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jueves, 20 de septiembre de 2012

Política económica de Canadá 2ª parte




 Cartel publicitario sobre el esfuerzo de producción bélica en Canadá


Armas y municiones.

El gobierno de Canadá con su Departamento de Municiones y Suministro establecía en 1940 el control de toda la producción de materiales militares para su propio país y los países aliados.

Clarence Decafur Howe al frente de dicho ministerio, no solo consiguió poder equipar a las fuerzas armadas de Canadá sino que gracias a su esfuerzo y competencia se pudo ayudar a los países aliados, especialmente a Gran Bretaña, al conseguir las materias primas necesarias para  la elaboración de armas y municiones en las fabricas ya existentes o incluso al crear un nuevo tejido industrial surgido de la nada mas absoluta.

Al final de la guerra, la producción de guerra total de Canadá ocupó el cuarto lugar entre las naciones aliadas, tan solo por detrás de los EEUU, la Unión Soviética y Reino Unido, con la salvedad que solo un 30% de dicha producción fue destinada a las propias fuerzas armadas, el resto fue entregado a los países aliados.

Tal vez el capítulo más importante dentro del esfuerzo industrial sea el correspondiente a la producción de vehículos militares. Fueron construidos 815.729 vehículos,  de los que 45.170 eran acorazados. Este número fue crucial, sobre todo al principio de la guerra porque significo una proporción muy alta del equipamiento del 8º Ejercito Británico desplegado en África del Norte e Italia.

Canadá también produjo fusiles y subfusiles, ametralladoras ligeras, cañones antitanque y antiaéreos así como una cantidad ingente del cañón multiuso de 25 libras. Estas son algunas puntualizaciones sobre el tema:
  • Al entrar Gran Bretaña en guerra disponía de 80.000 vehículos militares de todos los tipos, sin embargo 75.000 de ellos fueron abandonados en el continente europeo tras la penosa evacuación de Dunkerque en junio de 1940. Virtualmente indefensa, Gran Bretaña pidió ayuda a Canadá especialmente a su industria de automoción para poder remplazar los vehículos perdidos. Canadá no solo reemplazó los vehículos perdidos sino que contribuyó mucho más.
  • Las industrias  canadienses produjeron más de 800.000 vehículos de todos los tipos, de ellos 50.000 tanques, 40.000 cañones tanto navales, antiaéreos como de campaña y alrededor de 1.700.000 armas de infantería más pequeñas
  • De los 800.000 vehículos construidos en Canadá, solo 168.00 fueron destinados a las fuerzas militares canadienses. Un 38% de la producción fue enviada a Gran Bretaña, el resto se repartió entre los restantes países aliados. Es importante señalar que la ratio de vehículos por soldados  es de un transporte motorizado por cada tres combatientes, circunstancia que indica que el ejército canadiense fuese el más mecanizado de toda la guerra.
  • La Bombardier Company de Valcourt, Quebec, construyó 150 motonieve. General Motors desarrolló una estructura similar y construyó otras 300 unidades.
  • Canadian Pacific Railway construyo 788 tanques Valentine en su fábrica de Angus en Montreal, el motor fue construido por General Motors. 5.200 tanques fueron construidos en las factorías de Angus y Montreal Locomotive Company hasta el final de la guerra.
  • 2.500 cañones autopropulsados de 25 libras “Sexton” fueron construidos por Montreal Locomotive Works.
  • Fue muy útil e importante el desarrollo de distintas carrocerías. 4.000 carrocerías fueron construidas por General Motors en Oshawa. Estas carrocerías podían ser acopladas al chasis de un 4x4 o bien con ligeras modificaciones podía ser usado como transporte de personal, ambulancia, vehículos radio y camiones.




Trabajadores canadienses construyendo vehiculos de transporte

Producción naval.

Tras la caída de Francia en 1940 y el acoso por parte de los submarinos alemanes hacia los convoyes que abastecían Gran Bretaña, conseguir aumentar la flota mercante aliada se convirtió en la principal prioridad de los aliados. El Reino Unido era un país vulnerable, todo estaba íntimamente relacionado con el sistema de convoyes, todo mercante perdido debía ser rápidamente reemplazado así como era de vital importancia construir los buques de guerra necesarios para escoltar y salvaguardar dichos convoyes.

Canadá comenzó a construir barcos de escolta en 1940 para la protección de sus propias costas, pero la metrópoli pronto solicito ayuda en forma de 26 cargueros de 10.000 tn. así como la petición de navíos de escolta y  dragaminas. Era el principio del gran esfuerzo que realizo Canadá en materia de construcción naval, más aun, cuando en el periodo de entreguerras la industria naval canadiense era prácticamente inexistente. Para muestra comenta que de los tres astilleros que empleaban a unos 4.000 trabajadores se paso durante la guerra a 90 plantas de producción naval en las costas este y oeste y aun número de trabajadores que ascendió hasta los 126.000 hombres y mujeres.

