la maquinaria pesada nazi, suministros
necesarios para mantener las fuerzas acorazadas y mecanizadas. Estos envíos
provenían de las minas en Kiruna, en el norte de Suecia y durante los meses
cálidos del año se transportaba desde el puerto de Lulea en barcos de vapor a
través del Golfo de Botnia y el Mar Báltico, físicamente inmune a cualquier interrupción.
Sin embargo, durante el invierno, el puerto de Lulea se helaba y se enviaba el
mineral de hierro por ferrocarril a través del estrecho cuello del norte de
Noruega hasta el puerto Narvik, libre de hielo. Los barcos alemanes cargados de
hierro, circulaban por un trayecto casi totalmente dentro de las aguas
territoriales de la neutral Noruega, pasando a través de un estrecho denominado
Inner Leads fuera de Stadhavet cerca de Alesund – virtualmente inmune por el
derecho internacional de interceptación e interdicción por buques de guerra
británicos. Si los aliados ocupasen Narvik, los envíos de mineral podrían
interrumpirse hasta que se descongelase el hielo en Lulea, dejando las grandes
fábricas de acero y fábricas de armamentos de Krupp, así como otras industrias
de Ruhr incapaces de cumplir con los requisitos para el ejército alemán y otros
servicios.
Ruta "amenazada" del mineral de hierro sueco, vita para Alemania.
Continúa en Operación Weserübung, Situacion estrategica y planificacion. 2ª parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario