Proviene de La conquista del Borneo holandés. 1º Parte
Planificación
Ante esta situación y la necesidad de tomar todos los pozos petrolíferos presentes en Borneo, los estrategas japoneses planificaron las operaciones. La isla de Tarakan debía ser invadida el 10 de enero de 1942 y posteriormente comenzar el ataque a Balikpapan. Como preparación a los ataques, se realizaron vuelos de reconocimiento y misiones de bombardeo a partir del día 25 de diciembre, día de Navidad.
Liderando el ataque se hallaría el destacamento Sakaguchi, formado a partir del 56º Grupo de Infantería proveniente de la 56ª División del Ejército Imperial Japonés bajo el mando del general de división Shizuo Sakaguchi. Esta unidad se basaba en el 146º Regimiento de infantería reforzado con artillería, fuerzas acorazadas blindado y unidades de ingenieros de la propia división. Mientras los ataques sobre la parte septentrional de Borneo partieron de la bahía de Cam Ranh, en Vietnam, el destacamento Sakaguchi zarpó desde Davao en las Filipinas, lugar capturado en diciembre y base de operaciones prevista para el asalto del Borneo holandés.
General de división Shizuo Sakaguchi
También intervino en las operaciones militares del Borneo holandesa el 2ª Fuerza Especial de Desembarco Naval "Kure", un contingente de tamaño batallón de tropas terrestres pertenecientes a la Armada Imperial Japonesa bajo el mando del comandante Masanari Siga. El término "Kure" en la designación proviene dl nombre de la base origen de la unidad concretamente, la base naval de Kure. Otras unidades de fuerza especiales de desembarco naval fueron identificadas por el nombre de sus bases, así por ejemplo existieron unidades procedentes de Maizuru, Sasebo y Yokosuka.
Utilizadas de forma más habitual en las Indias Orientales Holandesas que en otros lugares del sudeste asiático, las fuerzas especiales de desembarco naval podían ser consideradas como tropas equivalentes en su función a la de los infantes de marina dl USMC (Marines). Al principio de la guerra, justo en la invasión de las Indias Orientales Holandesas constituían una fuerza de élite, pero tal y como transcurrió el tiempo, sus filas pronto fueron rellenadas por reemplazos provenientes de otras unidades mal entrenadas y mal disciplinadas.
Tácticamente, Borneo presentaba a los estrategas japoneses una situación de terreno significativamente diferente a la que se encontraron en Malasia. Ambas zonas estaban cubiertas casi en su totalidad de densa selva, esencialmente impenetrable y en gran parte deshabitada. Sin embargo, en Malasia los británicos habían construido una red de carreteras y ferrocarril. Si bien el sistema de comunicaciones estaba restringido a un estrecho pasillo, éste conectaba un extremo a otro de la península sin interrupción. En Borneo a diferencia, no existían carreteras que conectaran las principales ciudades. Todo el transporte interurbano se realizaba por vía marítima. Para cualquier ejército invasor, no había ninguna oportunidad de utilizar tanques, vehículos motorizados o incluso el transporte estelar de la campaña malaya; las bicicletas. Cada uno de los objetivos requerirá un asalto anfibio por separado.
Desaprovechando esta circunstancia, las defensas necesarias para impedir los ataques prevenientes del mar podrían considerarse como inadecuadas en el mejor de los casos. Al igual que los británicos en el norte de Borneo, los holandeses habían dejado la parte este de la isla tan sólo ligeramente defendida, dependiendo de una política de tierra quemada para negar sus recursos petrolíferos a los japoneses.
El Real Ejercito Holandés de las Indias Orientales (Koninklijk Nederlands Indisch Leger, KNIL) mantenía su 6º Batallón de infantería en Balikpapan y su 7º Batallón de infantería en Tarakan. Estas unidades fueron apoyadas cada una por dos baterías de artillería de campaña, mientras los puertos estaban defendidos por baterías de artillería costera, cada una de ellas compuesta por un par de cañones de 120 mm y cuatro cañones de 75 mm. Los comandantes holandeses en las dos localidades eran el Teniente Coronel Cornelius van den Hoogenband en Balikpapan y el Teniente Coronel Simon de Waal en Tarakan.
Tropas del Koninklijk Nederlands Indisch Leger, KNIL
Bandjarmasin, la capital administrativa holandesa de Borneo, situada cerca de la punta sur de la isla y separada casi 340 km de Balikpapan por una costa llena de pantanos era efectivamente indefendible. El Teniente Coronel Henry Halkema estaba al frente d a un contingente de unos 500 soldados sin artillería, y con la difícil tarea de proteger a una ciudad de aproximadamente 70.000 habitantes. Como Tarakan y Balikpapan, Bandjarmasin también era un centro de actividades petroleras, pero de menor importancia que las otras dos.
Proporcionando cobertura aérea, la base de la Aviación Naval de Países Bajos (Luchtvaartdienst Marine, MLD) disponía de hidrocanoas Dornier Do 24, mientras que la Aviación Militar del KNIL (Militaire Luchtvaart van het Koninklijk Nederlands-Indisch Leger, ML-KNIL) estaba equipada con aviones de procedencia norteamericana, como los bombarderos Glenn Martin, y los cazas monoplazas Curtis Hawk y Brewster Buffalo que habian demostrado su ineficacia en Malasia.
Hidroavión Dornier Do 24 de la Aviación Naval de Países Bajos
(Luchtvaartdienst Marine)
La mayoría bases del ML-KNIL estaban en Java, pero el servicio aéreo había desplegado bombarderos Martin y cazas Buffalo a Balikpapan. Sin embargo, en enero fueron retirados a Samarinda en el noroeste de Borneo o de nuevo a Java y Sumatra. Aparte de los submarinos de la Onderseeboten Divisie III y un pequeño número de buques de apoyo, la Marina de Guerra Real de Países Bajos también se había retirado de la zona oriental de Borneo.
Mientras tanto, bajo el mando del contraalmirante Shoji Nishimura se acercaba la flota de invasión japonesa compuesta por 16 buques de transporte y que transportaba al destacamento Sakaguchi del Ejército Imperial y a la 2ª Fuerza Especial de Desembarco Naval y la escolta formada por el crucero Naka, 11 destructores, tres patrulleras Clase 31 (reconvertidas de destructores clase Momi), dos porta-hidroaviones y un grupo de dragaminas y lanchas patrulleras.
La presencia de porta-hidroaviones era habitual en las flotas de invasión de Ia Armada Imperial Japonesa ya que este tipo de barcos proporcionaba un medio eficaz de observación aérea e incluso de ataque prescindiendo en cierta medida del uso de los más requeridos portaaviones y a la vez no depender del poder aéreo basado en tierra, que operaba la mayoría de la ocasiones desde bases lejanas.
Continúa en La conquista del Borneo holandés 3º Parte
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