martes, 7 de octubre de 2025

El discurso del Sportpalast (1943): la retórica del fanatismo total

El discurso del Sportpalast (1943): la retórica del fanatismo total

 

15.000 espectadores llenaron el Sportpalast de Berlín cuando el ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, pronunció allí su infame discurso el 18 de febrero de 1943. Culminó con la pregunta retórica: "¿Quieren la guerra total?".

Alemania tras la derrota de Stalingrado

El invierno de 1943 marcó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. La derrota alemana en Stalingrado (febrero de 1943), con la rendición del 6.º Ejército, había destruido el mito de la invencibilidad nazi. Por primera vez, el pueblo alemán veía claramente que la guerra no iba según las promesas de Hitler.

El país enfrentaba una crisis profunda:

  • Pérdidas militares enormes, con más de 300.000 soldados muertos o capturados en Stalingrado.
  • Desmoralización interna, especialmente entre la clase media urbana.
  • Bombardeos aliados cada vez más intensos sobre las ciudades.
  • Y un desequilibrio económico: Alemania no había pasado aún a una movilización total de recursos, a diferencia de sus enemigos.

General Bernard Montgomery. 2ª parte

 General Bernard Montgomery. 2ª parte

Icónica fotografía del general Bernard L. Montgomery observando la acción de sus tropas desde la torreta de un carro blindado. África del Norte, noviembre de 1942.

Proviene de  General Bernard Montgomery. 1ª parte

África del Norte

En agosto de 1942, Montgomery, en esos momentos teniente general, fue designado para ostentar la jefatura del 8º Ejército en Egipto tras la muerte del teniente general William Gott. Sirviendo bajo el mando del general Sir Harold Alexander, Comandante en Jefe de Oriente Medio, Montgomery tomó el mando de la unidad el 13 de agosto y comenzó una rápida reorganización de sus fuerzas trabajando intensamente en reforzar las defensas en El Alamein. Realizando numerosas visitas al frente, se esforzó diligentemente por levantar la moral. Además, buscó conjuntar las distintas unidades terrestres, navales y aéreas en un equipo efectivo de armas combinadas.

En 1942, Gran Bretaña siempre había retrocedido en la guerra. Lo mejor que los aliados podían reclamar eran retiradas tácticas con cierto exito como Dunkerque o contener al enemigo como en la Batalla de Inglaterra; pero en tierra, el ejército tuvo pocas victorias realmente. En el teatro africano, el adversario de Monty, Erwin Rommel, se ganó un estatus casi mítico, entre los soldados alemanes y tambien británicos sobre su aparente invencibilidad. Ante esta circunstancia expuso: