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jueves, 26 de noviembre de 2015

Batalla de Tassafaronga 2ª parte.

Batalla de Tassafaronga 2ª parte.

Proviene de Batalla de Tassafaronga 1ª parte.

En ese preciso momento se perdió lo que pudo haber sido un primer golpe devastador por parte de Wright. Cuando el comandante del destructor líder de la formación pidió permiso para lanzar un ataque con torpedo contra la fuerza principal de Tanaka a las 23:16 h. Wright lo denegó hasta que el objetivo presentase un ángulo apropiado. El posterior ataque americano realizado a las 23:20 h. con un total de 15 torpedos procedentes de tres destructores fue ineficaz.

Conforme los torpedos fueron lanzados, Wright desató un torrente de fuego contra los japoneses desde sus piezas de 8 y 5 pulgadas. El objetivo de la mayor parte de este bombardeo era el destructor Takanami, que tras varios impactos y su posterior incendio aun atrajo más la atención. Antes de ser puesto fuera de combate por una avalancha de más de 400 proyectiles de 5 pulgadas, 6 pulgadas y 8 pulgadas el Takanami pudo lanzar su salva completa de ocho torpedos tipo 93. A pesar de ser no más que un casco de hierro en llamas la andanada lanzada resulto ser eficaz. Dos torpedos impactaron sobre el USS Minneapolis a las 23:27 h. uno cerca de la proa y otro en el centro del caso. Otro torpedo impactó sobre el siguiente crucero en línea, el USS New Orleans. La potencia explosiva del torpedo, combinada con la explosión del material de la bodega destrozó la proa del barco hasta la altura del segunda torreta de 8 pulgadas.


Batalla de Tassafaronga

El próximo crucero en línea era el USS Pensacola, que se convirtió en un atrayente objetivo conforme su silueta se divisaba la pasar entre los restos ardientes de los dos cruceros torpedeados con anterioridad. Varios destructores japoneses aprovecharon la oportunidad para dar rienda suelta a sus armas sobre el Pensacola. De los 26 torpedos lanzados por el Naganami, Kawakaze y Oyashio, Kuroshio, uno golpeó en el centro del casco a las  23:38 h. y puso al crucero norteamericano fuera de combate inmediatamente. Diez minutos después, dos torpedos más, posiblemente de esta misma salva, explotaron sobre el USS Northampton cuando la nave se acercaba a la isla de Savo. Estos impactos causaron grandes inundaciones e incendios, efectos que produjeron el hundimiento del crucero a las 03:04 h.


El USS Northampton recibiendo el impacto del torpedo en su costado

Muchos observadores americanos comentaron sobre la efectividad o no de la dirección de tiro artillera controlada por el radar. De hecho, a excepción del desafortunado destructor Takanami, el único éxito logrado fue dañar levemente el destructor insignia Naganami. Cierto es que es difícil impactar sobre un destructor maniobrando a toda velocidad, y en esta ocasión los estadounidenses se vieron obligados a depender principalmente del radar; y el problema del impacto de los proyectiles sobre el agua y la posterior columna de agua que se produce y que confunde el radar  probablemente ayuda en mucho a la ineficacia de la artillería. Una evidencia de la confusión general existente en el combate se muestra claramente por el hecho de que los dos destructores estadounidenses situados en la parte posterior de la formación ambos atacados por fuego amigo procedente de las piezas de los cruceros, aunque por suerte ninguno sufrió daño. Como en ocasiones parecidas la confusión produce exageraciones de cálculo y así Wright afirmó que estaban presentes 17 barcos japoneses en la zona y que nueve de ellos fueron hundidos.

Esta última acción de la campaña confirmó que la Armada Imperial Japonesa  conservaba su ventaja en el combate naval nocturno. Tanaka logró una victoria brillante aunque fue sorprendido y sus naves estaban en desventaja al estar sobrecargadas en sus cubiertas. Sus muy bien entrenadas tripulaciones y con el concurso incomparable del torpedo Tipo 93, se anotaron una señalada victoria. Eso si la única nave perdida, Takanami, tuvo 211 muertos y 26 marineros capturados y solo 33 tripulantes lograron sobrevivir al alcanzar la orilla.


Torpedo Tipo 93, el gran triunfador de la batalla.


Wright asistió a la rápida respuesta de Tanaka por medio de ataques con manteniendo un rumbo fijo durante gran parte de la acción, haciendo de sus naves objetivos excelentes. Incluso en esta última etapa de la campaña naval en Guadalcanal, los americanos aun no tenían idea exacta de las verdaderas capacidades del torpedo Tipo 93. Además del USS Northampton, que fue hundido con la pérdida de 50 hombres, los torpedos que explotaron sobre los otros tres cruceros ocasionaron la puesta fuera de combate de dichas naves durante largos períodos. El USS Nueva Orleans no volvería a entrar en acción durante nueve meses, aparte de la perdida de183 marineros. El USS Minneapolis tuvo 37 bajas fatales y 10 meses de inactividad. El USS Pensacola no regresaría a la acción durante un año entero, y se perdieron 125 hombres de su tripulación.

Batalla de Tassafaronga. 1º parte

Batalla de Tassafaronga. 1º parte.


Combate nocturno en aguas de  Guadalcanal

La última batalla naval de la campaña de Guadalcanal que se produjo la noche del 29 de noviembre de 1942 tuvo un desenlace decepcionante para ambos bandos ya que si bien fue una victoria para los japoneses, ésta podría considerare como pírrica por las ganancias obtenidas, pero aun fue peor el comportamiento de los americanos, ya que partían con ventaja tanto numérica como de posición táctica.

Con la destrucción de su gran convoy y los estadounidenses dispuestos a presentar batalla nocturna en las aguas de Guadalcanal, los japoneses se encontraban en una posición cada vez más difícil para proporcionar los suministros y refuerzos necesarios para su guarnición en la isla. El ultimo método empleado para reducir la vulnerabilidad de los destructores del Tokio Express fue colocar los suministros en contenedores herméticos, que serían lanzados desde las cubiertas de los destructores cerca de la costa para que posteriormente pequeñas embarcaciones procedentes de la isla pudiesen recogerlos y remolcarlos hacia tierra adentro.

Mediante este procedimiento, los japoneses planearon cinco convoyes de suministro, comenzando el primero ellos la noche del 29 de noviembre. La misión fue confiada al contraalmirante Tanaka, veterano de muchas correrías del Tokio Express a la isla. Para esta primera misión disponía de dos destructores asignados como escolta y seis más actuando como transportes, con un número total entre 200 y 240 contenedores a bordo. Las naves de transporte tenían sus torpedos de repuesto fuera de cubierta para compensar el peso de los recipientes de suministro en la superestructura.


Contraalmirante Carleton Wright


Contralmirante Raizo Tanaka


Los americanos estaban dispuestos a denegar los japoneses la oportunidad de proveer suministros a la guarnición asediada. Para ello, Halsey creó una nueva fuerza de superficie, la Task Force 67, con buques de guerra recién llegados y varios cruceros liberados de las tareas de exploración y detección de naves enemigas. El 28 de noviembre, al contraalmirante Carleton Wright le fue entregado el mando de dicha fuerza, que ascendía a un total de cuatro cruceros pesados, un crucero ligero y cuatro destructores. Wright heredó un plan de batalla que trataba de tomar ventaja utilizando las lecciones aprendidas de anteriores batallas nocturnas. Entre ellas, el uso prominente del fiable y eficaz radar SG así como la utilización de destructores por delante de los cruceros como exploradores. Con estos dos  su radar para lanzar un ataque por sorpresa con torpedos.

Wright sabía de múltiples fuentes que el Tokio Express estaría en marcha la noche del 29 al 30 de noviembre de 1942. Desplegó cuatro destructores en fila con el USS Fletcher equipado con el radar SG en cabeza y tras esta formación los cinco cruceros a 4.000 yardas detrás. Más lejos estaban los dos destructores que Halsey había ordenado que se unieran ala TF 67 tras escoltar un convoy que salía de Guadalcanal.


ORDEN DE BATALLA


Armada de los Estados Unidos


Armada Imperial Japonesa
Task Force 67
2º Escuadron de destructores
Contralmirante Carleton Wright
Contralmirante Tanaka Razio
Task Group 67.2.2.
31ª Division Destructores (Pantalla)
buque insignia USS Minneapolis CA-35
buque insignia Naganami  
USS New Orleans CA-32
Takanami
USS Pensacola CA-24

Task Group 67.2.3.
15ª Division Destructores 1ª Unidad de transporte
USS Northampton CA-26
Kagero
USS Honolulu CL-48
Kuroshio

Makinami

Oyashio
Task Group 67.2.4.
24ª Division Destructores 2ª Unidad de transporte
Fletcher DD-445
Kawakaze
Drayton DD-336
Suzukaze
Maury DD-401

Perkins DD-377

9ª Division destructores

Lamson DD-367

Lardner DD.487


Tanaka entró en el Iron Bottom Sound al sur de la isla de Savo y se acercó con gran cautela a la costa de Guadalcanal. 10 millas por delante se desplegó el destructor Takanami en misión de exploración. El resto de la fuerza principal navegaba en formación de columna, Entre las 23:00 h. y la medianoche del 29 de noviembre los japoneses llegaron a la altura del cabo Esperanza y empezaron a situarse sobre los distintos lugares de lanzamiento de los contenedores de suministros.


En esta ocasión, el radar dio ventaja a los norteamericanos. La primera nave en contactar con el enemigo fue el crucero pesado Minneapolis, cuando a las 23:06 h. su radar SG localizó la presencia de naves al oeste y a una distancia de 23.000 yardas. Los puestos de observación del Takanami visualizaron los buques norteamericanos a las 23:12 h. lógicamente al este de su posición. Con esta información Tanaka fue rápido en reaccionar y en pocos minutos se canceló la operación de reabastecimiento y las tripulaciones se preparasen para el combate.

Continúa Batalla de Tassafaronga 2ª parte.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Batalla de la isla de Savo III

Proviene de Batalla de la isla de Savo I
                   Batalla de la isla de Savo II

Isla de Savo: consecuencias.



