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lunes, 16 de junio de 2014

Petre Dumitrescu.

Petre Dumitrescu.



Petre Dumitrescu, general del Ejército de Tierra de Rumanía durante la Segunda Guerra Mundial  nació el 18 de febrero de 1882 en Dobridor, Dolj. En 1901 el joven Dumitrescu inició los cursos en la Escuela de Oficiales de Artillería e Ingenieros graduándose en 1903 con el grado de alférez. En 1906 fue promovido a teniente y en 1911 a capitán. Fue admitido en la Academia Militar, terminando sus estudios en 1913. Durante La Primera Guerra Mundial ostentó el grado de comandante (desde 1916).

Tras la finalización de la Gran Guerra, Dumitrescu fue subiendo paso a paso en el escalafón de la jerarquía militar: teniente coronel en 1920, en 1930 general de brigada y en 1937 general de división. Tras ocupar destinos diplomáticos como agregado militar en el período de entreguerras en varias capitales europeas, como París y Bruselas, le fue asignado el mando del 1º Ejército en 1940.

El 25 de marzo de 1941, Petre Dumitrescu ya como teniente general asumió el control del 3 º Ejército, unidad que prácticamente durante toda la guerra antisoviética estuvo bajo sus órdenes. Durante la campaña de 1941, su ejército recuperó la región norte de Bukovina y luego cruzó el río Dniester cuando aún seguían los combates en Besarabia. El 3º Ejército rumano quedo bajo el control del 11º Ejercito alemán, asegurando su flanco izquierdo durante el avance hacia el río Bug y luego hacia el Dniéper. En septiembre consiguió detener y derrotar los intentos soviéticos por controlar la orilla oriental del río y atacar la retaguardia del 11ª Ejército.  Posteriormente reanudó su avance llegando hasta Nogaiysk Steppe, al norte de Crimea y fue en esa zona donde las tropas de Dumitrescu participaron en la batalla del mar de Azov, que acabó con la destrucción de los ejércitos soviéticos nº 9 y nº18. Hasta el 10 de octubre de 1941, el 3º Ejército rumano había avanzado 1700 km, combatiendo en cuatro grandes batallas y 42 combates menores consiguiendo causar un número estimado de bajas enemigas que ronda más de 20.000 muertos y 40.000 heridos con 15.565 prisioneros de guerra, sin contar aquellos prisioneros que tomaron los alemanes, así como 149 tanques, 128 piezas de artillería, 277 ametralladoras y 367 ametralladoras ligeras. Las pérdidas rumanas ascendieron hasta los 10.541 hombres, de ellos 2.555 muertos, 6.201 heridos y 1.785 desaparecidos. Fue la segunda autoridad militar rumana en ser condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, en primer lugar fue el mariscal Antonescu. Dumitrescu también fue condecorado  el 17 de octubre de 1941 con la Orden de Mihai Viteazul de 3ª clase.

El 18 de julio de 1942 Dumitrescu recibió el rango de general, convirtiéndose así en el más importante comandante rumano tras el mariscal Antonescu. Tomó parte en la ofensiva de verano de 1942, asegurando el flanco derecho del avance del 17º Ejército alemán. Avanzó a lo largo de la orilla del mar y el 15 de septiembre, el 3º Ejército rumano había capturado la península de Taman, enlazándose de esta forma con las fuerzas del eje situadas en Crimea y Novorosiysk. Tras esta campaña, el mando del ejército y una parte de las unidades fueron trasladadas al sector norte de Stalingrado, cerca de la curva del Don. Las unidades rumanas que ya se hallaban en la zona fueron subordinadas al general Dumitrescu. En total 152.492 rumanos y 11.211 alemanes se hallaron  bajo el mando del general Petre Dumitrescu, pero la línea que debía defender era demasiado extensa para las posibilidades del 3º Ejército. Sus informes sobre la acumulación de fuerzas soviéticas frente a sus tropas y sus reiteradas sugerencias para la eliminación de cabezas de puente soviéticas en Kletskii fueron ignoradas por el Alto Mando alemán. El 19 de noviembre de 1942, el frente suroeste soviético lanzó la ofensiva de invierno  a través de las líneas rumanas, y a pesar de una dura resistencia en algunos puntos y los contraataques de las tropas de reserva, dicha ofensiva no pudo ser frenada . Sin embargo, el general Dumitrescu logró formar una línea defensiva sobre el río Chir con las fuerzas restantes e incluso tomar parte en la operación Wintergewitter, que finalmente fracasó.

