En ese preciso momento se perdió
lo que pudo haber sido un primer golpe devastador por parte de Wright. Cuando
el comandante del destructor líder de la formación pidió permiso para lanzar un
ataque con torpedo contra la fuerza principal de Tanaka a las 23:16 h. Wright
lo denegó hasta que el objetivo presentase un ángulo apropiado. El posterior
ataque americano realizado a las 23:20 h. con un total de 15 torpedos
procedentes de tres destructores fue ineficaz.
Conforme los torpedos fueron
lanzados, Wright desató un torrente de fuego contra los japoneses desde sus
piezas de 8 y 5 pulgadas. El objetivo de la mayor parte de este bombardeo era
el destructor Takanami, que tras varios impactos y su posterior incendio aun
atrajo más la atención. Antes de ser puesto fuera de combate por una avalancha
de más de 400 proyectiles de 5 pulgadas, 6 pulgadas y 8 pulgadas el Takanami pudo
lanzar su salva completa de ocho torpedos tipo 93. A pesar de ser no más que un
casco de hierro en llamas la andanada lanzada resulto ser eficaz. Dos torpedos
impactaron sobre el USS Minneapolis a las 23:27 h. uno cerca de la proa y otro
en el centro del caso. Otro torpedo impactó sobre el siguiente crucero en
línea, el USS New Orleans. La potencia explosiva del torpedo, combinada con la explosión
del material de la bodega destrozó la proa del barco hasta la altura del
segunda torreta de 8 pulgadas.
Batalla de Tassafaronga
El próximo crucero en línea era
el USS Pensacola, que se convirtió en un atrayente objetivo conforme su silueta
se divisaba la pasar entre los restos ardientes de los dos cruceros torpedeados
con anterioridad. Varios destructores japoneses aprovecharon la oportunidad
para dar rienda suelta a sus armas sobre el Pensacola. De los 26 torpedos
lanzados por el Naganami, Kawakaze y Oyashio, Kuroshio, uno golpeó en el centro
del casco a las 23:38 h. y puso al
crucero norteamericano fuera de combate inmediatamente. Diez minutos después,
dos torpedos más, posiblemente de esta misma salva, explotaron sobre el USS
Northampton cuando la nave se acercaba a la isla de Savo. Estos impactos causaron
grandes inundaciones e incendios, efectos que produjeron el hundimiento del
crucero a las 03:04 h.
El USS Northampton recibiendo el impacto del torpedo en su costado
Muchos observadores americanos
comentaron sobre la efectividad o no de la dirección de tiro artillera
controlada por el radar. De hecho, a excepción del desafortunado destructor
Takanami, el único éxito logrado fue dañar levemente el destructor insignia
Naganami. Cierto es que es difícil impactar sobre un destructor maniobrando a
toda velocidad, y en esta ocasión los estadounidenses se vieron obligados a depender
principalmente del radar; y el problema del impacto de los proyectiles sobre el
agua y la posterior columna de agua que se produce y que confunde el radar probablemente ayuda en mucho a la ineficacia
de la artillería. Una evidencia de la confusión general existente en el combate
se muestra claramente por el hecho de que los dos destructores estadounidenses
situados en la parte posterior de la formación ambos atacados por fuego amigo
procedente de las piezas de los cruceros, aunque por suerte ninguno sufrió
daño. Como en ocasiones parecidas la confusión produce exageraciones de cálculo
y así Wright afirmó que estaban presentes 17 barcos japoneses en la zona y que
nueve de ellos fueron hundidos.
Esta última acción de la campaña
confirmó que la Armada Imperial Japonesa
conservaba su ventaja en el combate naval nocturno. Tanaka logró una
victoria brillante aunque fue sorprendido y sus naves estaban en desventaja al estar
sobrecargadas en sus cubiertas. Sus muy bien entrenadas tripulaciones y con el
concurso incomparable del torpedo Tipo 93, se anotaron una señalada victoria.
Eso si la única nave perdida, Takanami, tuvo 211 muertos y 26 marineros
capturados y solo 33 tripulantes lograron sobrevivir al alcanzar la orilla.
Torpedo Tipo 93, el gran triunfador de la batalla.
Wright asistió a la rápida
respuesta de Tanaka por medio de ataques con manteniendo un rumbo fijo durante
gran parte de la acción, haciendo de sus naves objetivos excelentes. Incluso en
esta última etapa de la campaña naval en Guadalcanal, los americanos aun no
tenían idea exacta de las verdaderas capacidades del torpedo Tipo 93. Además
del USS Northampton, que fue hundido con la pérdida de 50 hombres, los torpedos
que explotaron sobre los otros tres cruceros ocasionaron la puesta fuera de
combate de dichas naves durante largos períodos. El USS Nueva Orleans no volvería
a entrar en acción durante nueve meses, aparte de la perdida de183 marineros.
El USS Minneapolis tuvo 37 bajas fatales y 10 meses de inactividad. El USS
Pensacola no regresaría a la acción durante un año entero, y se perdieron 125
hombres de su tripulación.