La retirada japonesa fue el aspecto más controvertido de la batalla. Habiendo destruido la fuerza de cobertura de Turner, Mikawa tuvo la oportunidad de convertir una victoria táctica en una estratégica. Poco se interponía entre él y los transportes americanos. En Tulagi, cinco transportes estaban defendidos por dos destructores y tres transportes-destructores, y en Guadalcanal se hallaban 13 transportes más, escoltados por otros tres destructores y cinco anticuados dragaminas-destructores. A las 02:16 h.  Mikawa analizó la situación con su estado mayor. Como ya se mencionó, la fuerza japonesa se había dividido en dos grupos con el destructor Yunagi operando por separado. El vicealmirante japonés creía que tardaría dos horas para volver a reunir su fuerza y revertir el rumbo hacia el este para atacar a los transportes. Sólo quedaba una hora de noche y estaba seguro que la flota sería vulnerable a los ataques aéreos cuando llegara la luz diurna. Si Mikawa seguía el rumbo hacia el noroeste, los japoneses se encontrarían unos 120 km de Iron Bottom Sound y así tendría una buena oportunidad de evitar el ataque aéreo de los portaaviones que según las evaluaciones de Mikawa evaluado se efectuaría por la mañana. En el lado positivo de Mikawa, tras el encuentro con los cruceros aliados, la flota japonesa aun disponía del 60 por ciento de su munición de artillería y del 50 por ciento de sus torpedos. Después de considerar brevemente sus opciones, Mikawa decidió a las 02.20 h. interrumpir la acción y volver a Rabaul.

Mikawa no lo sabía en ese momento, pero él sólo había derrochado la mejor oportunidad de la IJN de asestar un golpe definitivo a la primera ofensiva norteamericana en el Pacífico. Es difícil imaginar que los americanos aferrándose a su exigua posición en Guadalcanal tras la destrucción de su flota de transporte y los suministros. Por la posible destrucción de los transportes estadounidenses habría valido la pena el sacrificio de toda la fuerza de Mikawa.

Aunque la victoria de Mikawa fue un triunfo incompleto, la batalla de la isla de Savo seguía siendo la peor derrota de la US Navy había sufrido en el mar. Cuando el Canberra se hundió a las 08.00 h. después de ser hundido por los destructores americanos, llevo como recuento total cuatro cruceros pesados hundidos y un quinto dañado. Dos destructores también resultaron dañados. Las pérdidas de personal fueron muy elevadas, ascendiendo a 1.077 marineros muertos y 709 heridos.
Las pérdidas japonesas fueron menores. El Chokai sufrió tres impactos que causaron la muerte de 34 marineros y 48 heridos.  El Aoba tuvo daños en la cubierta pero no sufrió bajas entre la tripulación. El Kinugasa tuvo un muerto y un herido por dos impactos. La única explosión causada por un proyectil de 5 pulgadas en el Tenryu mató 23 marineros e hirió a otros 21. La pérdida más grave se produjo después de la batalla, el 10 de agosto, cuando el submarino americano S-44 hundió el Kako camino a Kavieng. La falta de una adecuada pantalla de destructores le costó a Mikawa esta baja. Cuando se hundió el Kako, perecieron 71 tripulantes y 15 resultaron heridos.

La batalla de la isla de Savo confirmó varios hechos claves. La Armada Imperial Japonesa demostró ser la dueña del combate nocturno y estableció la dominación en las aguas alrededor de Guadalcanal durante la noche. La doctrina japonesa en la lucha durante la noche había sido probada bajo condiciones reales de combate y demostró el uso superior de los instrumentos ópticos nocturnos, el excelente torpedo tipo 93 y la dependencia de una artillería rápida y precisa. A pesar de la fama de los torpedos tipo 93, no todos los barcos en la batalla de la isla de Savo llevaron esta arma, y tal vez sea más importante señalar que fueron los proyectiles de la artillería naval japonesa los principales agentes de destrucción en la batalla de la isla de Savo.


Para los estadounidenses, había poco que ve favorablemente. Descubrieron que la doctrina americana referente al ataque durante la noche era defectuosa y que los buques de guerra americanos simplemente no estaban preparados para dicho combate nocturno. El factor más importante que condujo a la debacle de la isla de Savo fue la total sorpresa total obtenida por los japoneses. Esto fue debido a los problemas de mando y control en todos los niveles, a la evaluación de Turner de las intenciones japonesas y el despliegue defectuoso resultante. La potencial ventaja tecnológica ofrecida por radar se desaprovechó totalmente ya que los comandantes no entendieron las capacidades y limitaciones de los nuevos equipos.

Los grandes derrotados.


Contralmirante Victor Crutchley



Contralmirante Richmond Turner


domingo, 1 de diciembre de 2013

Batalla de la isla de Savo II

Batalla de la Isla de Savo: fase I

Proviene de Batalla de la isla de Savo I



Mikawa tuvo gran suerte cuando se acercó a la isla de Savo. A las 23:12 h., envió cuatro hidroaviones con el fin de proporcionar información sobre el despliegue aliado y también para iluminar los blancos en el momento oportuno. Si bien la presencia de estos aviones por encima de las naves aliadas, fue identificada correctamente como hidroaviones de crucero, fracasó a la hora de a los comandantes aliados. A Las 24:00 h., Mikawa ordenó situar los buques en sus puestos de combate y aumentar la velocidad hasta los 26 nudos. La primera nave aliada que se avistó fue el destructor de piquete Blue navegando al sudoeste de la isla de Savo. Vigías en la proa de la nave japonesa, Chokai, divisaron el barco americano a más de cinco millas a las 00:50 h. No era la primera vez que las habilidades ópticas japonesas resultarían superiores a las ventajas electrónicas americanas. Mikawa hábilmente disminuyó su velocidad para reducir su estela y el Blue navegó más lejos, hacia al sur.

Los observadores del Chokai permanecieron alerta cuando a las 01:34 h. observaron al destructor Jarvis tal y como salía de la zona tras haber sido dañado por los ataques aéreos anteriores. Sólo dos minutos más tarde, los mismos vigías avistaron tres "cruceros" a unas seis millas. Eran las confiadas naves del Grupo Sur. La batalla comenzó a las 01:38 h. cuando el Chokai disparó cuatro torpedos hacia el Canberra; todos fallaron. Chokai abrió fuego sobre el Canberra a las 01:43 h. En pocos minutos, los cruceros Furutaka, Aoba y Kako se unió al ataque del Chokai; en esos momentos el Grupo Sur de cruceros aliados se hallaba iluminado por las bengalas lanzadas por los hidroaviones japoneses.



El Canberra quedó fuera de combate por los 24 impactos que recibió en pocos minutos de batalla. Su capitán fue mortalmente herido, y rápidamente perdió velocidad, y un impacto por debajo de la línea de flotación produjo que el barco escorase a estribor de forma severa. Afortunadamente para los aliados, todos los 11 torpedos disparados contra el crucero australiano fallaron. El otro crucero pesado del Grupo Sur, el Chicago, respondió al ataque de forma ineficaz. Su tripulación fue incapaz de comprender que la maniobra repentina del Canberra significaba que ya estaba siendo atacado. A las 01:47 h., un torpedo del Kako golpeó al crucero en su proa por estribor. Un segundo torpedo impactó a popa en la sala de máquinas, pero no explotó. El Chicago no pudo encontrar ningún objetivo para ser bombardeado desde su batería principal, pero se enfrentó al Tenryu con sus cañones de 5 pulgadas, probablemente anotando un impacto que causó muchas bajas en la nave nipona. El Chicago continuó su rumbo hacia el oeste y pronto salió del combate. Inexplicablemente, su capitán no envió ningún informe de esta acción. También se negó a dar órdenes a sus dos destructores. El destructor Patterson estaba enfrentándose por lo menos con tres cruceros japoneses con disparos de artillería, pero fue dañado por los disparos de respuesta y le fue ordenado salir del combate a las 02:10 h. De todas las naves aliadas presentes, el destructor Patterson fue la que estuvo más alerta y también la que mejor .se enfrentó al enemigo. El destructor Bagley lanzó un ineficaz ataque con torpedos para luego dirigirse al oeste. En tan sólo siete minutos, los cruceros de Mikawa habían neutralizado el grupo meridional. Ninguna de las naves del Grupo Sur tuvo la molestia de informar sobre los acontecimientos.

Batalla de la Isla de Savo: fase II

El Grupo Norte, bajo el mando del capitán del crucero Vincennes, permaneció ajeno a la presencia de la fuerza de Mikawa. Durante el enfrentamiento con el Grupo Sur, las fuerzas japonesas se habían dividido en dos columnas separadas. Mas hacia el este estaba el Chokai al frente más el Aoba, Kako y Kinugasa; la columna occidental incluía al Yubari, Tenryu y Furutaka. El único japonés destructor, Yunagi, estaba afanosamente involucrado en un duelo de artillería esporádico con el Jarvis al sur de la isla de Savo.

Previamente, los magníficos vigías del Chokai habían descubierto a las 01:38 h. uno de los cruceros del Grupo Norte, el Vincennes, a la impresionante distancia de nueve millas. Siguiendo el plan de batalla, Mikawa giró hacia el norte para atacar el segundo grupo de naves enemigas. Utilizando la misma táctica que había diezmando el Grupo Sur, los cruceros japoneses atacaron primero con torpedos y acabaron después con fuego de cañón. A las 01:48 h., el Chokai lanzó cuatro torpedos sobre el Vincennes a unas seis millas. Una vez más, las naves americanas fueron sorprendidas completamente. A las 01:50 h., los tres cruceros del Grupo Norte fueron iluminados por potentes reflectores japoneses. Con esta iluminación, los cruceros japoneses encontraron rápidamente sus objetivos. El Chokai iluminó el Astoria a 7.700 yardas; el Aoba encontró al Quincy a 9.200 yardas y el Kako resaltó en la oscuridad al Vincennes a 10.500 yardas. Las naves americanas quedaron atrapadas con sus armas principales apuntando a proa y popa y los japoneses podrían ver las tripulaciones enemigas corriendo sobre sus cubiertas.

La habilidad y el entrenamiento de los artilleros de los cruceros japoneses fueron exhibidas una vez más minuciosamente. El Aoba y el Kako se anotaron éxitos en su tercera salva y el Chokai aceró en su quinto intento. El crucero pesado Quincy rápidamente quedó inmóvil., pero la nave estadounidense murió peleando. Las primeras salvas del Aoba causaron incendios agravados por los propios hidroaviones del Quincy que ardieron rápidamente así como los impactos sobre el puente de la nave. Pronto, Aoba, Furutaka y Tenryu estaban arrojando fuego sobre el Quincy. El crucero norteamericano pudo salir del enfrentamiento con las tres naves niponas antes de ser obligado a quedarse fuera de combate. El Aoba y el Tenryu atacaron al Quincy con tres torpedos mas que se añadieron a la carnicería. Todo ello, combinado con los 54 impactos de granadas de distinto calibre fue suficiente para asegurar la destrucción de Quincy, con la pérdida de 370 integrantes de la tripulación. El crucero fue la primera nave hundirse durante la batalla, a las 02:38 h, convirtiéndose en la primera nave en desaparecer dentro del Iron Bottom Sound.  A cambio, el Quincy infligió el único daño significativo a los japoneses durante la batalla cuando impactó dos rondas de proyectiles de 8 pulgadas en la sala de mapas del puente del Chokai, donde por suerte para los japoneses no se encontraban ni Mikawa ni su Estado Mayor. Se produjeron treinta y seis hombres bajas entre muertos y heridos.
Aun estando bajo el fuego del Kako, el crucero Vincennes rápidamente encontró en el Kinugasa un blanco para sus cañones de 8 pulgadas impactándolo en su segunda salva. El crucero Kako rápidamente comenzó a cañonear con acierto el Vincennes gracias a los fogonazos del propio crucero estadounidense así como los incendios otra vez de sus hidroaviones de observación. Tal y como el capitán de Vincennes intentó maniobrar radicalmente, sufrió un impacto de un torpedo lanzado por el Chokai a las 01:55 h. Otro torpedo, esta vez proveniente del Yubari, explotó a las 02.03 h. El Chokai continuó cañoneando al crucero inmóvil y aproximadamente 74 proyectiles cayeron sobre el buque. La nave fue abandonada a las 02:30 h. para hundirse posteriormente a las 02:58 h. Un total de 332 tripulantes murieron.

