Es más que posible que los
habitantes del Gran Ducado de Luxemburgo, pequeño estado situado entre Francia,
Bélgica y Alemania, fuesen de los
primeros europeos occidentales en observar y sufrir las consecuencias bélicas
de la Blitzkrieg germana. El 10 de mayo de 1940 su país fue invadido de forma
rápida y podría decirse “limpiamente” por las tropas motorizadas alemanas. El
minúsculo ejercito luxemburgués, compuesto de fuerzas policiales y de la
milicia civil fue arrollado por la impresionante máquina de guerra germana. Solo
seis policías y un miliciano fueron heridos sin que se diera ningún caso de
fallecido.
Tras la rendición de Francia el
28 de junio, el Gran ducado de Luxemburgo fue absorbido en el distrito alemán
de Koblenz-Trier, uno de los 42 distritos del Tercer Reich. Gustav Simon,
gauletier de dicho distrito se convirtió posteriormente en jefe de la Administración
Civil del antiguo Estado de Luxemburgo. En los momentos de la absorción, de la
población total de 290.000 habitantes luxemburgueses, 17.000 fueron
considerados como Reichs-Deutsch o alemanes de pleno derecho.
Anteriormente a la guerra, ya
desde 1933, hubo intentos de formar en Luxemburgo partidos de índole nazi
coincidiendo con la ascensión de Adolf Hitler al poder, pero ninguno de estos
partidos llegó al final de año. La organización de territorios extranjeros del
NSADP tenía células entre los emigrantes alemanes de Luxemburgo, como las
Juventudes Hitlerianas pero no se encontraban en buena sintonía con los propios
ciudadanos luxemburgueses proalemanes.
En 1936 se creó el Partido
Nacional Luxemburgués. Dos años antes, un joven de dieciocho años llamado Albert
Kreins intentó entrar a en las Juventudes Hitlerianas pero fue rechazado al no
ser hijo de alemanes. No obstante al año siguiente, fue invitado a asistir en
Alemania a una reunión de las distintas organizaciones de la Juventudes
Extranjeras. Y en 1936 fue el invitado a la reunión anual de los líderes del
Hitlerjugend en la simbólica ciudad de Núremberg.
Kreins volvió tan impresionado a
Luxemburgo que en septiembre de 1936 fundó un movimiento juvenil similar a las
Juventudes Hitlerianas, el Luxemburger Volksjugend LVJ que en un principio solo
cuenta con un puñado de miembros que en junio de 1941 fueron condecorados por
el jefe de la Hitlerjugend Artur Axmann, con la Insignia Dorada de las
Juventudes Hitlerianas. El emblema de la organización luxemburguesa era runas
lebens blancas sobre un escudo negro.
En julio de 1940, ya tras la
ocupación alemana, se formó bajo el liderazgo de Damian Kratzenberg el
Volskdeustche Bewegung VDB, movimiento racial germánico. Damian Kratzenberg era
un profesor de 62 años hijo de padre alemana y madre luxemburguesa que se
convirtió de esta manera en la única personalidad al frente de los movimientos
políticos del territorio. En la insignia del partido figuraba como alma mater
del movimiento el lema “Heim ins Reich” que podría traducirse como el hogar
esta en el Reich. Era una referencia inadecuada, basada en el hecho producido
en el periodo de tiempo entre 1815 y 1867 en que si bien es cierto que
Luxemburgo formó parte de la Confederación Alemana nunca fue parte del Imperio Alemán
al quedar fuera tras la unificación de Alemania de 1871, lo que hubiese
demostrado un verdadero carácter germánico del territorio.
Hoja de inscripción al Volskdeustche Bewegung VDB
El VDB llegó a unas cotas máximas
de 84.000 afiliados pero hay que decir que las autoridades alemanas estimaban
que solo un 5% de esa cantidad correspondía a verdaderos y convencidos “germánicos
raciales”, la discordancia se debió a que fueron “chantajeados” a inscribirse
en las filas del VDB o podían perder su trabajo.
Una política de germanización fue
introducida en todos los estamentos civiles de Luxemburgo, las organizaciones
políticas y paramilitares del estado alemán se instalaron en el Gran Ducado y
su afiliación fue prácticamente obligada. Desde enero de 1941 todos los
trabajadores deberían inscribirse en el DAF Deutsches Arbeits Front o bien
dimitir y perder el puesto de trabajo. El servicio obligatorio para los nacidos
entre 1920-26 en lo organización juvenil Reicharbeitsdienst RAD entró en vigor
al mismo tiempo. El LVJ se afilió con la Juventudes Hitlerianas y la
inscripción fue también obligatoria en agosto de 1942 con lo que en realidad
fue casi una absorción de la organización luxemburguesa dentro de la alemana.
Esta tabla indica el número de habitantes del territorio de Luxemburgo
inscritos en organizaciones filonazis:
VDB
|
69.045
|
Allgemeine-SS
|
110
|
SA (parte del grupo westmark)
|
1.136
|
NSKK
|
1.475
|
NSFK
|
210
|
Hitlerjugend
|
9.457
|
BdM
|
7.133
|
NS Frauschaft
|
12.177
|
DAF
|
57.666
|
Aunque parezca ilógico el VDB
siguió existiendo incluso después de la absorción integra de Luxemburgo dentro
del estado alemán, como si aun existiese una pequeña reminiscencia nacional extraña
y contradictoria en sus principios, hasta incluso se intentó crear una delegación
del VDB en Bélgica, el Landesgruppe belgien der VDB, para los 8.000
trabajadores luxemburgueses en el estado belga pero sin éxito alguno, como
ocurrió de forma similar en Francia.
Tras la finalización de la
guerra, centenares de luxemburgueses fueron acusados de colaboracionistas, con
doce sentencias capitales emitidas de las cuales solo en realidad se cumplieron
ocho; la del profesor Damian Kratzenberg fue una de ellas.
Da5ian Kratzenberg en su juicio como colaboracionista.
Dentro del colaboracionismo luxemburgués
durante la Segunda Guerra Mundial hay que destacar las cifras de habitantes que
se alistaron a en las fuerzas armadas alemanas. Al principio de la invasión
hasta la total absorción por parte de Alemania en agosto de 1942,
aproximadamente 1800-2000 luxemburgueses se ofrecieron voluntarios para prestar
servicio dentro de los distintos cuerpos militares germanos. Una vez absorbido
plenamente el pequeño estado centroeuropeo, todos sus habitantes se encontraban
sujetos a los mismos requerimientos que sus “compatriotas” alemanes, así los
nacidos entre 1920-26 fueron reclutados. Desde agosto de 1942 hasta la
liberación en 1944, 12,035 hombres luxemburgueses pasaron a las filas alemanas
de los que 2,572 causaron baja, o bien murieron, o desaparecidos y dados por
muerto, aparte, 1500 más sufrieron graves heridas o incapacidad y 3,516
desertaron.
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