martes, 1 de mayo de 2018

Almirante François Darlan

Almirante Jean-Francois Darlan.



El almirante Jean-Francois Darlan fue una figura pública que alcanzó gran notoriedad durante la Segunda Guerra Mundial tanto en la Marine de Guerre como en la política francesa. Darlan ha sido calificado por muchos historiadores como colaboracionista al ser considerado como pronazi, si bien, al final de su vida se vieron intentos de maquillar, tanto por el mismo como por los Aliados, su comportamiento y así poder acercarse a los Aliados.

Darlan nació el 7 de agosto de 1881, en Nerac, dentro una familia vinculada a la Marina pero también muy introducida en ambientes políticos; su padre fue diputado por Lot-et-Garonne y Ministro de Justicia los años 1896 y 1897. En 1902, se graduó en la Academia Naval y durante la Primera Guerra Mundial estuvo al mando de una batería de cañones navales. Una vez terminó la guerra, Darlan permaneció en la marina francesa alcanzando en 1929 el rango de contraalmirante. Poco después de esta promoción, y gracias a sus inicios en política cuatro años antes como oficial de enlace con el Ministerio de Marina, a Darlan le fue encomendada la tarea de reconstrucción de la marina francesa. Darlan, cuya tendencia política viraba hacia sectores izquierdistas, circunstancia bastante rara en la marina de guerra, vio como su carrera progresaba apropiadamente. En 1934 regresó al servicio activo como jefe de la flota del Atlántico y dos años más tarde, alcanzaba el puesto de Almirante Jefe de Estado Mayor de la Marina y en 1937, nombrado Almirante de la Flota, según parece un titulo instaurado por él mismo, y que representaba ser comandante de todas las fuerzas navales francesas.

Darlan como máximo responsable de la Marine de Guerre  emprendió un programa ambicioso de modernización y potenciación de la armada, de esta manera la flota gala al inicio de la Segunda Guerra Mundial, salvo cinco antiguos acorazados y la casi testimonial presencia de portaaviones, disponía de barcos con menos de trece años de antigüedad, sobresaliendo los acorazados de la clase Richelieu y sobre todo los destructores, buques más grandes y mejor armados que similares unidades extranjeras. A pesar de su espíritu antibritánico, Darlan aceptó la cooperación con la Royal Navy en el  intercambio de avances tecnológicos.



Si bien Darlan y el mando supremo naval  querían evitar la  guerra, todos tenían de forma clara quien era el enemigo y con quien debía Francia aliarse. En un principio la alianza franco-británica era esencial. Respecto al Marina, Darlan era plenamente consciente que el principal adversario por potencial y más que nada por situación geográfica, era Italia que había modernizado su flota de forma similar a Francia, pero, tras el éxito del ataque alemán en Europa occidental en la primavera de 1940, el almirante francés vio muestras de que Alemania Nazi ganaría la Segunda Guerra Mundial. Ante esa percepción Darlan creyó que sería mejor para Francia llegar a un acuerdo con Hitler antes que cualquier compromiso con Churchill.

Darlan apoyó en junio de 1940, el nombramiento de Pétain como jefe del gobierno de Vichy. A cambio, Darlan fue nombrado Ministro de la Marina. Durante las negociaciones de rendición con Alemania, la flota francesa se había reunido en las bases navales que Francia poseía en los dominio coloniales de África,  para evitar que los alemanes capturaran la flota anclada en los puertos europeos y así preservar la flota, eso sí, enviando ordenes a los comandantes de los navíos de mantenerse leales a Pétain y al gobierno de Vichy.


Batalla de Mers el-Kebir

Sin embargo, las autoridades britanicas vieron la situación de forma distinta y pusieron en marcha la "operación Catapult" obligando a escoger a los comandantes franceses a poner sus barcos a disposición de los ingleses o ser atacados, circunstancia que ocurrió en Mers el-Kebir donde murieron 1000 marineros franceses. Este hecho produjo un efecto negativo  especialmente importante entre la oficialidad naval francesa,​ que respaldó en masa a los elementos más extremistas del Gobierno de Vichy y adoptó una actitud intensamente anglófoba. Irónicamente, Darlan había enviado instrucciones al Almirante Gensoul, comandante de la flota francesa en Toulon, que después de navegar a la base de Mers el-Kebir, todos los buques de guerra debían ser barrenados si los alemanes intentaran capturarlos. Las pruebas parecen sugerir que Darlan no tenía intención de permitir a los buques de guerra franceses pasar al control alemán.

En febrero de 1941, Darlan sustituye a Pierre Laval como vicepresidente del gobierno de Vichy siendo así mismo designado oficialmente sucesor de Pétain. Darlan también se convirtió en Ministro de Relaciones Exteriores, Defensa y del Interior, convirtiéndose de esta manera en la personalidad más influyente del gobierno colaboracionista. En enero de 1942, fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas armadas francesas y Alto Comisionado en África del Norte. No obstante, el 17 de abril de 1942, Darlan, bajo presión de Hitler, tuvo que abandonar todos sus puestos del gabinete, pero siguió manteniendo su lugar como sustituto de Pétain.


Junto con el mariscal Petain

En noviembre de  1942, justo cuando Darlan se hallaba en Argel visitando a su hijo enfermo se produce la invasión aliada del norte de África por medio de la Operación Torch. Si bien Darlan era el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Francesas, el general Juin, comandante francés del Norte de África había pactado con los aliados entregar las colonias francesas, desobedeciendo los mandatos del gobierno de Vichy. El 11 de noviembre, Juin junto con el cónsul norteamericano Murphy y el Servicio Secreto británico tendieron una trampa a Darlan que fue apresado y obligado a rendir todas las fuerzas francesas presentes en la zona.

Se cursaron órdenes de cese el fuego y rendición o mejor dicho entrega de las tropas a los Aliados. Esta circunstancia enseguida se supo en Alemania y Hitler rápidamente acuso a Darlan de traidor y con él, a Pétain de cómplice, y por ello  tal vez tuviera una excusa para ocupar el territorio francés bajo la jurisdicción del Gobierno de Vichy, hecho que se produjo a continuación.

En África, el general Eisenhower, Comandante en Jefe de las fuerzas Aliadas, se reunió con el almirante Darlan, y a partir de ese momento, y bajo palabra de honor, el que era  hasta unas semanas antes un "infante canalla" según Churchill y un "traidor, fascista y bandido" para la prensa anglo-americana, cambió de bando.  Eisenhower nombró a Darlan jefe civil y militar de las colonias africanas francesas. De forma lógica, esta decisión fue totalmente rechazada por De Gaulle y demás dirigentes de la Francia Libre que por nada del mundo dejarían de ver a Darlan como a un colaborador de los nazis, pero que el nombramiento fue refrendado por Roosevelt y Churchill.  De hecho Roosevelt deseaba que Darlan ocupara el puesto que más tarde ocuparía De Gaulle, quien no era del total agrado de los Aliados.


Darlan fue asesinado en Argel por Ferdinand Bonnier de la Chapelle el 24 de diciembre de 1942. Si bien el asesino fue entrenado por el SOE y tuvo contactos con la Resistencia francesa no existen evidencias que demuestren que no actuó solo y recibiera ordenes de ningún grupo en particular, si existen sobre el asesinato de Darlan varias y dispares versiones, la mayoría apuntan a personalidades del gobierno francés en el exilio como inductores del atentado, Charles de Gaulle incluido.

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