Operación Éxodo
Prisioneros de guerra aliados liberados caminan junto al Lancaster 'F2-Z' del Escuadrón 635 (Pathfinder) en el aeródromo de Lübeck, Alemania, el 11 de mayo de 1945, para subir a un Lancaster con destino a casa.
En abril y mayo de 1945, el Mando
de Bombarderos de la RAF se vio involucrado en una urgente operación
humanitaria cuyo cometido era repatriar a miles de prisioneros de guerra
aliados recientemente liberados de Europa hasta Gran Bretaña. Dicha operación se
desarrolló del 3 de abril al 31 de mayo de 1945 y se le dio un nombre en clave
totalmente apropiado, Operación Éxodo.
En abril de 1945, después de que
gran parte de Europa hubiera sido liberada por las fuerzas aliadas y los
alemanes se hallaran en una desordenada retirada, muchos campos de prisioneros
de guerra en la Europa ocupada fueron liberados. En total, más de 354.000 soldados
excautivos se encontraban desperdigados en Europa, a cientos de kilómetros de
sus hogares, muchos de los cuales sufrían enfermedades, fatiga e inanición. A
medida que inundaban los puntos de reunión en toda Europa, estaba claro que se
necesitaba urgentemente un método rápido de repatriación.
Por esta razón, además de los
aviones de transporte de la RAF que ya realizaban vuelos regulares entre el
continente y el Reino Unido, a los bombarderos de la RAF se les asignó la tarea
de llevar a los ex prisioneros de guerra a casa. En mayo de 1945, 443
Lancaster, 103 Dakotas, 51 Halifax, 31 Liberators, tres Stirlings, tres Hudsons
y dos Boeing B-17 se encontraban inmersos en la operación. El Mando de
Bombarderos llevó a cabo más de 3.500 salidas para recoger a ex prisioneros de
guerra y traerlos de regreso a casa. En el apogeo de la operación, los aviones
de repatriación aterrizaban a un ritmo de 16 por hora, desemabrcando a más de
1.000 personas al día en los campos de recepción británicos. El Mando de
Bombarderos repatrió en total 74.195 ex prisioneros de guerra, más de la mitad
del computo final de 132.000 militares británicos y de la Commonwealth que
regersaron al Reino Unido por aire.
Ex prisioneros de guerra en un aeródromo en el continente, poniéndose chalecos salvavidas antes de subir a un Lancaster del Escuadrón 227 para el vuelo de regreso a casa.
Los Lancaster involucrados en la
Operación Éxodo generalmente volaban con una tripulación de tan solo cinco
personas, prescindiendo del apuntador de bombas y uno de los artilleros, y
aunque el habitáculo espartano de un Lancaster no era el más ideal para
transportar pasajeros, con la provisión de mantas y cojines correspondiente,
cada avión llevaba hasta 24 prisioneros de guerra sentados sobre la bodega de
bombas y en la parte trasera del fuselaje.
Lamentablemente, la operación se
vio empañada por varios accidentes, algunos de ellos con muertes incluidas;
tres tripulantes de tierra, 18 tripulantes y, particularmente trágica, 25 ex
prisioneros de guerra murieron, sumando un global de 10 Lancaster completamente
destruidos y otros 18 dañados en diversos grados. Se podría haber esperado que
con el final de la guerra, un regreso seguro al hogar y la familia fuera el
destino postrero de aquellos prisioneros que tantas privaciones habían padecido.
Sin embargo, bien por casos de carga incorrecta, fallos técnicos, mal tiempo,
pistas inadecuadas y en malas condiciones y también (lamentablemente)
accidentes por vuelos bajos no autorizados, se produjeron accidentes que empañaron
el resultado final de la operación de repatriación.
Izquierda: Un tripulante del Lancaster informa a los antiguos prisioneros de guerra antes de embarcar. Derecha: A veces, las tripulaciones de Lancaster se encontraban repatriando a uno de los suyos. en este caso, el bombardero del 97º Escuadrón, el sargento John 'Jack' Beesley, quien fue derribado y capturado en septiembre de 1943, con la tripulación del 97º Escuadrón Lancaster que lo llevó a casa.
Uno de los ex prisioneros de
guerra británicos que regresó a Inglaterra en un Lancaster fue el piloto de la
RAF, el suboficial Percy Carruthers DFM. Recordó la recepción en el ala de la
RAF en Oxfordshire: "Baños encantadores, uniformes nuevos, cortes de pelo,
chequeos médicos, camas encantadoras con sábanas reales, comida hermosa y todo
lo que nuestros estómagos encogidos podían soportar". Luego, en el Centro
de Recepción de Cosford, "chequeo médico completo, interrogatorio, más
uniformes, unas pocas libras en el bolsillo", y por ultimo, "mi propio
hogar, a mis colinas de Cumbria, el pequeño pueblo en la ladera, la pequeña
granja en la parte superior del risco y la gente con muchas lágrimas y muchas
sonrisas".
Fuente: https://www.memorialflightclub.com/blog/operation-exodus-april-and-may-1945
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