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jueves, 6 de junio de 2019

Liberación de París


Tras reducir la bolsa de Falaise en Normandía el 19 de agosto de 1944, los ejércitos aliados avanzaron rápidamente hacia Rouen y Mantes, donde se estableció una cabeza de puente en el Sena. Mientras tanto, el 18 de agosto, París había tomado las armas. El general De Gaulle había planeado que la 2ª División Acorazada francesa del General Leclerc liberara la capital.




París no era un objetivo militar.

De acuerdo con los planes aliados, París no era un objetivo militar y la ciudad debería ser evitada en el avance de las tropas. Pero el general de Gaulle, jefe del gobierno provisional de la República Francesa, vio la liberación de la capital como un acto simbólico y, por lo tanto, la consideró un objetivo político; y además París debería ser liberada por soldados franceses. De Gaulle quería pasar a la historia como el líder de un país que se liberó a sí mismo con sus propios esfuerzos. Además, debido al bombardeo de cruces ferroviarios estratégicos en el norte y oeste de Francia, París seguía siendo uno de los pocos nudos de comunicación que permanecía intacto, y por lo tanto era crucial para la retirada de las fuerzas alemanas hacia el este, y por la misma razón fundamental para el progreso del avance aliado persiguiendo al enemigo.


Las barricadas parisienses.

El 10 de agosto, el comité militar nacional de Francs-Tireurs et Partisans (FTP), francotiradores y partisanos, emitió una orden de alzamiento. El 11 de agosto, los trabajadores ferroviarios en el área de París organizaron una huelga, que se extendió rápidamente, mientras que el alto mando de las Fuerzas Francesas del Interior (FFI) en París, bajo el mando del coronel Rol-Tanguy, se trasladó a las salas subterráneas bajo la Plaza Denfert Rochereau. El 15 de agosto, el sindicato de la CGT convocó una huelga general. La policía se sumó a la acción subversiva, contribuyendo con un gran contingente de hombres armados, y sobre todo muy disciplinados. A su vez, los trabajadores de correos se declararon tambien en huelga, seguidos de los trabajadores de la prensa y los empleados del metro. Mientras París comenzaba a levantarse por la fiebre de la liberación, un último tren nocturno salió de la estación de Pantin, llevando a unos 2 400 deportados.

Por toda la ciudad, los partisanos de la Resistencia construyeron barricadas. La policía convirtió la sede de la policía de París en una fortaleza. Hubo violentos enfrentamientos entre los alemanes y la Resistencia, integrados en la FFI. El 20 de agosto se entablaron conversaciones para emitir un alto el fuego, gracias al cónsul sueco, Raoul Nordling. Pero al día siguiente, por decisión del comité parisino de liberación, se rompió la tregua y se reanudaron los combates callejeros. Los guerrilleros de la Resistencia, mal armados, se enfrentaron a 20 000 soldados alemanes equipados con tanques y apoyados por aviones, bajo el mando del general von Choltitz, nombrado jefe de Groß-París. Para Hitler, "París no debe caer en manos del enemigo, excepto si es como un campo de ruinas".

La 2ª División Blindada.

Ante el temor de que los alemanes superaran la resistencia parisina, el general De Gaulle insistió ante los estadounidenses que permitieran el avance de la 2ª División Blindada sobre París. El 21 de agosto, un enviado de Rol-Tanguy logró cruzar las líneas alemanas y advertir a Leclerc sobre la necesidad inmediata de la intervención de los aliados, de lo contrario, la revuelta parisina terminaría en un baño de sangre. Mientras los hombres del general von Choltitz intentaron recuperar el control de la ciudad, el 22 de agosto, el general Eisenhower estuvo de acuerdo en que la 2ª División Blindada, junto con la 4ª División de Infantería norteamericana avanzara rápidamente hacia París. A última hora de la tarde, un avión ligero Piper, pilotado por el Capitán Callet de la 2ª División Blindada, sobrevoló la ciudad y su observador, el Teniente Mantoux, lanzó octavillas en el patio de la sede central de la policía con un mensaje de Leclerc que decia; "Permaneced firmes, vamos en camino".

Por la mañana del 23 de agosto, la 2ª Division Blindada, apoyada en su flanco derecho por la 4ª División de los Estados Unidos, se puso en movimiento. Los alemanes habían formado una sólida línea de defensa desde Trappes hasta Fresnes, al sur de París. Se produjeron violentos combates en Palaiseau, Champlan, Toussus-le-Noble, Jouy-en-Josas, Clamart, Longjumeau, Wissous, Fresnes y Antony. El 24 de agosto, toda la división fue detenida a las afueras de París por la presencia de "erizos", posiciones fortificadas interrelacionadas.

