Historial operativo del caza
soviético MiG-3
Los MiG-3 fueron entregados a
regimientos de caza soviéticos de primera línea a partir de la primavera de
1941 y desde un primer momento mostraron diferencias para los pilotos
acostumbrados al bajo rendimiento y docilidad de los biplanos Polikarpov I-152
e I-153 y del monoplano Polikarpov I-16. Incluso después de las extensas
modificaciones hechas al MiG-3 en comparación con el MiG-1 el nuevo caza
todavía era un avión de pilotaje complicado y exigente. Añadiendo más
problemas, muchos regimientos de caza no fueron diligentes en el entrenamiento
de sus pilotos con el MiG-3, pues en el aire se comportaba de manera muy diferente
a los cazas más antiguos. Además, el rápido ritmo de entregas agravó la
situación ya que muchas unidades tenían en el momento de la Operación
Barbarroja más MiGs que pilotos entrenados para su uso. El 1 de junio de 1941,
se habian entregado 1.029 MIG-3, pero sólo existían 494 pilotos con el adecuado
entrenamiento y esta circunstancia se hizo notar por ejemplo cuando con los
pilotos entrenados del 4º Regimiento de Caza pudieron reclamar tres aviones
alemanes de reconocimiento a gran altitud derribados antes de que estallara la
guerra en junio de 1941 en contraste con los aviadores no entrenados del 31º
Regimiento de Caza. Sin embargo, combates a gran altitud de este tipo iban a
resultar poco comunes en el Frente Oriental, donde la mayoría de los
enfrentamientos aire-aire se iban alibrar a altitudes muy por debajo de los
5.000 metros (16.000 pies). Esta altura,
el MiG-3 fue superado por el Bf 109 en todos los aspectos, pero también por
otros cazas soviéticos modernos como el Yakovlev Yak-1. Además, la escasez de
aviones de ataque a tierra en 1941 también llevó al MiG-3 a desempeñar ese
papel, función para la que era totalmente inadecuado.
El piloto Alexander E. Shvarev
recordó:
"El MiG era perfecto en altitudes de 4.000 m o más. Pero en altitudes
más bajas era, como dicen, 'una vaca'. Esa fue su primera debilidad. El segundo
punto debil era su armamento: el fallo del armamento marcaba a este avión. La
tercera debilidad eran sus miras, que eran inexactas: por eso nos acercábamos
todo lo que podíamos y disparábamos a quemarropa".
El 22 de junio de 1941, la
mayoría de los MiG-3 y MiG-1 estaban en los distritos militares fronterizos de
la Unión Soviética. El Distrito Militar de Leningrado tenía 164 aviones, 135
unidades estaban en el Distrito Militar del Báltico, 233 más en el Distrito
Militar Especial Occidental, 190 en el Distrito Militar de Kiev y 195 en el
Distrito Militar de Odessa para un total de 917 disponibles, de los cuales sólo
81 no estaban operativos. Otros 64 MiG fueron asignados a la aviación Naval; 38
en la Fuerza Aérea de la Flota Báltica y 26 en la Fuerza Aérea de la Flota del
Mar Negro.
Los Regimientos de Caza 4º y 55º
tenían la mayoría de los MiG-3 asignados al Distrito Militar de Odessa y sus
experiencias en el primer día de la guerra pueden ser consideradas como
referentes. El 4º Rgto., una unidad experimentada, derribó un bombardero de
reconocimiento rumano Bristol Blenheim, confirmado por la investigación de la
posguerra, y perdió un avión que se estrelló contra un obstáculo en el
despegue. El 55º con mucho menos experiencia con el MiG-3 reclamó tres aviones
derribados, aunque investigaciones recientes confirmaron que sólo un Henschel
Hs 126 alemán fue dañado en un 40%, y sufrió tres pilotos muertos y nueve
aviones perdidos. El caso más inusual fue el par de MiG-3 pertenecientes al 55º
Rgto. enviados en una misión de reconocimiento a Ploiesti que no calcularon
adecuadamente su consumo de combustible y ambos se vieron obligados a aterrizar
cuando se quedaron sin combustible.
La mayoría de los MiG-3 asignados
a los distritos militares interiores fueron transferidos a la PVO, Defensa
Aérea Soviética, donde su falta de rendimiento a bajas altitudes no era tan
importante. Los estadillos de aviones disponibles hablan de la debacle que
sufrió la aviación soviética en las primeras semanas de invasión alemana. Así,
el 10 de julio, 299 cazas fueron
asignados a la Defensa Aérea, la mayor parte concretamente al 6º Cuerpo de PVO
en Moscú, mientras que sólo 293 permanecieron en la VVS y 60 más que fueron
destinados a las Fuerzas Aéreas Navales. En total sólo 652 Mig-3 a pesar de las
entregas de varios centenares semanas antes. Con fecha 1 de octubre, en
vísperas de la ofensiva alemana hacia Moscú denominada Operación Tifón, sólo
257 Mig-3 estaban asignados a unidades VVS, 209 a la PVO y 46 a la Armada, una
suma total de sólo 512, una disminución de 140 cazas desde el 10 de julio, a
pesar de haber sido entregados más de mil aviones en el período intermedio.
Para el 5 de diciembre, el inicio de la contraofensiva soviética que hizo
retroceder a los alemanes de las puertas de Moscú, la Armada tenía 33 MiG-3, el
VVS 210 y el PVO 309. La cifra total de
552 suponía un aumento de sólo 40 aviones desde el 1 de octubre.
Durante el invierno de 1941-42
los soviéticos transfirieron todos los MiG-3 restantes a la Marina y a la PVO y
de esta forma el 1 de mayo de 1942 no quedara ninguno en la VVS. En esa fecha
la Aviación Naval contaba con 37 MiG, mientras que al PVO tenía 323 el 10 de
mayo. Dos años más tarde, el 1 de junio de 1944, la Armada había transferido
todos sus aviones a la PVO, que sólo reportó 17 unidades del caza MiG-3,
desapareciendo todos el 1 de enero de 1945. Sin duda, permanecían mas en
unidades de entrenamiento y similares, pero ningún caza fue asignado a las
unidades de combate.
MiG-3 sobre Leningrado
Incluso con las limitaciones del
MiG-3, Aleksandr Pokryshkin, el tercer as de la guerra soviético, y aliado con
53 victorias aéreas oficiales (más seis compartidas), obtuvo varias de esas
victorias mientras pilotaba un MiG-3 al comienzo de la guerra. Posteriormente
recordó:
"Sus diseñadores rara vez lograron igualar las características de vuelo
del caza con su potencia de fuego... la ventaja operativa del MiG-3 parecía
estar oscurecida por sus ciertos defectos. Sin embargo, estas ventajas podrían
ser sin duda explotadas por un piloto capaz de descubrirlas".
Interesante artículo
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