La reacción del Astoria ante el repentino ataque japonés refleja la confusión general de todo el Grupo Norte. El oficial de artillería de la nave ordenó rápidamente que sus cañones de 8 pulgadas se enfrentasen al enemigo después de que su barco fuese atacado por el  Chokai, en cambio el capitán de la nave ordenó a cesar el fuego después de llegar al puente y pensar que estaba siendo atacado por naves aliadas. El certero fuego del Chokai puso fuera de servicio dos de las tres torres de 8 pulgadas del Astoria, pero el crucero de la US Navy fue capaz de disparar 53 proyectiles de 8 pulgadas antes que todos sus cañones fueran destruidos. Los disparos del Aoba, Kinugasa y Kako remataron al Astoria ya que fue alcanzado entre 34 y 63 impactos. Se hundió con 216 de su tripulación.




La última acción de la noche ocurrió cuando la fuerza japonesa se retiraba al norte de la isla de Savo. A las 02:16 h., el Tenryu y Furutaka se enfrentaron con el destructor Ralph Talbot que seguía patrullando al norte de la isla de Savo. En el primer intercambio, los japoneses solo impactaron una única vez. Minutos más tarde, el Yubari había iluminado el destructor y rápidamente cayeron sobre él cinco proyectiles. El Ralph Talbot se salvó por un vendaval de lluvia que obligó a la fuerza japonesa continuar su trayecto hacia el noroeste.

Continúa en Batalla de la isla de Savo III

martes, 26 de noviembre de 2013

Batalla de la isla de Savo I

Batalla de la Isla de Savo

Antecedentes y primeros movimientos

La campaña naval más larga de la guerra del Pacífico comenzó el 07 de agosto de 1942 cuando los Estados Unidos lanzaron su primera ofensiva de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era   el inacabado aeródromo japonés situado en la isla de Guadalcanal dentro del archipiélago de  las Islas Salomón. Fueron enviado cinco batallones de marines  contra la débil resistencia por lo que rápidamente tuvieron éxito en la captura de la pista de aterrizaje, circunstancia que se produjo en la tarde del 8 de agosto.

La sorprendida guarnición japonesa de la isla estaba compuesta por tropas de construcción y fue incapaz de evitar el avance americano hacia el aeródromo. Sin embargo, las advertidas fuerzas japonesas presentes en el área de Rabaul respondieron rápidamente. La primera reacción llegó en forma de un ataque aéreo con 27 bombarderos G4M1 escoltados por 18 cazas A6M2 modelo 21. Un grupo de nueve bombarderos en picado D3A también fue enviado a Guadalcanal que se hallaba a 565 km, aunque carecían del alcance suficiente para regresar a Rabaul. Uno de los cazas regresó, dejando 53 aviones disponibles para el ataque a las unidades navales que se hallaban en la cabeza de playa norteamericana. El ataque fue un completo fracaso que costó la perdida de cinco bombarderos, dos ceros y todos  bombarderos en picado  a cambio de un solo impacto de bomba sobre un destructor norteamericano. Los cazas  estadounidenses que defendían a sus compatriotas también sufrieron importantes bajas. Se perdieron nueve aviones, pero el objetivo de desbaratar el desembarco no se consiguió.

Al día siguiente, 8 de agosto, los ataques aéreos japoneses continuaron. Esta vez, 27 bombarderos cargados con torpedos y escoltados por 15 cazas se dirigieron a Guadalcanal. Incapaces de encontrar su principal objetivo, los portaaviones estadounidenses, volvieron a atacar la cabeza de playa. En realidad el ataque fue llevado a cabo por 23 bombarderos. Gracias a los cazas norteamericanos y al fuego antiaéreo, 18 de los bombarderos fueron destruidos, junto con dos cazas. En el bando contrario, un destructor fue alcanzado por un torpedo y finalmente se hundió en el trayecto de regreso a los Estados Unidos para ser reparado y un bombardero se estrelló en un transporte, circunstancia que provocó un grave incendio que obligó al final a su hundimiento por su propia tripulación.

