Almirante Jean-Francois Darlan.
El almirante Jean-Francois Darlan
fue una figura pública que alcanzó gran notoriedad durante la Segunda Guerra
Mundial tanto en la Marine de Guerre
como en la política francesa. Darlan ha sido calificado por muchos
historiadores como colaboracionista al ser considerado como pronazi, si bien,
al final de su vida se vieron intentos de maquillar, tanto por el mismo como
por los Aliados, su comportamiento y así poder acercarse a los Aliados.
Darlan nació el 7 de agosto de
1881, en Nerac, dentro una familia vinculada a la Marina pero también muy
introducida en ambientes políticos; su padre fue diputado por Lot-et-Garonne y
Ministro de Justicia los años 1896 y 1897. En 1902, se graduó en la Academia
Naval y durante la Primera Guerra Mundial estuvo al mando de una batería de
cañones navales. Una vez terminó la guerra, Darlan permaneció en la marina
francesa alcanzando en 1929 el rango de contraalmirante. Poco después de esta
promoción, y gracias a sus inicios en política cuatro años antes como oficial
de enlace con el Ministerio de Marina, a Darlan le fue encomendada la tarea de
reconstrucción de la marina francesa. Darlan, cuya tendencia política viraba
hacia sectores izquierdistas, circunstancia bastante rara en la marina de
guerra, vio como su carrera progresaba apropiadamente. En 1934 regresó al
servicio activo como jefe de la flota del Atlántico y dos años más tarde,
alcanzaba el puesto de Almirante Jefe de Estado Mayor de la Marina y en 1937,
nombrado Almirante de la Flota, según parece un titulo instaurado por él mismo,
y que representaba ser comandante de todas las fuerzas navales francesas.
Darlan como máximo responsable de
la Marine de Guerre emprendió un programa ambicioso de
modernización y potenciación de la armada, de esta manera la flota gala al
inicio de la Segunda Guerra Mundial, salvo cinco antiguos acorazados y la casi
testimonial presencia de portaaviones, disponía de barcos con menos de trece
años de antigüedad, sobresaliendo los acorazados de la clase Richelieu y sobre
todo los destructores, buques más grandes y mejor armados que similares
unidades extranjeras. A pesar de su espíritu antibritánico, Darlan aceptó la
cooperación con la Royal Navy en el
intercambio de avances tecnológicos.
Si bien Darlan y el mando supremo
naval querían evitar la guerra, todos tenían de forma clara quien era
el enemigo y con quien debía Francia aliarse. En un principio la alianza franco-británica
era esencial. Respecto al Marina, Darlan era plenamente consciente que el
principal adversario por potencial y más que nada por situación geográfica, era
Italia que había modernizado su flota de forma similar a Francia, pero, tras el
éxito del ataque alemán en Europa occidental en la primavera de 1940, el
almirante francés vio muestras de que Alemania Nazi ganaría la Segunda Guerra
Mundial. Ante esa percepción Darlan creyó que sería mejor para Francia llegar a
un acuerdo con Hitler antes que cualquier compromiso con Churchill.
Darlan apoyó en junio de 1940, el
nombramiento de Pétain como jefe del gobierno de Vichy. A cambio, Darlan fue nombrado
Ministro de la Marina. Durante las negociaciones de rendición con Alemania, la
flota francesa se había reunido en las bases navales que Francia poseía en los
dominio coloniales de África, para
evitar que los alemanes capturaran la flota anclada en los puertos europeos y
así preservar la flota, eso sí, enviando ordenes a los comandantes de los navíos
de mantenerse leales a Pétain y al gobierno de Vichy.
Batalla de Mers el-Kebir
Sin embargo, las autoridades
britanicas vieron la situación de forma distinta y pusieron en marcha la
"operación Catapult" obligando a escoger a los comandantes franceses
a poner sus barcos a disposición de los ingleses o ser atacados, circunstancia
que ocurrió en Mers el-Kebir donde murieron 1000 marineros franceses. Este
hecho produjo un efecto negativo especialmente importante entre la oficialidad
naval francesa, que respaldó en masa a los elementos más extremistas del
Gobierno de Vichy y adoptó una actitud intensamente anglófoba. Irónicamente,
Darlan había enviado instrucciones al Almirante Gensoul, comandante de la flota
francesa en Toulon, que después de navegar a la base de Mers el-Kebir, todos
los buques de guerra debían ser barrenados si los alemanes intentaran capturarlos.
Las pruebas parecen sugerir que Darlan no tenía intención de permitir a los
buques de guerra franceses pasar al control alemán.
En febrero de 1941, Darlan
sustituye a Pierre Laval como vicepresidente del gobierno de Vichy siendo así
mismo designado oficialmente sucesor de Pétain. Darlan también se convirtió en
Ministro de Relaciones Exteriores, Defensa y del Interior, convirtiéndose de
esta manera en la personalidad más influyente del gobierno colaboracionista. En
enero de 1942, fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas francesas
y Alto Comisionado en África del Norte. No obstante, el 17 de abril de 1942,
Darlan, bajo presión de Hitler, tuvo que abandonar todos sus puestos del
gabinete, pero siguió manteniendo su lugar como sustituto de Pétain.
Junto con el mariscal Petain
En noviembre de 1942, justo cuando Darlan se hallaba en Argel
visitando a su hijo enfermo se produce la invasión aliada del norte de África
por medio de la Operación Torch. Si
bien Darlan era el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Francesas, el
general Juin, comandante francés del Norte de África había pactado con los
aliados entregar las colonias francesas, desobedeciendo los mandatos del
gobierno de Vichy. El 11 de noviembre, Juin junto con el cónsul norteamericano
Murphy y el Servicio Secreto británico tendieron una trampa a Darlan que fue
apresado y obligado a rendir todas las fuerzas francesas presentes en la zona.
Se cursaron órdenes de cese el
fuego y rendición o mejor dicho entrega de las tropas a los Aliados. Esta
circunstancia enseguida se supo en Alemania y Hitler rápidamente acuso a Darlan
de traidor y con él, a Pétain de cómplice, y por ello tal vez tuviera una excusa para ocupar el
territorio francés bajo la jurisdicción del Gobierno de Vichy, hecho que se
produjo a continuación.
En África, el general Eisenhower,
Comandante en Jefe de las fuerzas Aliadas, se reunió con el almirante Darlan, y
a partir de ese momento, y bajo palabra de honor, el que era hasta unas semanas antes un "infante canalla" según Churchill y
un "traidor, fascista y bandido"
para la prensa anglo-americana, cambió de bando. Eisenhower nombró a Darlan jefe civil y
militar de las colonias africanas francesas. De forma lógica, esta decisión fue
totalmente rechazada por De Gaulle y demás dirigentes de la Francia Libre que
por nada del mundo dejarían de ver a Darlan como a un colaborador de los nazis,
pero que el nombramiento fue refrendado por Roosevelt y Churchill. De hecho Roosevelt deseaba que Darlan ocupara
el puesto que más tarde ocuparía De Gaulle, quien no era del total agrado de
los Aliados.
Darlan fue asesinado en Argel por
Ferdinand Bonnier de la Chapelle el 24 de diciembre de 1942. Si bien el asesino
fue entrenado por el SOE y tuvo contactos con la Resistencia francesa no
existen evidencias que demuestren que no actuó solo y recibiera ordenes de
ningún grupo en particular, si existen sobre el asesinato de Darlan varias y
dispares versiones, la mayoría apuntan a personalidades del gobierno francés en
el exilio como inductores del atentado, Charles de Gaulle incluido.
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