Campaña de la península de Cotentin, 2ª parte

Campaña de la península de Cotentin, 2ª parte

Proviene de Campaña de la península de Cotentin, 1ª parte

Equipo de mortero de la 9ª división de inafnteria cerca de Saint Saveur

Collins planeaba atacar mucho más al norte, hacia St. Sauveur le Vicomte. El 14 de junio, las Divisiones 9ª y 82ª de EE. UU. comenzaron el ataque, y durante las siguientes 48 horas avanzaron ocho kilómetros. El 15 de junio, Dollman informó a Rommel que la línea del Cotentin se parecía a un arco de romperse, y durante la mañana del 16 de junio el arco se rompió. La 82ª División cruzó la parte superior del Douve en St. Sauveur y la 9ª División cruzó más al norte. Los alemanes habían perdido la última línea de defensa natural entre los estadounidenses y la costa oeste. Al día siguiente, la 9ª División avanzó 9,5 Km y al final del día los estadounidenses pudieron ver la costa. A medida que la 9ª División avanzaba hacia el oeste, Collins desplegó nuevas tropas en la línea para defender su flanco norte. Por la noche del 17 y 18 de junio las tropas lucharon contra un imprevisto contraataque alemán.

Este contraataque fue el resultado de la interferencia directa de Hitler. El 16 de junio, las fuerzas alemanas en el Cotentin se habían dividido en dos grupos de batalla. El General von Schlieben, con la 709ª División y parte de la 77ª  tenía órdenes de defender la ruta directa a Cherburgo a través de Montebourg, mientras que el General Hellmich, con las 91ª y 243ª Divisiones, tenía la obligación de impedir que los estadounidenses llegaran a la costa oeste y si eso fallaba evitar que se dirigieran hacia Bretaña. El avance estadounidense amenazó con abrir una cuña entre los dos grupos de batalla. El general Dollman ordenó a von Schlieben enviar a la 77ª División en ayuda de Hellmich y que retirara al resto de sus tropas a la fortaleza de Cherburgo. Este fue el único momento que podría haber retrasado la caída de Cherburgo, pero Hitler intervino y se negó a permitir que las tropas retrocedieran hacia Cherburgo o abandonaran sus posiciones actuales. Incluso cuando Rommel señaló que esto permitiría a los estadounidenses capturar Cherburgo avanzando entre los dos grupos de batalla Hitler se negó a ceder.

A primera hora del 17 de junio cambió de opinión y dio permiso a Schlieben para llevar a cabo una retirada táctica bajo la presión del enemigo. Más tarde, ese mismo día, estuvo cerca de volver a imponer su orden de "mantenerse firme", y luego, furioso, ordenó una nueva línea de defensa a través de la península, desde St. Vasst de la Hogue en la costa este, pasando por Le Thiel, hasta Vauville. Esta línea de casi 50 Km era tres veces más larga que la línea que Schlieben intentaba por mantener e incluía grandes áreas sin valor para la defensa de Cherburgo. Peor aún, a Schlieben solo se le permitiría retirarse a esta línea después de luchar durante el mayor tiempo posible en Montebourg por lo que no tendría tiempo para organizar la defensa del puerto.

Generalleuntant Karl Wilhelm von Schlieben

Mientras Schlieben combatía por conservar Montebourg, Hellmich, reforzado por la 77ª División, intentó moverse hacia el sur hasta una posición desde la que podía bloquear el avance estadounidense hacia la costa, sin darse cuenta de que los estadounidenses ya habían avanzado hacia el oeste más allá de su posición prevista. Fue este movimiento el que produjo el contraataque fortuito, cuando los hombres de Hellmich se encontraron con el flanco norte de las fuerzas estadounidenses que avanzaban. La mayor parte de su columna fue destruida o dispersada, aunque 1.200 hombres escaparon a lo largo de la carretera de la costa.

En la mañana del 18 de junio, esa ruta se cerró cuando la 9ª División de los Estados Unidos llegó a Barneville. En el momento en que sus hombres llegaron a la costa, Collins los trasladó a una nueva línea orientada hacia el norte, con la 9ª División en la costa oeste, la 79ª en el centro y la 4ª división en el este. Una de las razones por las que Collins tuvo tanto éxito en Normandía y en el Cotentin fue que rara vez perdía tiempo, y a las 3 de la madrugada del 19 de junio, mientras los alemanes seguían enfocados en la costa oeste, su 4ª División avanzó silenciosamente hacia Montebourg. Cuando los alemanes se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, su línea se había roto, la ciudad estaba casi rodeada y los hombres de von Schlieben estaban en plena retirada. Al final del día, los estadounidenses habían llegado a Valognes, y para la tarde del 20 de junio habían llegado a la última línea de defensa de Hitler.

La campaña en el Cotentin estaba a punto de convertirse en la batalla de Cherburgo. El 21 de junio, von Schlieben ignoró una petición formal de rendición y al día siguiente comenzó el ataque estadounidense. Su avance fue lento pero constante y a pesar de la determinada resistencia alemana, las tropas norteamericanas tenían el control de la ciudad el 26 de junio, cuando capturaron a von Schlieben. El arsenal se rindió al día siguiente y las últimas fortalezas navales el 29 de junio. La última resistencia en el Cotentin, en Cap de la Hague, en el extremo noroeste de la península, terminó a última hora del 30 de junio finalizando así la campaña en el Cotentin.

Prisioneros alemanes tras la caida de Cherburgo

El puerto de Cherburgo, el objetivo principal de toda la ofensiva, había sido devastado por los alemanes para impedir su uso. Barcos hundidos y cientos de minas de contacto bloqueaban el puerto mientras las instalaciones habían sido dañadas o destruidas. No fue posible el mínimo tráfico durante tres semanas y llevaría meses reabrir el puerto. A pesar de esta decepción, la captura de Cherburgo tuvo dos resultados importantes. Los aliados se dieron cuenta de que los puertos que ocupaban los alemanes en Bretaña probablemente serían igualmente dañados y la mayoría de sus guarniciones quedaron simplemente en punto muerto, sin rendirse hasta el final de la guerra. En contraste, los alemanes se dieron cuenta de que incluso sus fortalezas más potentes podían ser capturadas relativamente rápido por los aliados, lo que significa que no podían usarse para limitar el desarrollo del avance aliado en el continente fijando unidades en su cerco.