Operación Corkscrew.
Antes incluso de la conclusión de la campaña tunecina, la Junta Aliada de Operaciones recientemente constituida ya había decidido invadir la isla italiana de Sicilia como paso de la conquista de la Italia continental. Justo entre el recién territorio conquistado de Túnez y la isla mediterránea se encontraba la pequeña isla de Pantelaria que debía ser ocupada como requisito ineludible.
Bombarderos aliados sobre la isla de Pantelaria.
Las islas italianas
cercanas a Sicilia habían supuesto para los aliados un problema en las
operaciones navales durante 1943. Mussolini había fortificado la isla de
Pantelaria desde finales de los años 30 como un contrapeso de la guarnición
británica de la cercana Malta. La propaganda italiana consideraba a Pantelaria
como el “Gibraltar italiano”. Durante las campañas del Norte de África y malta
de 1940-43, la isla fue la mayor base aérea para alemanes e italianos y su
localización a mitad camino entre Túnez y Sicilia hacían de ella, un centinela
ideal en la protección contra cualquier aproximación de una flota de invasión
aliada que se dirigiese hacia Sicilia.
La guarnición militar
italiana bajo el mando del almirante Gino Pavesi constaba de 10.600 hombres más
la población civil que suponía un poco mas de esa cantidad. Un asalto directo
de la isla fue rechazado por el comandante del ejército aliado, el general
Harold Alexander, ya que la isla estaba rodeada por acantilados rocosos salvo una
única playa viable para el desembarco pero fuertemente defendida. Sin embargo, Eisenhower
demandaba la captura de la isla así como las pequeñas islas del archipiélago
Pelagie, incluyendo Lampedusa, como preludio de cualquier operación contra
Sicilia. Los radares de la isla podrían rastrear cualquier convoy con dirección
a Sicilia y las bases aéreas y navales de la isla hostigarían dicho convoy. La
captura de los aeródromos de Pantelaria también proporcionaría bases aéreas
extra cercanas a Sicilia ya que Malta estaba abarrotada.
La Operación
Corkscrew se sustentaba en un masivo ataque aéreo de la isla para romper la
determinación de la guarnición como preludio de cualquier desembarco. La
mayoría de los bombardeos serian llevados a cabo por la NASAF (North African
Strategic Air Force) del teniente general Carl Spaatz, que incluía cuatro
grupos de bombarderos pesados B-17 con sus cazas de escolta. La campaña comenzó
el 18 de mayo con ataques diarios por parte de Bombarderos medios, seguidos el
1 de junio por raids con B-17. A finales de la primera fase de Corkscrew el 6 de
junio, la NASAF había realizado más de 1.700 salidas y lanzado 1.300 tn. de
bombas sobre la pequeña isla. La fase final del ataque aéreo duró desde el 7 de
junio hasta el programado desembarco del 11 de junio, sumando 5.325 tn de
bombas y 3.710 salidas. Los bombardeos se llevaron a cabo con precisión con
especial atención sobre las baterías costeras. La Royal Navy comenzó a
bombardear desde las proximidades de la costa desde el 8 de junio. Las
peticiones de rendición no obtuvieron respuesta y la noche del 10-11 de junio
la 1ª División Británica embarcó desde el Norte de África para el asalto
anfibio.
Tal y como los
aliados habían esperado, los ataque aéreos desmoralizaron intensamente tanto a
los militares como a la población civil de la isla. Fue tan descorazonador el
bombardeo que Roma rechazó enviar cualquier ayuda, se esperaba que la isla
debía luchase hasta el final sin esperanza de recibir refuerzos. El 2 de junio,
Pavesi informó a Roma que la situación era desesperante y solo era cuestión de
tiempo antes que la isla se viese obligada a capitular. El 10 de junio a última
hora de la tarde, antes de la llegada de la fuerza anfibia aliada, Pavesi
informó a Roma que la capacidad de la isla de resistir estaba prácticamente
finiquitada. El 11 de junio por la mañana, Pavesi informo a la Supermarina, el
alto mando de la armada italiana, pidiendo los términos de rendición. El primer
acorazado de la Royal Navy apareció a través del humo alrededor de las 10:00 h.
del 11 de julio, pero los desembarcos esperarían hasta que el humo clarease.
Hubo fuego débil por parte de las lanchas de desembarco al aproximarse al
puerto, no obstante la isla se rindió sin ningún combate significativo. Lampedusa
y dos pequeñas islas más, se rindieron el 12 de junio. La toma por parte de los
aliados de las islas convenció a los comandantes tácticos del Eje que Sicilia
sería probablemente el siguiente objetivo, pero Roma continuó creyendo que
Cerdeña era el destino elegido, y Berlín estaba convencido que Grecia y Cerdeña
eran las metas para los aliados.
Como conclusión reseñar que la operación Corkscrew tal vez fuese la única accion donde un bombardeo intenso casi consiguio por si solo objetivos operativos terrestres de forma concluyente.
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