México en la Segunda Guerra Mundial
Cuando México declaró la guerra a Alemania, Italia y Japón
en mayo de 1942, el presidente mexicano Manuel Ávila Camacho ofreció enviar
tropas mexicanas a combatir junto a Estados Unidos allí donde los
norteamericanos desearan. Dada la merecida desconfianza del gobierno mexicano
hacia su vecino del norte, se trató de un cambio radical, pero acorde con una
década de política exterior mexicana. México tenía una orgullosa historia de
activismo antifascista durante la década de 1930, asi por ejemplo, el gobierno mexicano
proporcionó armas, dinero y aviones al bando republicano durante la Guerra
Civil Española, y la Mexikoplatz de Viena recuerda que México fue uno de los
dos únicos gobiernos extranjeros que condenaron el Anschluss de 1938. México
también estuvo prácticamente solo en sus furiosas protestas por la invasión
italiana de Etiopía y las acciones japonesas en Manchuria.
La oferta de Camacho se mantuvo firme hasta la primavera de
1944, cuando el presidente Franklin Roosevelt ordenó la formación de un
escuadrón de la Fuerza Aérea Mexicana para operaciones en el extranjero. A
diferencia de las fuerzas armadas brasileñas, las unidades del Ejército y la
Armada de México no se desplegaron en zonas de combate, pero la oferta mexicana
era genuina y las fuerzas mexicanas, tal como eran, estaban listas para
combatir a los fascistas.