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lunes, 30 de enero de 2023

Frank Knox

 Frank Knox



Verdadero producto del idealismo estadounidense, Frank Knox emergió de sus humildes comienzos hasta convertirse en un hombre de mundo: de aprendiz de periodista en un pequeño pueblo a editor de periódico de gran tamaño; de jefe de campaña de gobernador a candidato a la vicepresidencia; de soldado a Secretario de Marina. Incluso cuando era joven, ejemplificó el pragmatismo y el espíritu emprendedor del "hombre hecho a sí mismo".

Nacido en Boston, Massachusetts en 1874, se mudó con su familia a los 7 años a Grand Rapids, Michigan, donde su padre tenía una tienda de comestibles. A los 11 años, vendía periódicos para ayudar con los gastos familiares. Antes de terminar la escuela secundaria, dejó Michigan y se estableció como vendedor. Cuando la crisis de 1893 le costó su trabajo y le obligó a regresar a Michigan, se inscribió en Alma College. Para sufragar sus estudios realizó varios trabajos de toda índole, mientras obtenía altas calificaciones y se distinguía como buen jugador de fútbol.

Con el estallido de la guerra hispanoamericana, Knox, un estudiante de último año de la universidad, se alistó en el ejército e ingresó en los famosos Rough Riders de Theodore Roosevelt. Desde entonces fue un fiel discípulo del fornido militar y futuro presidente. Catorce años después, Knox demostraría ser fundamental en atraer a Roosevelt a la histórica campaña "Bull Moose".

martes, 1 de mayo de 2018

Almirante François Darlan

Almirante Jean-Francois Darlan.



El almirante Jean-Francois Darlan fue una figura pública que alcanzó gran notoriedad durante la Segunda Guerra Mundial tanto en la Marine de Guerre como en la política francesa. Darlan ha sido calificado por muchos historiadores como colaboracionista al ser considerado como pronazi, si bien, al final de su vida se vieron intentos de maquillar, tanto por el mismo como por los Aliados, su comportamiento y así poder acercarse a los Aliados.

Darlan nació el 7 de agosto de 1881, en Nerac, dentro una familia vinculada a la Marina pero también muy introducida en ambientes políticos; su padre fue diputado por Lot-et-Garonne y Ministro de Justicia los años 1896 y 1897. En 1902, se graduó en la Academia Naval y durante la Primera Guerra Mundial estuvo al mando de una batería de cañones navales. Una vez terminó la guerra, Darlan permaneció en la marina francesa alcanzando en 1929 el rango de contraalmirante. Poco después de esta promoción, y gracias a sus inicios en política cuatro años antes como oficial de enlace con el Ministerio de Marina, a Darlan le fue encomendada la tarea de reconstrucción de la marina francesa. Darlan, cuya tendencia política viraba hacia sectores izquierdistas, circunstancia bastante rara en la marina de guerra, vio como su carrera progresaba apropiadamente. En 1934 regresó al servicio activo como jefe de la flota del Atlántico y dos años más tarde, alcanzaba el puesto de Almirante Jefe de Estado Mayor de la Marina y en 1937, nombrado Almirante de la Flota, según parece un titulo instaurado por él mismo, y que representaba ser comandante de todas las fuerzas navales francesas.

Darlan como máximo responsable de la Marine de Guerre  emprendió un programa ambicioso de modernización y potenciación de la armada, de esta manera la flota gala al inicio de la Segunda Guerra Mundial, salvo cinco antiguos acorazados y la casi testimonial presencia de portaaviones, disponía de barcos con menos de trece años de antigüedad, sobresaliendo los acorazados de la clase Richelieu y sobre todo los destructores, buques más grandes y mejor armados que similares unidades extranjeras. A pesar de su espíritu antibritánico, Darlan aceptó la cooperación con la Royal Navy en el  intercambio de avances tecnológicos.

lunes, 23 de abril de 2018

Henry L. Stimson

Henry L. Stimson


Henry L. Stimson, Secretario de Guerra norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial.

