La caída de Singapur.
La isla de Singapur está separada
de Malasia por el estrecho de Johore. Se trata de una lengua de mar de anchura
comprendida entre las 4.500 y 500 metros, en la distancia más corta, justo
donde se encontraba Causeway, la carretera y línea férrea que une mediante un
puente Johore Bahru y la isla de Singapur. A la costa desembocaban numerosos
pequeños ríos y arroyos, y estaba cubierta por manglares, que se convertían en
una serie de islas con la marea alta. El resto de la isla, de 43 Km. en su
parte más ancha y 21 Km de profundidad es bastante llana. Las cotas más
altas, más o menos unos 600 pies de altura, se hallan en Bukit Mandai y Bukit
Timah, en el centro de la isla. El terreno estaba cubierto principalmente de
vegetación, sin embargo existían varios caminos en buenas condiciones, que
llevaban a la ciudad de Singapur, situada en la parte sur de la isla. Un factor
clave era la existencia de tres depósitos de agua en el centro de la isla, que abastecían 64 millones de litros diarios a la población, que si bien ya sobrepasaba los 550.000 habitantes antes de la
guerra, llegaba a casi el doble a finales de enero de 1942.
Defensas británicas.
El plan británico para defender
la isla se basaba en conceptos de antes de la guerra; todos enfocados hacia una defensa de la base naval
de ataques provenientes de mar adentro. Es injusto decir que no hubiera ningún plan preparatorio para defender la isla de un ataque terrestre desde el norte, una
vez la campaña en Malasia comenzara y fuera llevada a cabo de esta manera. Sin
embargo, es correcto afirmar que cuando se mejoraron las defensas a lo largo del
estrecho de Johore para defender la isla, no se hizo ninguna fortificación. En
su lugar se prepararon algunas dispersas defensas de playa y, se construyeron,
o más bien se intentó construir, dos líneas defensivas en el interior de la
isla para detener el desembarco desde el este o el oeste. La línea situada al
oeste fue llamada la Línea Jurong y los limitados trabajos preliminares
comenzaron en enero. Singapur realmente era una fortaleza sólo de nombre.
Las tropas previstas para
sostener la fortaleza eran impresionantes al menos sobre el papel, ya que
sumaban una fuerza de combate total de 70.000 hombres, pero de hecho, estaban
desmoralizadas, mal instruidas y mal equipadas. De los 38 batallones de
infantería, sólo 13 eran batallones británicos. Éstos pertenecían en gran parte
a la 18ª División, con dos brigadas que no habían entrado en acción y por lo
tanto se hallaban en plenitud de fuerza. Los siete restantes batallones
británicos tenían menguada su plantilla. Los seis batallones australianos sí
contaban con toda su fuerza, pero sólo
gracias a la llegada de inexpertas tropas de reemplazo. De los 17 batallones
indios, sólo uno estaba en toda su capacidad. Había que añadir tres batallones
de la recién llegada 44ª Brigada de infantería que habían recibido instrucción a
medias y 13 batallones más que habian sido rápidamente reorganizados o aún se
hallaban en el proceso de reorganización. También se disponía de dos batallones
malayos de valor desconocido y tres batallones de voluntarios, adecuados tan
sólo para guarnecer posiciones estáticas. Aquellas unidades que habían
regresado del continente tenían escasez de armamento. La moral de las tropas se
había visto reducida a niveles bajos debido al largo repliegue y a la retirada
de las fuerzas navales y aéreas.