En el cruce de Croix-de-Berny, congestionado por los vehículos de la división, Leclerc apremió el avance de sus unidades y, a las 7.30 pm, decidió enviar un destacamento a París bajo el mando del Capitán Dronne, con tres tanques, semiorugas y 150 hombres.

Así, al caer la noche del 24 de agosto de 1944, los primeros soldados de la 2ª Division Blindada entraron en París, concretamente por la Porte d'Italie. Eran componentes de la 9ª Compañía del Regimiento de Infantería del Chad, más conocida como la “Nueve”, al estar compuesta por 146 republicanos españoles u hombres de origen hispano, de un total de 160. Tras ellos les seguían tres tanques Sherman del 501º Regimiento de Tanques de Combate. Dronne llegó al ayuntamiento a las 8.45 hs. Allí se reunió con Bidault, Luizet y Chaban-Delmas y la radio francesa anunció la llegada de la 2ª Division Blindada además de la gran campana de Notre-Dame.



Semioruga de La Nueve durante la liberación de París

¿Arde París o no? 

Al amanecer del día 25, el resto de la 2ª División entró en París por la Porte de Saint-Cloud, Porte d'Orléans, Porte de Gentilly y Porte d'Italie. Leclerc cruzó la Porte d'Orléans, reuniéndose con Chaban-Delmas en Place Denfert-Rochereau, luego se dirigió por la Avenue du Maine hasta la estación de Montparnasse, donde estableció su puesto de mando. Mientras tanto, la 4ª División de Infantería de los Estados Unidos entró en París por la Porte d'Italie.

Los parisinos se sorprendieron al ver soldados franceses antes de proporcionarles una entusiasta bienvenida. Los soldados ​​alemanes comenzaron a refugiarse en algunos edificios donde se fortificaron y comenzaron a disparar. Los combates fueron difíciles y sangrientos en la Place de la Concorde, la Place de l'Étoile, la Place de la République, en la Bastilla y en el Boulevard Saint-Germain. El edificio de mayor tamaño ocupado por los alemanes en la orilla izquierda del Sena fue el Palais du Luxembourg, donde residía el Senado, rodeado por pequeños blocaos y custodiado por tanques. Los feroces combates enfrentaron a los alemanes contra integrantes de la Resistencia en el Jardin du Luxembourg y el Palais.



Resistentes franceses en París


El hotel Meurice fue atacado y Von Choltitz y sus comandantes superiores capturados. Alrededor de las 4 de la tarde, en el despacho del jefe de policía Luizet, el general alemán firmó el acta de rendición. Posteriormente se trasladó a la estación de Montparnasse, donde firmó la orden de alto el fuego, que se distribuyó a los 20 puntos de la ciudad donde los  alemanes aún seguían combatiendo. El coronel Rol-Tanguy firmó conjuntamente el acto de capitulación.

Poco después, Leclerc explicó la situación al general De Gaulle, que acababa de llegar hacia un instante. Mientras los miembros del Consejo Nacional de la Resistencia (CNR) y el Comité de Liberación de París (CPL) le esperaban en el ayuntamiento, De Gaulle se dirigió al ministerio de guerra, en la Rue Saint-Dominique, para asumir el control y dar a conocer el establecimiento de la autoridad del Estado. No fue hasta las 7 pm cuando tras dirigirse al ayuntamiento, pronuncio el famoso discurso de la liberación de París.

París liberada

París fue liberada con un coste de mas de mil víctimas de FFI, 582 civiles muertos y 2 000 heridos, así como 156 soldados de la 2ª Division Blindada muertos y 225 heridos. El enemigo sufrió 3.200 muertos, cifra a la que hay que añadir 12.800 prisioneros.

El 26 de agosto, el General de Gaulle visitó el Arco de Triunfo, donde depositó una ofrenda floral sobre la Tumba del Soldado Desconocido. A continuación desfiló por los Campos Elíseos con miembros del gobierno, CNR y altos líderes militares franceses. Multitudes de parisinos exaltados se reunieron a lo largo de la ruta tomada por De Gaulle hasta la catedral de Notre-Dame, animándolo y legitimándolo como líder.



De Gaulle desfilando por los Campos Elíseos tras la liberación de París

La presencia de reporteros de radio y prensa anglosajona significó una cobertura considerable del evento en todo el mundo. Escenas de euforia tuvieron lugar en Nueva York, Canadá, en las calles de Montevideo y Buenos Aires. La liberación de la "Ciudad de la Luz" simbolizó la inminente derrota de Alemania y el nazismo.

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