martes, 28 de mayo de 2019

La conquista del Borneo holandés. 5º Parte

Proviene de La conquista del Borneo holandés 4ª Parte

Conquista final

Tras la retirada de los destructores norteamericanos se produjo el silencio sobre Balikpapan. Los únicos sonidos que denotaban actividad bélica eran los procedentes de los incendios de los depósitos de petróleo situados cerca de los muelles así como los disparos que se produjeron cerca de la antigua fortaleza de Klandasan, cuando fueron fusilados alrededor de 80 prisioneros holandeses. Sakaguchi había alcanzado los objetivos de su misión en Borneo. Realmente había aplastado la mínima fuerza militar holandesa que permanecía en la zona con la intención de detener la conquista japonesa de Balikpapan por lo que a fecha  26 de enero tan solo quedaba Bandjarmasin, situada en el extremo sur de Borneo, como único centro  importante de población de Borneo que todavía no estaba bajo japonés control y más aún siendo la capital administrativa de la isla.



Ocupación final de Balikpapan

El área alrededor Bandjarmasin era estratégicamente importante para los japoneses debido a la presencia de los campos de aviación de Martapura y Kotawaringin, que debían de servir como significativas bases de operaciones aéreas. Desde allí grupos de bombarderos y aviones de reconocimiento  patrullarían y controlarían grandes extensiones de mar, circunstancia necesaria para las futuras   operaciones se llevaron a cabo contra el resto de las Indias Orientales Holandesas. Para este siguiente paso, la táctica japonesa cambió significativamente. En gran parte porque las capacidades navales niponas estaban desviándose hacia las operaciones  en  Java y Sumatra, y porque el destacamento Sakaguchi había perdido la mayor parte de sus naves de transporte por la esplendida actuación de los destructores de la US Navy, por consiguiente no podría realizarse una operación anfibia como las precedentes. Se tendría que recurrir a un movimiento de pinza que dependía principalmente de una aproximación terrestre a través de la punta sur de Borneo.

En lugar de involucrar a la mayor parte de su fuerza, como lo había hecho después de Tarakan, Sakaguchi estableció su forma permanente el cuartel general del 56º Grupo de infantería en Balikpapan y envió un batallón para capturar Bandjarmasin. El 27 de enero, una reforzada compañía de infantería bajo el capitán Yoshibumi Okamoto abandonó Balikpapan a bordo de pequeñas embarcaciones, con la intención de seguir la costa hasta Bandjarmasin.

Cuatro días más adelante, el 3º Batallón del 146º Regimiento bajo el mando del coronel Kyohei Yamamoto, desembarcó en la bahía de Adang, unas 160 km. de Balikpapan. Marcharon hacia el oeste con provisiones para nueve días en bicicletas que resultaron inútiles en los quebrados senderos de la selva por lo que fueron descartadas. El terreno montañoso demostró ser que un obstáculo mucho mayor que las escasas tropas del KNIL con las que s encontraron y de esta manera muchos de los soldados japoneses cayeron enfermos de malaria u otras enfermedades tropicales. Sin embargo, estas vicisitudes no quitan en absoluto ver la aproximación como un triunfo y así los hizo saber el propio Yamamoto elogiando a sus soldados.

Al final de la primera semana de febrero, el contingente de Okamoto desembarcó al sur de Bandjarmasin, y al unirse  a la otra pinza formada por las tropas de Yamamoto las dos puntas cerraron la ciudad. Antes ya habían ocupado dos grandes centros petrolíferos menores que Balikpapan peor mejores que l de Tarakan. El 10 de febrero, fue capturado el campo de aviación en Martapura, y los japoneses marcharon sin oposición hacia Bandjarmasin. La mayoría de la población europea que vivía allí había sido evacuada a Java a principios de mes. Mientras el Coronel Halkema había abandonado la ciudad con sus últimos 75 hombres retirándose hacia el interior de Borneo, donde se le ordenó llevar a cabo la imposible tarea de defender el campo de aviación de Kotawaringin.

Al mismo tiempo, un número de civiles y personal del KNIL separado de sus unidades lograron escapar del sur de Borneo en pequeñas embarcaciones. Algunos de ellos llegaron a Java, donde los residentes seguían negando la posibilidad, en lugar de temerla, de una posible invasión japonesa de la isla más poblada de la colonia.

El Ejército Imperial Japonés, que había derrotado claramente a una superior fuerza británica en Malasia, había asegurado la parte holandesa de Borneo en un corto periodo de tan solo 30 días y sin ninguna batalla significativa terrestre. Con esta última victoria,  de este último – instintivamente no reflejada en los medios de comunicación mundiales de 1942 y pasada por alto en gran parte de los libros de historia – Japón había asegurado el petróleo que alimentaría su máquina de guerra triunfante indefinidamente. Tan solo en el haber de las fuerzas aliadas cabe destacar el éxito logrado durante la batalla naval de Balikpapan



Comandante P H Talbot recibiendo la Cruz Naval de manos del Secretario de Marina Frank Knox

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