Tropas de refuerzo australianas
Percival, comandante en jefe británico, estaba convencido de que
el lugar más probable para un asalto japonés se hallaba en la parte noreste del
estrecho. Al mismo tiempo, no descartaba un ataque desde el mar o de tropas
aerotransportadas, por lo que se enfrentó con la necesidad de defender los 112 kilometros de costa en su totalidad. Decidió librar una batalla sobre la playa
en la que los defensores tratarían de evitar un desembarco nipón y luego contraatacar
cualquier consolidación enemiga si ésta se produjera. Reconoció que esta
intención llevaba desventajas inherentes debido a la falta de profundidad de las
defensas en las playas y el terreno que imposibilitaba cualquier defensa
coherente de las mismas, pero creía que esta posibilidad era mejor que permitir
que los japoneses avanzaran tierra adentro para posteriormente enfrentarse en
una batalla decisiva. La clave para la defensa era el empleo de la considerable
fuerza de artillería británica, que ascendía a 226 cañones de todos calibres,
contra las fuerzas japonesas mientras desembarcaban. Entre las piezas de
artillería se incluían la mayoría de la artillería costera, cuatro de cinco
cañones de 15 pulgadas (381 mm), todas las bocas de 9.2 pulgadas (233 mm) que eran 6 piezas y la mayoría de los 18 cañones de 6 pulgadas (152 mm), que podrían bombardear al menos algunos objetivos situados al norte, a pesar de
la creencia general que indicaba que los cañones de defensa costera estaban
emplazados de tal manera que sólo podían disparar a objetivos navales. Sin
embargo, toda esa potencia de fuego nunca fue utilizada debido a la falta de un
plan de control de fuego central y al fracaso para coordinar el fuego en cada
nivel. La defensa terrestre propiamente dicha se dividió en tres sectores. En
el noreste, la 11ª División de infantería India y la 18ª División. El sector
occidental era responsabilidad de la 8ª División de infantería australiana y la
44ª Brigada de infantería India. El sector sur estaba custodiado por las topas
malayas y de voluntarios. Ninguno de los comandantes de Percival tenía
confianza en el plan, especialmente los australianos que rápidamente se iban a
llevar la peor parte de la agresión japonesa.
Los japoneses alcanzaron el
estrecho de Johore el 31 de enero. Las divisiones 5ª y 18ª se concentraron al
oeste de Causeway y la División de guardias imperiales al este. Yamashita
evaluó que las defensas británicas eran más potentes en la parte nororiental
del estrecho, información cierta pues fue en esa zona donde Percival desplegó
su unidad mejor, la 18ª División. En vez de atacar en el área mejor defendida,
decidió atacar el sector entre Tanjong Buloh y Tanjong Murai, una zona guarnecida
por la 22ª Brigada de infantería australiana. El ataque japonés estaría a cargo
de la 18ª División a la derecha con dos regimientos más un batallón en la
primera ola y dos batallones más en reserva. La 5ª División a la izquierda, con
tres regimientos en la primera oleada y otro en reserva. En conjunto, Yamashita
planeó un ataque principal con 16 batallones en
primera oleada y otros cinco en reserva concentrados en un sector de tan
sólo 7 Km.
Frente a esta embestida se
hallaban tres batallones australianos, junto con el apoyo del 1º Regimiento de Tanques
asignado a la 5ª División. El ataque estaba previsto que comenzara entre las
20:00 h. y las 24:00 h. de la noche del 8 al 9 febrero. Para llevar a cabo el
asalto a través del estrecho, los japoneses fueron equipados con embarcaciones
anfibias. A la 5ª División se le asignaron 30 botes plegables, 30 pequeñas
embarcaciones de desembarco, 30 pontones normales y siete pontones pesados. La
vecina 18ª División tuvo que conformarse con 140 lanchas plegables y 30
pontones.
Después de que el asalto
principal se pusiera en marcha, se produciría un ataque de apoyo a cargo de la
División de guardias imperiales en la zona oeste de Causeway, defendida por la
27ª Brigada de infantería australiana. En este ataque intervendrían un total de
siete batallones apoyados por el 14º Regimiento de tanques. A la división de
guardias imperiales le fueron asignados tan sólo 30 botes plegables para el
asalto, pero ese número iría aumentando conforme las tropas del asalto
principal fueran cruzando el estrecho y dejando libre el uso de más botes. Este
ataque fue planeado de forma precipitada y aprobado por Yamashita sólo después
de que Nishimura se quejara que sus guardias estaban siendo dejados de lado.
Yamashita hizo grandes esfuerzos
para ocultar la ubicación de su asalto principal. La División de guardias
imperiales construyó campos de pega en el sector nororiental, llevó a cabo un
ataque de demostración en la isla Ubin y se preparó un bombardeo previo de artillería
en esa área con las 168 piezas de medio y grueso calibre disponibles. Las
patrullas australianas detectaron la extensa actividad japonesa frente a la 22ª
Brigada de infantería australiana la noche del 7/8 febrero, pero era demasiado
tarde para que Percival reaccionara.
Continúa en La caída de Singapur II
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