Sitio de Leningrado; lecciones.
Tropas sovieticas al asalto en Leningrado
Cuando Hitler puso como objetivo Leningrado tenía la
intención de demoler dicha ciudad como símbolo y centro del poder soviético,
como es sabido dicha circunstancia no se produjo. Así en términos estratégicos,
el esfuerzo alemán contra Leningrado fue un fracaso. Sin embargo en términos
operativos, el asedio alemán de la ciudad báltica efectivamente consiguió
aislar hasta tres ejércitos soviéticos durante más de dos años y obligó a otros
seis ejércitos llevar a cabo repetidos y costosos ataques frontales para tratar
de acabar con el asedio. En enero de 1944, el Ejército Rojo tenía en conjunto,
el equivalente de más de 60 divisiones en el área Leningrado-Volkhov con la misión
de desalojar de sus posiciones a 20 divisiones alemanas e intentar cercarlas en
el posterior avance, hecho que no se produjo en ningún caso. El total bajas
militares soviéticas en los frentes de Leningrado y Volkhov durante el asedio
ascendió a por lo menos 1,5 millones,
incluyendo 620.000 soldados muertos o capturados. Además, el sitio costó la
vida de aproximadamente 1 millón de civiles soviética en Leningrado e impidió
que las industrias de la ciudad participasen plenamente en el esfuerzo de
guerra soviético hasta mediados de 1944. Tal vez la victoria estratégica fuese
al final para los soviéticos pero el precio que pagaron fue enorme.
Escuadra de soldados alemanes descansando
Aún a pesar de causar masivas muertes y sufrimientos, los alemanes fracasaron en sus
esfuerzos de llevar a los defensores de Leningrado hacia el punto de ruptura y
posterior victoria. De hecho, no parece que el 18º Ejército y la 1ª Luftflotte
hicieran un esfuerzo serio para aplastar la resistencia en Leningrado cuando
tuvieron la oportunidad. A excepción de períodos de breves oleadas de asalto,
los bombardeos aéreos y artilleros eran más de carácter acosador que un intento
serio de "nivelar" la ciudad; de hecho, ni un solo objetivo principal
en la ciudad fue destruido. En comparación con los ataques a Stalingrado en
agosto de 1942, donde la Luftwaffe llegó hasta las 600 incursiones de bombardeo
sobre la ciudad en un solo dia, la 1ª Luftflotte raramente atacó Leningrado con
formaciones compuestas por más de un par de docenas de bombarderos. Del mismo
modo, también el bombardeo de la artillería se realizó de forma como mínimo
sorprendente al utilizar con obsoletas piezas franceses que disparar
proyectiles de calibre demasiado pequeños para destruir grandes edificios.
Tanto el OKH como Küchler demostraron una total falta de imaginación al no
implementar las medidas necesarias ya sea para acelerar el sitio o para eliminar
objetivos críticos en el área de Leningrado. Cuando se produjo el brote natural
de tifus y cólera dentro de Leningrado en 1942, los alemanes podrían haber
considerado contaminar el río Neva - la
única fuente de agua potable para la población atrapada dentro del asedio - y
poder de esta forma casi inhumana pero altamente eficaz producir un efecto catastrófico
que tal vez hubiera colapsado la ciudad entera en pocas semanas.
A pesar de estos errores operacionales que costaron la
victoria en Leningrado, el funcionamiento táctico alemán en defensa fue
impresionante - quizás uno de los mejores de la guerra por parte de cualquier
ejército. En las colinas de Siniavino de 50m de altura, las tropas alemanas mantuvieron
a raya a un pico máximo de 250.000 soldados soviéticos durante días 384 días e
infligieron a más de 400.000 bajas. En comparación, las fuerzas alemanas que
defendieron la cima del macizo de Montecassino a 516m de altura contra 100.000
soldados durante 123 días causaron 20.000 bajas aproximadas.
El rendimiento operacional soviético en Leningrado fue
obstaculizado gravemente en 1941/42 por la constante interferencia política de
Stalin y sus camaradas del Kremlin. Stalin quería ver esta simbólica ciudad
relevada del cerco tan rápidamente como fuese posible y ante esta premisa
prestó poca atención a los argumentos profesionales de Meretskov que señalaban
la importancia de preparativos logísticos apropiados como fundamentales para el
éxito. Una vez que comenzó la ofensiva, a menudo Meretskov fue demasiado pronto
forzado a comprometer sus reservas y a sentir presión en conseguir objetivos
territoriales, en lugar de ampliar metódicamente la brecha eliminando las
posiciones fortificadas alemanas.
Tácticamente en 1942, las fuerzas soviéticas sufrieron graves reveses debidos a
la falta de operaciones combinadas entre las distintas armas, particularmente
en el uso incorrecto o mejor dicho no coordinado de ingenieros y artillería
para superar las defensas alemanas plagadas de fortines y bunkers.
Tropas soviéticas en Leningrado
Sin embargo, los dirigentes soviéticos aprendieron
rápidamente las lecciones tácticas en Leningrado y su paulatinamente fue aumentando
la eficacia a lo largo del asedio. Pero incluso durante la ofensiva victoriosa
en enero de 1944, los soviéticos todavía sufrieron una tasa de bajas cercana al
40% y una escalofriante proporción de 7.5 soldados muertos por cada soldado alemán
muerto o capturado. De hecho, fue fundamental la capacidad soviética de
regenerar rápidamente las bajas de combate para su eventual éxito,
particularmente en la rápida y doble reconstrucción del 2º Ejército de Choque.
Meretskov y Govorov aprendieron de sus fracasos anteriores y esperaron el
tiempo y los recursos necesarios para preparar las potentes ofensivas parciales
que proporcionaron que los días del asedio sobre Leningrado fueron contados.
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