En diciembre de 1943, el 3º Ejército se hallaba situado en el extremo sur del Frente Oriental, en el Dniéper. Fue entonces cuando se produjo la retirada estrategia hacia el oeste pasando las tropas rumanas a asegurar la linea del rio Dniester en la primavera de 1944. Dumitrescu recibió la 2º Clase en la Orden de Mihai Viteazul y las Hojas de Roble en su Cruz de Caballero. Dumitrescu fue, a excepción del mariscal Antonescu, el único general rumano que bajo sus órdenes sirvió todo un ejército alemán, concretamente el reconstituido 6º Ejercito, unidad encuadrada dentro del Grupo de Ejércitos Dumitrescu. Además fue uno de los únicos tres generales rumanos en ostentar las Hojas de Roble en su Ritterkreutz.


Tropas rumanas de infantería.

El 3º Frente Ucraniano comenzó la ofensiva el 20 de agosto y las tropas de Dumitrescu no tuvieron otra opción que retroceder. Tras el armisticio, Dumitrescu intentó llevar sus tropas lo más lejos de los soviéticos y así evitar cualquier posible enfrentamiento. Sin embargo, dicho movimiento no tuvo el éxito esperado y parte del 3º Ejército  fue rodeado. Alrededor de 130.000 soldados rumanos fueron tomados prisioneros, en esta cifra está incluida una parte importante del 4º Ejercito. Al cabo de pocos días una proporción importante de estas tropas estaba de nuevo luchando pero esta vez al lado de los soviéticos y contra sus antiguos aliados del Eje, los alemanes. Los restos del ejercito llegaron al área de Bucarest y Ploesti tras días de marchas y combates durante los cuales se capturaron 4.500 soldados alemanes.

El General Petre Dumitrescu se retiró del servicio activo tres semanas después de los acontecimientos del 23 de agosto de 1944. El 15 de mayo de 1946, Dumitrescu fue acusado de crímenes de guerra y llevado ante un tribunal donde fue exculpado de todo cago por falta de pruebas solidas. El 15 de enero de 1950, Dumitrescu falleció en su casa de Bucarest.


jueves, 17 de octubre de 2013

Aviones torpederos en Rumania

Aviones torpederos en Rumanía.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Rumania disponía de un puñado de aviones torpederos. La circunstancia no era llamativa ni dejaba de serlo. Si bien es cierto que Rumania tiene 220 km. De costa, esta da a un mar interior con un solo vecino que podría considerarse como potencial enemigo, la URSS, quien a su vez tampoco posee en dicho mar una flota ni mucho menos imponente. Esta situación de escasez de aviones torpederos se mantendría casi inalterada durante el transcurso de la contienda.


Hidroavion Savoia_Marchetti S.55

En los años 30 se compraron al gobierno italiano siete hidroaviones Savoia-Marchetti S.55 variando las fechas de entrega según los historiadores; así Axworthy señala que seis hidroaviones fueron entregados a principios de 1931 y el restante en el verano del 36 mientras Bernard y Roba informan que la adquisición de los aviones fue en 1933. Sea como sea, a principios de 1939 son siete los torpederos presentes y activos en las fuerzas a eras de Rumania, concretamente formando la “Escadrila S.55” que posteriormente fue denominada “Escadrila 102 Hidro-informatie si Bomdardament”, más o menos 102º Escuadrilla de Hidro Reconocimiento y Bombardeo que en el verano de 1941 participo en el ataque a Rusia bajo el mando de Capitan Aviatore Constantin Afenduli.