Estas son algunas consideraciones sobre la producción naval canadiense durante la guerra:
  • Los astilleros canadienses construyeron 4.047 barcos de todos los tipos
  • 300 buques antisubmarinos
  • 4 destructores de la clase Tribal
  • 410 cargueros.

De entre el total de barcos mercantes cabe destacar la construcción de 348 cargueros de 10.000 tn. Buques grandes y relativamente lentos pero a la vez fiables y adaptables a cualquier situación, junto con los marineros que los tripulaban,  aseguraron la entrega en sus puertos de destino de gran cantidad de suministros y material bélico producido en Canadá.

Comenzados a construir en 1941, al principio costaba de media 307 días conseguir acabar la construcción de cada carguero, hubo uno que alcanzo los 426 días, pero tan solo un año más tarde la media de tiempo de producción bajó hasta los 163 días, obteniendo el record un carguero construido en tan solo 112 días.

La producción de navíos mercantes fue mucho más importante que la construcción de buques de guerra, aspecto que claramente se muestra en la proporción de trabajadores contratados en un sector o en otro, así fueron 57.000 trabajadores de la marina mercante por 27.000 hombres que en los astilleros construyeron barcos como destructores, fragatas, corbetas, dragaminas y otros tipos de barcos de guerra.




Mujeres trabajadoras canadienses en un astillero.

Producción aérea.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la industria aérea canadiense empleo cerca de 120.000 trabajadores, de los cuales 30.000 eran mujeres.

Las industrias canadienses de aviación manufacturaron partes de grandes bombarderos y cazas como el Lancaster, Mosquito y Hurricane, por ejemplo algunos fuselajes se realizaban en madera talada de los bosques de la Columbia Británica.

La producción de la industria de producción aérea fue aumentando desde nivele muy bajos antes de la guerra hasta unos grandes números al finalizar la contienda mundial. Por ejemplo:
  • Antes de la guerra solo existían 8 pequeñas plantas de producción en todo el país, que fabricaban 40 aeronaves al año. Al final de la guerra la producción aeronaval de Canadá ascendió hasta las 4.000 unidades militares anuales.
  • La superficie de las factorías aeronavales paso de 46.450 m²  al principio de la guerra hasta 1.130.640 m² en su pico máximo.

Se entregaron al final 16.418 aviones a los aliados, principalmente a Gran Bretaña y los Estados Unidos pero también a al Royal Canadian Air Force (RCAF) y a la British Commonwealth Air Training Plan (BCATP)

La industria canadiense trabajo exhaustivamente para producir aviones en gran cantidad y sobre todo de gran calidad, Por ejemplo De Havilland dio un contrato de construcción de 1.100 unidades del cazabombardero Mosquito pero solo se realizó en Canadá el ensamblaje final. General Motors hizo los fuselajes, Massey Feguson las alas, las colas eran de Boing, Canadian Power Boat Company los flaps y Otaco los trenes de aterrizaje. Todo estaba dentro de una cadena de producción donde cualquier error era de trágicas consecuencias.



Planta de ensamblaje del bombardero "Lancaster"

Resumiendo, tanto por tierra, mar y aire, el esfuerzo realizado por todos los canadienses durante la guerra por su propio país y aun mas importante, por sus aliados en materia de producción bélica fue realmente prodigioso, sobre todo por el nivel tan bajo de industrialización militar existente en Canadá a finales de los años 30.






lunes, 17 de septiembre de 2012

Política económica de Canadá. 1ª Parte.


Aspectos generales.

El gobierno canadiense, nada más entrar en guerra, tomó las riendas de la economía y la encaminó hacia el aumento de la producción de todos aquellos bienes y materiales dedicados al esfuerzo de ganar la guerra.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las industrias presentes en Canadá fabricaron materiales y suministros de guerra , bien para su propio país bien para los Estados Unidos , Gran Bretaña y el resto de países aliados, El valor económico del esfuerzo de guerra canadiense podría valorarse en 10 billones de dólares americanos de la época, equivalentes aproximadamente 100 billones de $ actuales.

La contribución canadiense comenzó realmente nada más comenzar las hostilidades y fue un esfuerzo crucial para la consecución de la victoria final. Para una nación de apenas 11 millones de habitantes, los números conseguidos fueron un gran logro.


Fabrica canadiense de tanques "Valentine".

La posición geográfica de Canadá, a salvo de los bombardeos enemigos, resultó muy importante. Por esta razón se convirtió en el “arsenal” del material que necesitaba sobre todo Gran Bretaña, gracias a ello Canadá fue el principal país suministrador de la metrópoli.