Los ineficaces ataques aéreos no fueron las únicas reacciones previstas por los japoneses. Tan pronto como el vicealmirante Mikawa se enteró del desembarco norteamericano en  Guadalcanal, decidió ejecutar un ataque naval  nocturno con las unidades de superficie que estaban disponibles. A las 08:30 h. del 7 de agosto, ordenó a sus cinco cruceros pesados disponibles reunirse en Simpson Harbor en Rabaul. Estaban incluidos aparte de su nave insignia, el crucero pesado Chokai, las cuatro naves del Sentai 6 que estaban ancladas en Kavieng fuera del alcance de cualquier ataque aéreo aliado. También se añadieron a la fuerza de Mikawa dos viejos cruceros ligeros del Sentai 18 y tan solo un anticuado destructor disponible. Salvo las cuatro naves  del Sentai 6, ninguno de esos barcos nunca había trabajado con el resto. A las  14:30 h. la fuerza de ataque había recibido sus órdenes y, bajo el propio mando de Mikawa, zarpó de Simpson Harbor.


Vicealmirante Mikawa Gunichi

Mikawa disponía de muy poca información sobre el tamaño  de las fuerzas estadounidenses alrededor de Guadalcanal y, un aspecto aun más importante aún, la ubicación de la fuerza de portaaviones americanos. Los aviones de largo alcance que despegaron de Rabaul fueron incapaces de encontrar los portaaviones, pero Mikawa eventualmente sí que recibió información sobre la ubicación y el número de naves aliadas presentes en las aguas de Guadalcanal. Un informe proporcionado por un hidroavión lanzado desde un crucero indicaba que la fuerza americana era más grande que la suya propia, pero estaba seguro de que la superioridad japonesa en tácticas de combate nocturno aumenta las probabilidades de éxito. A las 13:00 h. puso rumbo desde la isla de Bougainville hacia el sur, más concretamente hacia la zona de las islas Salomón que pronto sería conocida como "la ranura". Su intención era atacar a la fuerza de desembarco estadounidense durante la noche del 8 al 9 de agosto. La fuerza naval japonesa navegaría por el sur de la isla de Savo y entraría en las aguas de Guadalcanal que pronto sería conocida como “Iron Bottom". Una vez dentro, los cruceros japoneses podrían dedicarse a hundir en primer lugar las unidades enemigas situadas frente a Guadalcanal antes de girar hacia el norte y atacar los buques situados frente a Tulagi. Hay que tener en cuenta que en las instrucciones de Mikawa no se hace mención de atacar la flota de transporte.

El plan japonés contaba con la sorpresa.. Si la fuerza de Mikawa fuese detectada previamente, podría ser atacada por aviones estadounidenses de los tres portaviones que operaban al sur de Guadalcanal o, incluso si su fuerza no fuese atacada desde el aire, se enfrentaría a una superior fuerza de superficie aliada una vez llegase a aguas de Guadalcanal. El inminente desastre para los aliados estaba directamente relacionado con su incapacidad para descubrir la aproximación de Mikawa. Hubo ciertamente muchas oportunidades para asegurar que las naves aliadas estuviesen preparadas  y esperando a Mikawa en Guadalcanal. A las 20:00 h. la flota japonesa fue descubierta el 7 de agosto al sur del canal de St George por el  submarino S-38. A la mañana siguiente, en 10.26 h. un avión Hudson de la Royal Australian Air Force (RAAF) avistó la fuerza naval de Mikawa al este de Bougainville. La tripulación RAAF informó dicha flota estaba compuesta por "tres cruceros y tres destructores, dos portahidroaviones  o lanchas cañoneras" con rumbo sureste  y con una velocidad de 15 nudos. Un segundo Hudson volvió a detectar la flota japonesa a las 11:01 h. e informó que incluía dos cruceros pesados, dos cruceros ligeros y una nave desconocida.

La fuerza naval aliada de Guadalcanal estaba bajo el mando general del contraalmirante Richmond Turner. Turner había nombrado al contraalmirante británico Victor Crutchley como su suplente. Turner tenía buenas razones para creer que sus naves de Guadalcanal recibiría el aviso adecuado de un contraataque japonés. Además de los aviones americanos y australianos volando desde Nueva Guinea que cubrían las aguas al sur y al este de Rabaul, hidroaviones norteamericanos PBY y bombarderos B-17 patrullaban toda la zona de las Islas Salomón contra cualquier movimiento enemigo hacia el sur desde la base japonesa del Pacifico central situada en Truk. Incluso después del informe por parte del submarino  S-38 de la flota japonesa avanzando  hacia el sur a gran velocidad el 7 de agosto, Turner preveía que si los japoneses continuaban en esa dirección serian detectados de nuevo por las patrullas aéreas. Sin embargo, el plan de búsqueda estadounidense creado apresuradamente contenía varios agujeros, que se exacerbaron por problemas meteorológicos. Los sectores más propensos a contactar con los japoneses fueron obviados debido a las condiciones climáticas, y una solicitud para una búsqueda por la tarde en la zona más peligrosa fue ignorada. Mikawa cronometró su aproximación cuidadosamente a fin de no entrar en la zona de peligro de ser avistado hasta el final de la tarde, mucho después de los vuelos de la mañana habían alcanzado los límites más alejados de sus alcances. El hecho de que no se habían realizado las patrullas en el sector más probable de avistamiento de la flota enemiga sólo se le comunicó a  Turner a las 23:33 h. del 8 de agosto.


Crucero pesado Chokai, buque insignia de la flota japonesa.

Los dos Hudsons que avistaron las fuerzas japonesas durante la mañana tenían órdenes de mantener el contacto hasta que llegase otro avión a la zona sin embargo no cumplieron tal cometido. Además de eso, sus habilidades para identificar los tipos de buque enemigos fueron muy deficientes. Lo peor fue que dichos informes de contacto no llegaron a  Turner hasta bastante tiempo después; a las 19:00 h. para el primer contacto y a las 21:30 h. para el segundo caso.