No está documentado con certeza que los hidroaviones S.55 realizasen alguna misión de ataque con torpedos durante la guerra pero cabe reseñar que ya en 1941 se habían quedado tan obsoletos que su capacidad operativa se había restringido notablemente, debido también a su escasa fiabilidad mecánica que limitaba su autonomía a tan solo patrullas de no más de veinte millas alejadas de la costa. De hecho los pocos casos de misiones de combate certificadas se dieron en ataque s con cargas de profundidad de 50 kilos contra submarinos. Sin embargo cuando más adelante buques de guerra soviéticos bombardearon Constanza, que se hallaba dentro del área operativa de los Savoia-Marchetti S.55 no existe ninguna evidencia de cualquier ataque con torpedos por parte de los aviones rumanos.

En agosto de 1941, varios de estos hidroaviones fueron retirados debido sobre todo  a sus irremediables reparaciones por lo que en marzo de 1942 solo tres aviones quedaban en servicio, bajando esta cifra a cero en enero de 1943. Algunas fuentes sugieren que una unidad pudo seguir operativa en 1944 pero si así fuese su uso habría sido limitado a tareas de entrenamiento o similares y sin entrar en ninguna lista oficial de unidades en servicio regular, por lo menos después del final de año 1942.

Respondiendo a las peticiones rumanas de un bombardero-torpedero, las autoridades alemanas entregaron doce bombarderos Heinkel He 111H-6 al comienzo del año 1942 entrando en servicio como “Escadrila 78 Bombardament Maritim”. Una vez más, no hay constancia fehaciente si este escuadrón utilizó torpedos en alguna misión, aunque si se dieron ocasiones donde fueron equipados con tales artefactos aunque a medida que avanzaba la guerra, el número potencial de posibles objetivos disminuía ya que los buques de guerra paulatinamente iban abandonando la parte occidental del Mar Negro desde finales del año 1943. Al mismo tiempo las peticiones de apoyo bombardeo en el frente del sur de Ucrania llevaron a desplegar la “Escadrila 78 Bombardament Maritim” en el interior del país. La unidad vio mucha acción en Besarabia y Moldavia en la primavera y verano de 1944 para luego volar contra sus antiguos aliados alemanes y húngaros una vez Rumania cambió de bando. Lógicamente es fácil afirmar que durante este periodo ningún torpedo fue lanzado por ningún avión de la única unidad rumana de aviación torpedera.


Heinkel He 111H-6 armado con dos torpedos.

Los esfuerzos  por parte de Rumanía por adquirir más torpederos fueron infructuosos, _ los alemanes declinaron las peticiones del hidroavión Heinkel He 115 en 1943 así como también ignoraron el interés mostrado hacia un puñado de Fieseler Fi 167A-O, un bombardero-torpedero biplano originalmente diseñado para ser utilizado a bordo del inacabado portaaviones Graf Zeppelín. Por otra parte, Alemania ofreció a Rumanía un lote de 4 docenas de Latecoere 298, torpedero francés incautado tras la ocupación a finales de 1942 del gobierno de Vichy. A pesar de ya estar anticuado, aun eran aparatos operativos como torpederos y quizás hubieran demostrado su utilidad si hubiesen sido entregados, pero por la razón que fuese dicha circunstancia no se produjo.


La presencia o no de los aviones torpederos anteriormente citados y sus acciones bélicas como tal es un claro ejemplo de la relación que existió entre Alemania y sus aliados. Cierto es que Rumania contribuyó de manera notoria al esfuerzo de guerra, sobretodo en cuanto a infantería y por supuesto el suministro del vital petróleo y sus derivados, sin embargo circunstancias concretas como disponer de aviones torpederos que si llegasen a utilizar seria contra una armada casi inexistente podría considerarse como una distracción del verdadero foco de atención.