jueves, 5 de mayo de 2016

Campaña del sendero de Kokoda 2ª parte.

La batalla de la pista de Kokoda.

Proviene de Campaña del sendero de Kokoda 1ª parte.


 General Tomitaro Horii



Sin embargo, los japoneses estaban decididos realizar el avance a través de la pista de Kokoda. Inicialmente frente a japoneses, en Papúa-Nueva Guinea tan solo se hallaba el desperdigado 39º Batallón de la milicia, con 533 hombres bajo el mando del teniente coronel William Owen. Cuando los japoneses desembarcaron en Buna, Owen tenía sólo una compañía de 120 hombres al norte la cordillera Owen Stanley, en una posición expresamente situada para bloquear o como mínimo retrasar el avance de cualquier unidad enemiga.  En este caso fue una fuerza compuesta por un batallón procedente del 144º Regimiento de infantería apoyado por una compañía de infantería de marina de la Fuerzas Navales Especiales del distrito de Sabebo, en total más de 500 hombres enviados a realizar un reconocimiento en fuerza sobre Kokoda y la pista.

Superados en número y armamento, sobre todo cuando los japoneses emplazaron ametralladoras pesadas y morteros sobre la pista, y con un casi inexistente suministro de municiones y víveres, los australianos se vieron obligados a abandonar Kokoda pero lucharon con tal fiereza que los japoneses creyeron enfrentarse ante una fuerza enemiga muy superior, incluso pensaron que el enemigo podía sumar hasta un numero aproximado de 6.000 soldados. En un ejemplo típico de la que sería en el futuro la táctica japonesa de combate en la jungla, los japoneses enviaron parte de su fuerza a través de la densa jungla, flanqueando los defensores y forzando de esta manera la retirada durante la cual murió el comandante australiano, Owen. El 29 de julio los japoneses habían tomado Kokoda y su pista de aterrizaje. General Horii ahora comenzó a enviar elementos adicionales de su Fuerza de Mares del Sur hasta la pista de Kokoda para prepararse  para el asalto a gran escala sobre Port Moresby.



Los australianos también empezaron a enviar refuerzos, desde Port Moresby y por supuesto a través de la pista. Los batallones restantes de la 30ª Brigada (milicia), así como los batallones Nº 49 y Nº55, fueron enviados a la cordillera Owen Stanley y allí unirse al 39º Batallón con el fin de negar el paso a las tropas japonesas. La 7ª División de infantería australiana también fue embarcada en Australia y transportada hasta Port Moresby para entrar en batalla, fue entonces cuando MacArthur lentamente se dio cuenta de la grave amenaza que japoneses ejercían sobre Port Moresby.

Mientras tanto, la situación del abastecimiento de los suministros necesarios para las fuerzas australianas en el lado norte de la cordillera era muy crítica, más con la pérdida de la pista de aterrizaje de Kokoda, circunstancia que obligó a que todos los materiales suministrados  tuvieran que ser llevados a las montañas a mano. Los porteadores papúes denominados por los "diggers" australianos "Fuzzy Wuzzies" debido a sus largos y rizados peinados llevaron a cabo esta tarea. También llevaron a los heridos sobre sus espolsad a la retaguardia por la pista y tras las montañas por lo que se ganaron una ligera modificación al original apodo, "Fuzzy Wuzzie Angels".


Fuzzy Wuzzies

Sin embargo, antes que los importantes refuerzos australianos llegasen, Horii atacó a los atrincherados 400 soldados australianos en Isurava, un pueblo sobre el sendero justo al sur de Kokoda pero todavía situado en el lado norte de la cordillera. La subsiguiente batalla que se produjo y que duró cuatro días fue costosa para los japoneses ya que los australianos fueron capaces de infligir fuertes bajas y retardar el avance japonés. Ambos bandos enviaron al combate los refuerzos tal y como llegaban a la batalla. Finalmente los 5.000 soldados japoneses mediante de nuevo otra maniobra de flanqueo sobre los 1000 australianos, obligaron  a estos últimos a retirarse, esta vez sobre la parte más elevada de la cordillera, mientras montaban acciones dilatorias para asegurar la retirada. Finalmente los australianos se detuvieron cerca de la aldea de Ioribaiwa en el lado sur de las montañas y se atrincheraron en Imita Ridge.

A pesar de haber tomado Ioribaiwa y tener casi  a la vista Port Moresby, el General Horii detuvo su avance el 17 de septiembre, después de dos semanas de tratar de atravesar y superar las reforzadas posiciones australianas reforzadas en Imita Ridge. La situación logística japonesa estaba en esos momentos desesperada mientras que los australianos se aprovecharon de las líneas de suministro más cortas y pronto fueron reforzados con tropas adicionales. Los suministros no llegaban a las fuerzas japonesas en el lado sur de las montañas de Stanley Owen. Los hombres de Horii estaban agotados, muriéndose de hambre y sufriendo de disentería y paludismo. Con escasos alimentos, municiones y suministros médicos, Horii juzgó correctamente que no podía continuar la ofensiva japonesa. Sus hombres sufriendo penurias tan calamitosas que incluso se dieron casos de canibalismo.




La ofensiva de Horii se estancó al no recibir ningún refuerzo adicional o apoyo a diferencia de la batalla que en esos momentos se libraba en la no muy lejana isla de Guadalcanal. La campaña de las Islas Salomón  comenzó el 7 de agosto, y acabó llevándose todas las prioridades japonesas en el área del Pacifico sur. Guadalcanal desvío los hombres y suministros que desesperadamente Horii necesitaba para continuar su avance y tomar Port Moresby. El 18 de septiembre, Horii comenzó a retirarse a desde las montañas hacia Buna seguido muy por la 7ª División australiana. Esta unidad retomó Kokoda el 28 de octubre permaneciendo en posición estática sólo hasta el 10 de noviembre para finalmente desalojar a los japoneses desde su posición en las estribaciones en Oivi justo al sur del río Kumusi, llegando a la corriente fluvial el 18 de noviembre. Horii murió ahogado durante la retirada japonesa cuando fue arrastrado por la rápida corriente del río Kumusi. Para acelerar la toma de Buna, MacArthur envió en apoyo a la 32ª División norteamericana  mediante un desembarco aéreo de dos de sus regimientos sobre la propia cordillera Owen Stanley.

Continúa en Campaña del sendero de Kokoda 3ª parte.

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