Canadá no aceptó la Ley de Préstamo y Arriendo norteamericana. En realidad utilizo su propio acuerdo de préstamo y arriendo llamado por el resto de países como “Mutual Aid” (Ayuda Mutua). Gracias a este acuerdo se suministraron a los países aliados bienes por un valor de 4 billones de dólares. Posteriormente, a Gran Bretaña se le abrió una línea de crédito de 1 billón de dólares.

El Departamento de Municiones y Suministro de Canadá fue el organismo responsable de canalizar todos los aspectos derivados de la economía de guerra. Fue uno de los más grandes organismos de esta índole del mundo. Coordinaba todas las transacciones realizadas entre Canadá y gran Bretaña, principalmente pero sin olvidarse del resto de aliados, referentes a materiales y bienes de guerra como tanques, vehículos de transporte, buques de carga y militares, aviones, cañones y pequeñas armas de infantería, municiona si como uniformes, paracaídas, material contra incendios, detectores de minas, suministros sanitarios, caucho sintético  etc… Todo controlado por medio de un conglomerado de 24 corporaciones distintas, cada una con un cometido especifico.

En números absolutos la producción canadiense durante la guerra es la siguiente:

  • 11 billones de cartuchos de munición.
  • 1.7 billones de pequeñas armas.
  • 45.000 cañones pesados.
  • 16.000 aviones.
  • 2 millones de toneladas de explosivos.
  • 815.000 vehículos militares. 50.000 tanques y coches blindados.
  • 9.000 barcos y lanchas.
  • Numero indeterminado de radares y equipos electrónicos
  • Caucho sintético
  • Uranio para el proyecto Manhattan.


Canadá se enfrento con el desafío de crear una base industrial potente con el fin de producir armas y materiales bélicos prácticamente desde el principio y sin apenas infraestructura previa existente. Las industrias canadienses como la mano de obra necesaria dieron una respuesta asombrosa  ante esta situación, contribuyendo, con su ayuda, a la victoria final de la contienda.
Se estableció el antes mencionado Departamento de Municiones y Suministro y el Comité de Control de la Industria de Guerra, todo bajo la supervisión de C.D. Howe ministro de municiones y suministro, en la primavera de 1940 y aplicó recortes en el sueldo de los trabajadores y controles exhaustivos de precios.


C.D Howe, ministro de munición y suministro en una fábrica.

Prestó dinero a Gran Bretaña sin intereses, o bien material de guerra sin cargo como por ejemplo en enero de 1942 y también se donó la producción sobrante al resto de países aliados de Canadá por medio de La Junta de Ayuda Mutua de Canadá.

Como se ve el país americano puso a disposición de los aliados su producción industrial incluso sin vistas a poder cobrar. El país partía de una posición económica saneada, todos los canadienses que querían trabajar podían hacerlo. Cierto era que existían sueldos limitados y restricciones en la elección o cambio del trabajo, así como, racionamiento y escasez de productos. Se elevaron los impuestos sobre la venta, medida ya adoptada durante la Primera Guerra Mundial y el gobierno presionó a los trabajadores y ciudadanos a invertir sus ahorros en Préstamos de Victoria. Eran aspectos negativos en la vida diaria de los canadienses pero en cierta manera, nada que ver con los angustiosos días de la Gran Depresión de principios de los años 30.

Sigue en  Política económica en Canadá 2ª Parte

lunes, 30 de abril de 2012

Dieppe: resultados y lecciones



Soldados canadienses en Dieppe
Dieppe: resultados y lecciones

La incursión de Dieppe del 19 de agosto de 1942 fue considerada un desastre. A pesar de ello, diversas conclusiones de los resultados obtenidos fueron utilizadas posteriormente con optimas consecuencias. Son las denominadas Lecciones de Dieppe.

La invasión de Dieppe ha sido observada y estudiada con detalle. Planeada como un reconocimiento en fuerza, es decir, una operación con vistas a reunir toda la información posible sobre la forma de actuar del enemigo acabó pagando un precio demasiado elevado sobre todo en Canadá, pues fue mayoritariamente esta nación norteamericana quien tuvo más bajas.

Respecto  al los resultados de la operación, ningún objetivo fue alcanzado y de los 6.000 hombres que participaron solo volvieron a Inglaterra 2.078. Canadá perdió 3.367 hombres entre fallecidos, heridos y prisioneros, un número de bajas mayor que el sufrido en toda la campaña italiana. Los comandos tuvieron 270 muertos, heridos y desaparecidos, así como las 550 bajas de la Royal Navy.  En contraposición, las fuerzas armadas alemanas solo tuvieron 600 bajas, repartidas entre 333 bajas del Heer, 113 de la Marina y 162 de la Luftwaffe, incluyendo  personal de tierra.