lunes, 19 de octubre de 2020

Masacre de Gardelegen

 

Masacre de Gardelegen

Tropas norteamericanas encuentran los cadáveres dentro del granero de Gardelegen

En 1945, cuando las tropas aliadas penetraron en la Alemania nazi, las tropas SS comenzaron a evacuar a los prisioneros de los campos de concentración hacia áreas de retaguardia en el interior del Reich mediante las denominadas marchas de la muerte. Era parte de un esfuerzo desesperado en mantener el esfuerzo bélico y evitar que los reclusos cayeran en manos enemigas, donde podrían testificar contra sus perseguidores.

Después de que el Ejército de los Estados Unidos cruzara el río Rin y se adentrara en Alemania, la administración del campamento de las SS en Dora-Mittelbau ordenó la evacuación de los prisioneros del campo principal y varios de sus subcampos satélite los días 3 y 4 de abril. El objetivo era trasladar a los reclusos en tren o a pie a los campos de concentración de Bergen-Belsen, Sachsenhausen o Neuengamme. En cuestión de días, 4.000 internos de Dora-Mittelbau, sus campamentos satélites y el subcampo Neuengamme llegaron a la zona de Gardelegen, a 145 km al oeste de Berlín. Allí tuvieron que bajar de los vagones de carga porque los trenes no podían avanzar más debido a los daños en las líneas ferroviarias producidos por diversos ataques aéreos.

Ampliamente superados en número por los prisioneros, los guardias de las SS comenzaron a reclutar fuerzas auxiliares del departamento local de bomberos, la fuerza aérea, el Volkssturm, las Juventudes Hitlerianas y otras organizaciones con el fin de vigilar a los reclusos. El 13 de abril, menos de un mes del final de la Segunda Guerra Mundial, más de mil prisioneros, muchos de ellos enfermos y demasiado débiles para marchar más lejos, fueron trasladados de la ciudad de Gardelegen a un gran granero situado en la finca Isenschnibbe y obligados a entrar dentro del edificio. Los guardias cerraron las puertas y prendieron fuego a la paja previamente empapada de gasolina.


A medida que el calor y las llamas se expandían dentro del edificio, los prisioneros trataron de escapar de la conflagración cavando bajo las paredes del granero. Los que lo consiguieron fueron asesinados por los guardias. Al día siguiente, las SS y los auxiliares locales regresaron para deshacerse de las pruebas de su crimen. Planearon incinerar lo que quedaba de los cuerpos y el granero, y matar a cualquier sobreviviente del incendio. Sin embargo, el rápido avance de la 102ª División de Infantería impidió que las SS y sus cómplices llevaran a cabo completamente este plan.

Cuerpos de prisioneros que intentaron escapar por debajo de las paredes del granero

El 14 de abril, la compañía F del 2/405º Rgt. de la 102ª División entró en Gardelegen y, al día siguiente, descubrió la atrocidad. Encontraron los cadáveres de 1.016 prisioneros en el granero todavía en llamas y en cercanas zanjas, donde las SS arrojaron los restos carbonizados. También entrevistó a varios de los prisioneros que habían logrado escapar del fuego y los disparos. En pocos días, los fotógrafos del Cuerpo de Transmisiones del Ejército de los Estados Unidos llegaron para documentar el crimen nazi y el 19 de abril de 1945, la historia de la masacre de Gardelegen comenzó a divulgarse en la prensa occidental. Ese día, tanto el New York Times como The Washington Post publicaron informes sobre la masacre, citando a un soldado estadounidense que declaró:

Nunca antes estaba tan seguro de por qué estaba luchando. Antes de esto habría dicho que esas historias eran propaganda, pero ahora sé no lo eran. Ahí están los cuerpos y todas esas personas están muertas.

El 21 de abril de 1945, el comandante de la 102ª ordenó a los habitantes de la ciudad de Gardelegen, entre 200 y 300, dar a los prisioneros asesinados un entierro apropiado. En los días siguientes, los civiles alemanes recuperaron 430 cuerpos del granero y exhumaron 586 cuerpos de las zanjas adyacentes y les dieron sepultura a cada uno en una tumba individual. El 25 de abril, La 102ª División realizó una ceremonia para honrar a los muertos y erigió una placa conmemorativa a las víctimas, que afirmaba que los habitantes de Gardelegen tienen la responsabilidad de que las "tumbas se mantengan para siempre impecables como el recuerdo de estos desafortunados se mantendrá en el corazón de los hombres amantes de la libertad en todas partes". También el 25 de abril, el coronel George Lynch se dirigió a civiles alemanes en Gardelegen con la siguiente declaración:

Se le ha contado al pueblo alemán que las historias de atrocidades por parte e de los alemanes eran propaganda aliada. Aquí, pueden verlo por sí mismo. Algunos dirán que los nazis fueron responsables de este crimen. Otros señalarán a la Gestapo. La responsabilidad no recae en ninguno de los dos, es responsabilidad del pueblo alemán... Su supuesta Raza Superior ha demostrado que es la dueña sólo de crimen, crueldad y sadismo. Han perdido el respeto del mundo civilizado.

El descubrimiento de la masacre parece que fue tan solo por casualidad. El consenso es que el teniente estadounidense Emerson Hunt, un oficial de enlace entre el cuartel general de Ozark y el 701º Batallón de Tanques fue capturado por las fuerzas alemanas el 14 de abril de 1945. El teniente Hunt engañó a las fuerzas alemanas que defendían la ciudad de Gardelegen haciéndoles creer que los tanques estadounidenses se acercaban a la ciudad, lo que llevó al comandante alemán a rendirse a las fuerzas estadounidenses. Los americanos llegaron al lugar antes de que los alemanes tuvieran tiempo de enterrar todos los cuerpos. El teniente coronel Edward E. Cruise, Oficial Investigador del Departamento de Crímenes de Guerra del 9º Ejército, llevó a cabo la investigación.

Gardelegen es ahora un monumento nacional.


Cementerio Militar de Gardelegen

Aquí se encuentran 1016 prisioneros de guerra aliados que fueron asesinados por sus captores. Fueron enterrados por ciudadanos de Gardelegen, a quienes se les acusa de la responsabilidad de que las tumbas se mantengan siempre impecables, así como el recuerdo de estos desafortunados se mantendrá en los corazones de los hombres amantes de la libertad en todo lugar.

Establecido bajo la supervisión de la 102ª División de Infantería. El vandalismo del Ejército de los Estados Unidos será castigado con las penas máximas bajo las leyes del gobierno militar.  Frank A. Keating, Mayor General, Mando U.S.A.

En una ceremonia realizada el 15 de septiembre de 2020, 75 años después de la masacre de Gardelegen, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier dijo que tras un resurgimiento del "pensamiento autoritario y nacionalista" subrayó la importancia de un nuevo recordatorio a las víctimas. "La masacre que se produjo aquí en Gardelegen fue una de las últimas", dijo Steinmeier en presencia de dos sobrevivientes. "Es esencial que lo recordemos. Que salvaguardemos la memoria de crímenes de los que muchos alemanes, aún hoy, no saben nada", dijo Steinmeier, señalando que los nazis "mataron hasta el último minuto" de la guerra. Steinmeier también lamentó que pocas personas se enfrentaron a juicio por los crímenes cometidos en la fase final de la guerra, diciendo que era "vergonzoso" que Gerhard Thiele, un líder local del partido nazi acusado de dar la orden de incendiar el granero, escapara a la acción de la justicia.


Fuente y fotografias

https://www.jewishvirtuallibrary.org/massacre-at-gardelegen-april-1945

https://en.wikipedia.org/wiki/Gardelegen_massacre

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