Dada la falta de datos de contacto después de las 11:01 h. y la identificación errónea de la fuerza japonesa, que incluía  dos portahidroaviones que no planteaban ninguna amenaza para la cabeza de playa del desembarco, Turner no hizo nada para aumentar el estado de alerta de sus naves en Guadalcanal. Debido a estas erróneas informaciones dedujo razonablemente que la intención de la flota japonesa era la creación de una base para hidroaviones la isla de Santa Isabel, al noroeste de Guadalcanal. Turner fue culpable de intentar discernir las intenciones japonesas, sin tener en cuenta el peligro existente y sin prepararse para el curso de las acciones navales que podrían ser peligrosas. Su incapacidad para alertar de la posibilidad de un ataque japonés tendría consecuencias trágicas.

Orden de batalla

Armada de los Estados Unidos



Task Force 62
Contraalmirante Richmond K. Turner


Grupo sur
Contraalmirante Victor Crutchley RN
Cruceros pesados
Australia RAN, Canberra RAN, Chicago
Destructores
Baggley, Patterson


Grupo norte
Capitán Frederick Riefkohl
Cruceros pesados
Astoria Quincy, Vincennes
Destructores
Helm, Wilson


Grupo este
Contralmirante Norman Scott
Cruceros ligeros
San Juan, Hobart RAN
Destructores
Monssen, Buchanan


Barcos patrulla

Destructores
Blue, Ralph Talbot.

Armada Imperial Japonesa



8ª Flota de Ataque


Buque insignia
Crucero pesado
Chokai


Sentai 6
Contraalmirante Goto Aritomo
Cruceros pesados
Aoba, Kinugasa, Kako, Furutaka
Sentai 18

Cruceros ligeros
Tenryu, Yubari
Destructor
Yunagi

Continúa en Batalla de la isla de Savo II
                  Batalla de la isla de Savo III

lunes, 14 de mayo de 2012

Batalla del rio Tenaru


Batalla del Rio Tenaru.

La batalla del rio Tenaru se produjo durante el día 21 de agosto de 1942 en la isla de Guadalcanal, y fue la primera de una serie de batallas terrestres que tuvieron lugar en dicha isla durante aproximadamente los 6 meses de campaña homónima.

También puede reseñarse como aspecto destacable de esta batalla, el comportamiento  fanático y brutal llevado hasta sus últimas consecuencias por los soldados japoneses y que durante el resto de la guerra bien iban a comprobar las tropas estadounidenses.

Antecedentes.

La campaña de Guadalcanal comenzó el 7 de agosto de 1941, cuando marines estadounidenses desembarcaron en las pequeñas islas de Tulagi y Florida y la más grande y estratégica isla de Guadalcanal, todas ellas pertenecientes al archipiélago de las Islas Salomón. La importancia de Guadalcanal estribaba en el aeródromo capturado a los pocos japoneses presentes en la isla tras el desembarco inicial. Aeródromo que pasaría a llamarse Henderson Field. La ocupación por parte americana de la isla y su campo de aviación supondría un buen trampolín para el subsiguiente asalto de isla en isla de las fuerzas aliadas encaminado a acabar con el dominio japonés de la zona, aislando en primer lugar la base aeronaval nipona de Rabaul; en cambio, si Henderson Field cayera en manos niponas, las líneas de suministro y abastecimiento entre Australia y Norteamérica se verían amenazadas de forma inequívoca.

Durante la noche del 8 al 9 de agosto, la superioridad táctica naval de la armada japonesa claramente fue demostrada en la victoria nipona de la batalla de la isla de Savo cuando fueron destruidos 4 cruceros pesados aliados por ninguna baja japonesa. Este resultado nefasto tuvo repercusiones sobre los 11.000 hombres de la 1ª división de marines que se hallaban desembarcados en Guadalcanal, pues el suministro de alimentos y municiones fue interrumpido por la pérdida de la supremacía naval. Los marines deberían apañarse con el material que ya había sido desembarcado.

El teniente general Harukichi Hyakutake que se hallaba al frente del 17º Ejército disponía de pocas fuerzas para ser enviadas a Guadalcanal. Erróneamente fue informado de la cantidad de marines presentes en la isla, subestimando su fuerza ordenó enviar tropas para recapturar Henderson Field y desalojar los marines de la isla. La más cercana de todas era el 28º Regimiento de infantería bajo el mando del coronel Kiyonao Ikichi. Este regimiento fue dividido en dos contingentes, el primer elemento compuesto por 916 hombres en los que se incluía al propio coronel Ikichi fue embarcado en seis destructores rápidos sería el primero en desembarcar seguido posteriormente por el resto del regimiento.



Coronel Kiyonao Ikichi

A las 01:00 del 19 de agosto de 1941, los hombres del primer elemento de Ikichi desembarcaron en Punta Taivu a 35 km. al este de Punta Lunga e inmediatamente se pusieron en camino hacia el perímetro defendido por los marines. Informes de inteligencia avisaron en seguida del desembarco nipón y los jefes aliados tomaron las medidas correspondientes para contrarrestar el ataque.

Preludio al ataque

El primer contacto con la columna japonesa fue realizado por el sargento mayor Jacob C. Vouza. Vouza perteneciente al cuerpo de policía existente anteriormente a la guerra fue capturado, interrogado, herido y dado por muerto por los japoneses, pero la fortaleza del sargento Vouza estaba por encima de todas las penalidades por lo que pudo escapar, llegar a las líneas norteamericanas y dar la voz de alarma.

