Historial operativo del HMS Hermes
HMS Hermes
El Hermes fue el primer
portaaviones diseñado desde un principio con esta finalidad. Construido cuando
estaba acabando la Primera Guerra Mundial fue entregado a la Royal Navy en
julio de 1923. Desplazaba 11.085 toneladas y podía transportar aproximadamente
20 aeronaves.
Tras una breve reparación a
principios de agosto de 1939, el capitán F.E.P. Hutton asumió el mando del HMS
Hermes el 23 de agosto. Al día siguiente el barco fue recomisionado y 12
bombarderos-torpederos Swordfish del 814º Escuadrón llegaron a bordo el mismo
día de inicio de la Segunda Guerra Mundial, el 1 de septiembre. Las primeras
misiones encomendadas fueron lanzar patrullas antisubmarinas para intentar
encontrar y hundir sumergibles enemigos, en la zona marítima conocida como
Western Approaches. Un día después del hundimiento del portaaviones Courageous,
el 18 de septiembre, el Hermes localizó un submarino pero sus ataques así como
los de los destructores de escolta, Isis e Imogen fueron improductivos. El
portaaviones regresó a Devonport donde fue regaussing. El 7 de octubre se
reunió con el acorazado francés Strasbourg y ambos llegaron al puerto senegalés
de Dakar el 16 de octubre.
Designados como Fuerza X, comenzaron
a buscar sin éxito navíos de guerra alemanes por el Atlántico Central desde el
25 de octubre hasta finales de diciembre, cuando en misión de escolta de un
convoy a Gran Bretaña, regreso a casa para ser mejorado desde el 9 de enero al
10 de febrero de 1940. Tras esta estancia regresó a Dakar para seguir con las
patrullas marítimas en busca de buques corsarios alemanes. El capitán Hutton
fue relevado el 25 de mayo por el capitán Richard F.J. Onslow continuando sus
infructuosas patrullas.
El 29 de junio de 1940, tras una
de esta patrullas el HMS Hermes tuvo que levar anclas del puerto de Dakar tan
solo nueve horas de atracar, para realizar labores de bloqueo contra sus
antiguos aliados y compañeros de patrulla, debido a que el territorio colonial
de Senegal se declaró fiel al nuevo y colaboracionista régimen de Vichy.
Durante la noche del 7 al 8 de julio un bote del Hermes intentó dejar caer
cuatro cargas de profundidad bajo la popa del acorazada Richelieu al mismo
tiempo de un ataque por parte de Swordfish del 814º Escuadrón. La lancha alcanzó
con éxito su objetivo pero las cargas de profundidad no estallaron, en cambio
el ataque con torpedos fue más positivo al dañar una de las hélices del acorazado
francés. Como represalia la fuerza naval británica sufrió varios ataques aéreos
sin éxito alguno.
El 10 de julio, en el trayecto de
regreso a Freetown, el Hermes colisionó con el mercante armado HMS Corfú
durante una oscura tormenta. El impacto ocasionó tres heridos de la tripulación
del portaaviones, uno de ellos murió a causa de las heridas pero nadie de la
tripulación del Corfú sufrió daño alguno. Ambos barcos estaban tan juntos que
parte de la tripulación del Corfú fue evacuada al Hermes caminando. El Hermes
tenia la proa 9 metros hundida y sobre todo inundada de agua por lo que pudo
llegar a Freetown a tan solo 12 nudos de velocidad, en cambio los daños del HMS
Corfú fueron tan importantes que tuvo que ser remolcado desde la popa, llegando
a puerto tres días más tarde.
El 5 de agosto el portaaviones se
reunió con un convoy con destino a Sudáfrica, llegando a Simonstown 12 días
después para comenzar las reparaciones que acabaron el 2 de noviembre de 1940.
El HMS Hermes ya en pleno funcionamiento regresó a Freetown el 29 de noviembre.
Durante el siguiente mes de diciembre, primero junto con el crucero ligero HMS
Dragon y después los dos juntos mas el crucero mercante armado HMS Pretoria
Castle, comenzaron sin éxito alguno la búsqueda de navíos corsarios alemanes,
especialmente la del acorazado de bolsillo Admiral Scheer.
