martes, 18 de junio de 2019

Historial operativo del Fairey Swordfish.


Historial operativo del Fairey Swordfish.



Swordfish Mk I del Escuadrón Nº 785 procedente de la Real Estación Naval Aérea Crail en Escocia

En septiembre de 1939 el Fairey Swordfish equipaba trece escuadrones del Fleet Air Arm, once de ellos sirviendo en los cinco portaaviones de flota de la Royal Navy; HMS Ark Royal, HMS Courageous, HMS Eagle, HMS Furious y HMS Glorious. Durante los primeros seis meses de la guerra, no había objetivos adecuadas para el Swordfish, pero esta eventualidad cambió en abril de 1940 cuando los alemanes invadieron Noruega. La primera acción importante donde intervino el Fairey Swordfish fue el 11 de abril de 1940, cuando aviones del HMS Furious llevaron a cabo un ataque sin fortuna contra destructores alemanes en Trondheim. Faltaba realmente poco tiempo para conseguir el primer éxito, concretamente el 13 de abril un Swordfish catapultado desde el acorazado HMS Warspite hundió el U-64, el primero de submarinos enemigos hundidos por el Fleet Air Arm.




La campaña de Noruega ocasiono a la Kriegsmarine daños importantes, pero no fue sin costo alguno para los británicos. El HMS Glorious fue hundido el 8 de junio por los cruceros de batalla alemanes Gneisenau y Scharnhorst. Aviones Swordfish basados en tierra efectuaron un ataque contra el Scharnhorst, pero no lograron ningún impacto sobre el barco alemán, y dos de los seis Swordfish enviados fueron abatidos. Los Swordfish casi dos años más tarde intentarían de nuevo hundir estas dos naves alemanas, en otro intento más famoso, pero más costoso. Concretamente, el 12 de febrero de 1942, los cruceros acorazados Gneisenau y Scharnhorst salieron del puerto francés de Le Havre con intención de llegar a Alemania cruzando todo el Canal de La Mancha y en cierta manera "burlar" la vigilancia británica. La respuesta británica fue obstaculizada por el mal tiempo, pero seis Swordfish del Escuadrón Nº 825, en esos momentos desplegado en la base de la RAF en Manston, despegaron y atacaron a la flota alemana. Bajo el mando del comandante Eugene Esmonde, los Swordfish alcanzaron sus objetivos, pero al estar las naves alemanas protegidas por cazas basados en tierra todos los Swordfish fueron derribados, sin estos a su vez ser capaces de infligir daños a las naves alemanas.

Entre estos dos ataques al Gneisenau y al Scharnhorst, los biplanos Swordfish jugaron un papel importante en el hundimiento del acorazado alemana Bismarck. En 1941 era la nave más potente y peligrosa de la Kriegsmarine, y por lo tanto una gran amenaza cuando intentara salir al Atlántico y atacar el vital trafico naval aliado como así fue en mayo de 1941. Cada buque de Royal Navy disponible se derivó para la caza del Bismarck. Entre ellos se hallaban los portaaviones HMS Ark Royal y HMS Victorious. Este último, lanzo un ataque con Swordfish la noche del 24 al de de mayo, bajo el mando del mismo Eugene Esmonde. En este ataque se logró un impacto de torpedo, pero fue un segundo ataque, lanzado desde el HMS Ark Royal, que infligió daños críticos en el Bismarck, destruyendo sus timones dejando el navío sin gobierno. Al quedar tan dañado, la imponente nave alemana estaba condenada. El 27 de mayo recibió el tiro de gracia por parte de torpedos lanzados desde destructores de la Royal Navy, sin embargo, el concurso de los Swordfish fue fundamental.



 Swordfish atacando al acorazado Bismark

La hazaña más gloriosa de los Swordfish ocurrió en el Mediterráneo. La entrada de Italia en la guerra planteó una grave amenaza para la posición británica. La marina italiana presumía y con razón de un gran número de modernos acorazados y, con los franceses fuera de la guerra, sólo los británicos podían enfrentarse a ella pero, El Almirantazgo se hallaba en un momento crítico ya que la mayoría de la flota era necesaria en las aguas metropolitanas como escudo de protección ante una posible salida al Atlántico de las principales naves capitales alemanas.

El Almirante Sir Andrew Cunningham decidió que la mejor solución a sus problemas sería lanzar un ataque sobre la flota italiana en Tarento mediante el uso de torpedos principalmente. Originalmente programado para el 21 de octubre de 1940, el ataque finalmente se llevó a cabo el 11 de noviembre de 1940. Una fuerza de 21 Swordfish del HMS Eagle y del HMS Illustrious atacaron en dos oleadas. De esos aviones, once fueron equipados con torpedos, seis bombas y cuatro bengalas para iluminar los objetivos. Seis torpedos impactaron en los  acorazados italianos, hundiendo uno, el Conte di Cavour, haciendo encallar el Caio Duilio y dañando gravemente el Littorio. El equilibrio naval en el Mediterráneo pivotó de forma clara  hacia Gran Bretaña.



Tarento, 11 de noviembre de 1940

Esta acción no pasó desapercibida para los observadores japoneses, que revisaron sus planes de guerra a la luz del éxito británico en Tarento, y así llevar en efecto tácticas similares en el ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. La importancia del ataque a Tarento se evidenció en la creencia generalizada de que los bombarderos torpederos eran incapaces de atacar buques fondeados en las aguas poco profundas de un puerto, pero esta afirmación quedó en entredicho tras el gran éxito del ataque con los Swordfish. El biplano ingles continuó sus acciones en el Mediterráneo durante 1941, participando en la batalla de Matapán, 28 de marzo de 1941 y en posteriores acciones con menor notoriedad pero no por ello menos importantes contra el tráfico mercante italiano.

El papel del Swordfish pronto comenzó a verse alterado. Cada vez era más vulnerable sobre todo cuando realizaba la lenta aproximación al objetivo momentos antes de lanzar el torpedo además el número de posibles y "apetitosos" objetivos fue menguando. Con la aparición del Swordfish Mk III equipado con cohetes, el avión obtuvo un nuevo papel en la lucha antisubmarina. Operando desde una nueva generación de portaaviones de escolta, el primer éxito en este nuevo rol del Swordfish llegó el 13 de mayo de 1943, cuando un avión lanzado desde el HMS Archer hundió el submarino alemana U-752. El Swordfish demostró ser un avión muy eficaz en la guerra antisubmarina, como por ejemplo en mayo de 1944 cuando en 48 horas se lograron hundir tres submarinos enemigos con Swordfish lanzados desde el HMS Fencer o los cuatro submarinos destruidos por aviones del HMS Vindex en Septiembre de 1944 en un único trayecto de escolta.



El hundimiento del U-752, 23 de mayo de 1943. Un submarino alemán siendo atacado por cohetes lanzados desde un Fairey Swordfish en un mar agitado.

En su apogeo el Fairey Swordfish equipó un pico máximo de 26 escuadrones, y en 1945 todavía estaba siendo utilizado por nueve escuadrones de primera línea. Sobrevivió al Fairey Albacore, diseñado para reemplazarlo. Fue utilizado para la colocación de minas, como  bombardero-torpedero, bombardero normal, avión de guerra antisubmarina y avión de reconocimiento en buques de la Royal Navy y en la Armada canadiense.

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