Durante la Guerra Civil española
de 1936-39, las bombas diseñadas para penetrar el acero de las cubiertas de los
barcos demostraron su eficacia pero pronto la Luftwaffe observó que sobre todo la
dificultad se hallaba en impactar directamente contra el propio buque en
movimiento. Comenzó por esta razón en 1938 a investigarse el diseño y creación
de una bomba controlada por radio que pudiera ser dirigida durante su caída
libre. En 1939 las primeras bombas experimentales fueron diseñadas con aletas
de la cola y guiadas por radiocontrol.
Mediante el control remoto se podría
dirigir la trayectoria del proyectil y maximizar las posibilidades de alcanzar
el objetivo. La compañía Ruhrstahl, experta en el diseño y producción de
bombas, fue la encargada del desarrollo posterior del proceso encaminado hacia
la etapa de producción. El resultado fue la bomba Fritz-X, equipada con
alerones controlados a distancia y situados en las cuatro aletas de cola. Se
realizaron pruebas con distintas configuraciones, y se vio que la cola
cruciforme era la más adaptable a este tipo de control siendo finalmente la
utilizada para otras armas del mismo tipo desarrolladlas durante la guerra. El
tripulante que guiaba la bomba tenía que mantener contacto visual con la misma,
por lo que se instalaron bengalas en las aletas con objeto de que dejasen una
estela de humo que fuera fácil de visualizar desde el avión lanzador.
En las primeras pruebas, se
adaptaron aviones Heinkel He-111 y algunos He-177 para poder transportar la
bomba Fritz-X, sin embargo, nunca llegaron a ser operacionales. Cuando entró en
servicio operacional la bomba Fritz-X fue utilizada desde el bombardero
Dornier-217. En julio de 1943 la primera Fritz-X fue lanzada sobre buques aliados
fondeados en Augusta, Sicilia, durante la operación Husky, la invasión anfibia
de la isla italiana. La siguiente y tal vez la más famosa acción realizada por
la Luftwaffe utilizando la Fritz-x fue cuando bombarderos Dornier atacaron la
flota italiana, que navegaba por el Mediterráneo hacia Malta para su entrega
como parte de los términos firmados en el armisticio con los aliados. El Armisticio
di Cassibile se firmó después de los éxitos aliados en África del norte en
1943, y sobre todo tras la invasión y toma de Sicilia. Lógicamente, los
alemanes convirtieron la flota italiana en un objetivo primordial para impedir
que quedase en manos aliadas y usarse en su contra.
Y así, el 9 de septiembre de
1943, los buques italianos fueron interceptados cerca de la Isla Asinara (al
norte de Cerdeña) por 12 Dornier Do 217 K-2 del III Grupo de KG100, basado en
Istres, cerca de Marsella. Todos ellos transportaban bombas guiadas antibuque
Fritz-X. El primer buque en ser impactado por las nuevas armas, fue el Italia,
aunque no tuvo consecuencias graves y pudo llegar a Malta, en cambio, el
acorazado Roma recibió posteriormente dos impactos de bombas Fritz X, un arma
desconocida para los italianos en ese momento. El primer impacto, fue en el
centro del buque, entre dos montajes antiaéreos de 90 mm, que atravesó la
cubierta y el lateral del buque y que explotó bajo el agua, reduciendo la
velocidad del acorazado a tan solo 10 nudos. El otro impacto se produjo entre
la torre número 2 y el puente de mando, causando la explosión de la torreta que
afectó a las calderas e inició la detonación de la munición de 381 mm, la torre
de mando salió despedida hacia el mar con todos sus ocupantes.
El acorazado Roma y su hundimiento por una Fritz-X
Los almirantes Carlo Bergamini,
Del Cima, 86 oficiales, y 1.264 tripulantes, murieron a las 16:12 h. cuando el
buque explotó, se partió en dos y se hundió. Únicamente se pudo rescatar a 596 supervivientes,
la mayoría con graves quemaduras. Fue el primer buque capital hundido por un
misil guiado.
Dos días más tarde se produjo
otro ataque aéreo con Fritz-X dirigido contra un convoy de barcos de la Armada
de Estados Unidos que incluía al USS Savannah, uno de los mejores cruceros
ligeros de los Estados Unidos. Los observadores antiaéreos divisaron un
bombardero Dornier volando hacia el USS Philadelphia. Una bomba destinada a la
nave estuvo a punto de impactar y explotó a tan solo 15m. del casco. El USS
Savannah inmediatamente aumentó su velocidad a 20 nudos y entonces un segundo
Do-217 K-2 atacó desde una altura de 5.700 m. Aunque parezca poco común
semejante altitud, las Fritz-X requerían de una altura mínima de 4.000 m para
ser lanzadas y posteriormente radio controladas con éxito al blanco. Los
artilleros antiaéreos abrieron fuego, pero el avión no fue alcanzado y la
Fritz-X siguió su curso. Al estar diseñada como proyectil perforante, hizo que
la bomba impactara sobre el buque, pasara directamente a través de tres
cubiertas antes de estallar en las profundidades del crucero.
La explosión produjo un agujero en la quilla y arrancó parte de la estructura por el lado de babor de la nave. Se produjeron incendios en las bodegas de carga y durante media hora una serie de explosiones impidieron que los bomberos combatieran con eficacia los incendios. Cerca de 200 marineros murieron en el ataque. La tripulación respondió brillantemente, sellando los compartimentos inundados y corrigiendo el ángulo de escora de la nave. Después de 8 horas de actividad frenética, se pusieron las calderas en funcionamiento y la nave partió hacia a Malta para llevar a cabo reparaciones de emergencia. Cuatro días más tarde, se pudo rescatar con vida a cuatro marineros atrapados detrás de las puertas estancas tras sellarlas. El USS Savannah tuvo que regresar a los Estados Unidos, para poder ser reparado completamente. En total ocho meses estuvo el crucero inactivo debido al daño causado por el impacto de una única bomba guiada.
Continúa en Uso operacional de la bomba Fritz-X 2ª parte
Continúa en Uso operacional de la bomba Fritz-X 2ª parte
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