La fuerza naval zarpó de
Simonstown el 31 de diciembre y el Hermes se dirigió por las costas
sudafricanas en busca de barcos franceses de Vichy que intentaban burlar el
bloqueo. Uno de estos barcos fue avistado el 26 de enero obligándolo a regresar
a Madagascar. El 4 de febrero ya en el océano Indico, el HMS Hermes puso proa
hacia el norte para reunirse con los cruceros pesados, HMS Shropshire y HMS
Hawkins para bloquear el puerto somalí de Kismayo que estaba bajo asedio
de fuerzas de la Commonwealth.
Junto con otros buques, el 22 de
enero comenzó de nuevo la búsqueda del Admiral Scheer tras ser avistado por un avión
catapultado por el crucero ligero Glasgow pero de nuevo el acorazado alemán pudo
escapar. El Hermes llegó a Colombo, la capital de la isla de Ceilán, el 4 de
marzo y continuó la infructuosa búsqueda del navío germano. Al mes siguiente,
el portaaviones fue enviado de misión al Golfo Pérsico en apoyo de las
operaciones aliadas en la ciudad de Basora dentro de la campaña de Iraq donde permanecía
hasta mediados de junio cuando regreso a su
habitual rutina de patrulla entre la India y las Islas Seychelles.
Durante casi todo el año 1941,
esta fue la tónica del HMS Hermes, patrulla y mas patrullas hasta el 19 de
noviembre cuando atraco en Simonstown para una nueva puesta a punto, operación que
se alargó hasta el 31 de enero de 1942, ya
con la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Debido a esta
circunstancia, el viejo portaaviones fue asignado a la Eastern Fleet llegando a la ciudad de Colombo el 14 de febrero.
Cinco días más tarde zarpa de nuevo para reunirse con el destructor australiano
HMAS Vampire para realizar una patrulla antisubmarina, así como para recibir
Swordfish del 814º Escuadrón. Dicho escuadrón desembarcó en el puerto de
Trincomalee el 25 de febrero. Estos dos barcos debían reunirse en Fremantle,
Australia a mediados de marzo con la flota anclada en dicho puerto pero tras
tres días de navegación fueron reclamados de nuevo para formar la Fuerza B
dentro de la Eastern Fleet.
Tras el raid aeronaval japonés de
Colombo que se produjo el 5 de abril, el HMS Hermes y su acompañante Vampire
fueron enviados a Trincomalee en vistas de la preparación de la Operación Ironclad,
es decir, la invasión británica de la isla francesa de Madagascar. El 9 de
abril de 1942, ambos navíos zarparon y navegaron por la costa de Ceilán para
evitar un posible ataque japonés. Sin embargo, no pudieron evitar ser
localizados a la altura de Batticoloa por un avión de reconocimiento del
acorazado Haruna. El informe de avistamiento fue interceptado por emisores británicos
y acto seguido se ordenó a los navíos aliados volver a Trincomalee mientras se
hicieron los máximos esfuerzos en proporcionar cobertura.
Los japoneses lanzaron hacia los
dos barcos 85 bombarderos en picado Aichi D3A Val escoltados por 9 cazas
Mitsubishi A6M Zero. Al menos 32 de estos aviones encontraron a los dos buques
y los hundieron rápidamente a pesar de la llegada de 6 cazas Fairey Fulmar del
273º Escuadrón seguidos por 6 Fulmars mas de los escuadrones 806 y 803. El
resto de aviones nipones atacaron y hundieron más al norte al buque Athelstone
de 5571 tn., a su escolta, la corbeta Hollyhock, al petrolero SS British Sergeant
y al barco noruego SS Norviken de 2924 tn. antes de abandonar el Océano Indico y
regresar al Japón
El HMS Hermes se hundió con 307
de sus tripulantes, incluido el capitán Onslow, como también perdió su vida el
comandante del HMAS Vampire. Por parte enemiga, cuatro Val fueron derribado y
cinco dañados.
Dos instantáneas del hundimiento del HMS Hermes
De esta forma acabó la historia
militar del primer portaaviones construido con ese propósito tras casi veinte
años de servicio en la Royal Navy.
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