Vandegrift, comandante del la 1ª división de marines inmediatamente ordenó tomar las acciones necesarias. Así el 19 de agosto envió una patrulla de 60 hombres al mando del capitán Charles H. Brush al encuentro de los japoneses para evaluar su fuerza.

Mientras tanto Ikichi realizó la misma acción enviando una patrulla por delante de 38 soldados. Lógicamente al estar sobre aviso las fuerzas norteamericanas pudieron emboscar la `patrulla japonesa consiguiendo acabar con todos los hombres salvo 5 que volvieron hacia Taivu. Al registrar a los oficiales, observaron que los japoneses tenían información sobre las posiciones norteamericanas en el perímetro de Punta Lunga, sin embargo no obtuvieron información sobre el tamaño de la fuerza nipona ni cuando seria el inminente ataque.

Previniendo que el ataque vendría del este, Vandegrift emplazó defensas en la desembocadura de un rio. En esos momento dicho rio se creía que era el Tenaru cuando en realidad era el rio Ilu y  su desembocadura pasó a llamarse Alligator Creek, de todas formas el encuentro armado ha pasado a la historia de forma errónea como la batalla del rio Tenaru.

En la orilla oeste del rio se localizaba el 1º Regimiento de marines al mando del coronel Clifton B. Cates apoyado por 100 hombres de 1ª batallón especial de armas pesadas con dos cañones antitanque de 37 mm pero equipados con munición antipersonal, granadas de metralla. Los marines estuvieron preparando sus posiciones durante todo el día 20 de agosto.

Por su parte Ikichi tras conocer la destrucción de su patrulla marchó hacia el oeste con el resto de su fuerza llegando a poca distancia del rio sobre las 04:30 del día 20 de agosto y esperó hasta la noche para lanzar el asalto.

Ataque japonés.

Los soldados japoneses llegaron a la posición de Alligator Creek a medianoche. Los escuchas norteamericanos que se encontraban en la orilla este del rio, al oír la llegada de las tropas enemigas volvieron a sus trinchera y avisaron del ataque inminente. A las 01:30 Ikichi lanzo la primera oleada de tropas apoyada por fuego de mortero y ametralladoras. La respuesta norteamericana llego en forma de fuego de metralla por parte de los cañones de 37 mm y fuego de ametralladoras desde sus nidos. Algunos japoneses pudieron llegar a las posiciones de los marines pero el asalto fue rechazado una hora más tarde de su inicio con fuertes pérdidas en el bando nipón.

Acto seguido, a las 02:30 un nuevo ataque se produjo con 100-200 soldados por la lengua de arena existente junto al mar y de nuevo fue detenido en primer lugar y después rechazado. Es muy posible que Ikichi n muriera en este ataque por la playa.

Actos de gran valor se produjeron en la batalla como el protagonizado por un equipo de ametralladora que ocasionaba grandes bajas  a los atacantes y cuando el ametrallador John Rivers fue muerto, en su lugar entraron el soldado Albert Schmid y el cabo Leroy Diamond que siguieron resistiendo y disparando a pesar de ser heridos de gravedad. Por sus acciones ambos recibieron la Cruz Naval, el 2º galardón al valor del cuerpo de marines.

A las 05:00 se produjo el último intento de asalto, esta vez incluso a través del las olas del mar. Nuevamente fue rechazado con grandes pérdidas para los japoneses. Tras este ataque tan solo se produjeron duelo de fusilería y alguna explosión de morteros. A pesar de las grandes bajas sufridas los restantes soldados japoneses nunca pensaron en la retirada.



Mapa de la batalla del rioTenaru

Contraataque de los marines.

Al Amanecer, con la luz del día el alto mando americano, vista el desgaste sufrido por el enemigo, decidió contraatacar. La misión fue llevada a cabo por el 1º batallón del 1º regimiento al mando del teniente coronel Lenard B. Cresswell. Esta unidad cruzo el rio aguas arriba en un movimiento de flanqueo con la finalidad de cortar la vía de retirada de los japoneses supervivientes del ataque. A esta maniobra hay que sumar que con la luz diurna aviones americanos provenientes de Henderson Field y 5 tanques ligeros M3 Stuart se sumaron al contraataque desde el banco de arena junto al mar sin encontrar resistencia.

A las 17:00 la lucha había cesado, en la playa y las cercanías de Alligator Creek quedaban los cuerpos de los asaltantes. Los marines salieron de sus puestos de combate y empezaron a vagar entre los muertos, con la salvedad que algunos de los japoneses solo estaban heridos y atacaron a los desprevenidos soldados causándoles tal vez más bajas que el ataque de la noche anterior. Ante esta circunstancia, muchos marines clavaron sus bayonetas a los japoneses que encontraron, heridos o muertos. Al  final solo sobrevivieron 15 japoneses gravemente heridos o inconscientes y 30 más que pudieron regresar a sus líneas de los 900 que salieron hacia la batalla.



Trágico resultado.

Conclusiones.

La principal conclusión que se pudo extraer de la batalla del rio Tenaru fue la experimentación en primer grado de un tipo de guerra casi irracional que deberían sufrir los norteamericanos durante casi tres años hasta el fin de la guerra. Una clase de guerra que no podían comprender bajo su visión occidental de la vida, una clase de guerra donde la rendición no existía y donde las tropas japonesas acaban las batallas de la misma forma, “morir matando”.