Henry Lewis Stimson fue un estadista norteamericano que sirvió a seis presidentes. Republicano conservador y calificado como imperialista, su máxima notoriedad la obtuvo cuando ejerció el cargo de Secretario de Guerra durante la Segunda Guerra Mundial bajo el presidente demócrata Franklin Roosevelt. Elegido por su postura agresiva contra la Alemania nazi y la fuerte oposición a la agresión japonesa, suya fue la responsabilidad de coordinar todos los aspectos relativos al ejército, fuerzas aéreas incluidas, como el reclutamiento e instrucción de 12 millones de soldados y aviadores, las cuestiones logísticas y el uso del 30 por ciento de la producción industrial de la nación para fines militares y al final, la creación de la bomba atómica y sobre todo la decisión de usarla.

Nacido el 21 de septiembre de 1867 en una familia adinerada de Nueva York dedicada durante mucho tiempo a la política dentro del partido republicano, Stimson fue educado en la Academia Phillips en Andover, Massachusetts y en la universidad de Yale donde ingreso en Skull and Bones, una sociedad secreta donde consiguió formar notables amistades e influyentes contactos para el resto de su vida. En 1906 el presidente Theodore Roosevelt le nombró fiscal de Estados Unidos por el distrito sur de Nueva York. Aquí se labró un distinguido historial sobre procesamiento de casos antimonopolios. Sin embargo, esta circunstancia no fue suficiente para conseguir apoyo popular y Stimson fue derrotado como candidato republicano para gobernador de Nueva York en 1910.

Stimson fue nombrado Secretario de Guerra por primera vez en 1911 bajo el presidente William Howard Taft, cargo que desempeñó durante dos años. Continuó con la reorganización del ejército antes de su gran expansión que se produjo durante la Primera Guerra Mundial. Con el inicio de la guerra, Stimson ingresó en el ejército de los Estados Unidos como oficial de artillería, alcanzando el rango de coronel en agosto de 1918.


Henry L. Stimson y el General George C. Marshall, Jefe del Estado Mayor del Ejército.

En 1927, Stimson fue enviado por el Presidente Calvin Coolidge a Nicaragua para entablar negociaciones con las autoridades civiles del país centroamericano para posteriormente ser nombrado Gobernador General de Filipinas, cargo que ocupo 1927 a 1929. A continuación entro en la administración de Herbert Hoover desempeñando la función de Secretario de Estado desde 1929 hasta 1933. En 1929 cerró la oficina criptoanalítica del Departamento de Estado diciendo: "Los caballeros no leen correos de otros", posteriormente tuvo que invertir esta actitud.

Durante 1930 a 1932 Stimson fue el presidente de la delegación de Estados Unidos en la Conferencia Naval de Londres de 1930-1931 y de la delegación estadounidense en la  Conferencia de desarme de Ginebra en 1932. También en 1932, los Estados Unidos implementaron la "doctrina de Stimson" como consecuencia de la invasión japonesa de Manchuria: Estados Unidos se negarían a reconocer cualquier situación o tratado que limitara los derechos adquiridos por los Estados Unidos tratado derechos limitados o fuera provocada por cualquier agresión. Al final del mandato de Hoover, Stimson regresó a la actividad privada pero mostrando ser un abierto opositor a la política agresiva japonesa.

En 1940 el presidente Franklin D. Roosevelt volvió a ofrecer a Stimson su antiguo puesto como Secretario de Guerra, cargo que desempeñó hasta el final del conflicto. Antes de 1947 y la creación de la Secretaria de Defensa, es decir, durante la Segunda Guerra Mundial la denominada Secretaria de Guerra era en realidad el ministerio del Ejercito que englobaba también a las fuerzas aéreas existiendo en paralelo la "Secretaría de Marina" que como su nombre indica se ocupaba de los asuntos navales bajo la direccion de Frank Knox y James Vincent Forrestal.

Diez días antes del ataque a Pearl Harbor, Stimson escribió en su diario un apunte famosa y discutida sobre la reunión que tuvo con el Presidente Roosevelt para discutir la evidencia de la inminencia de las hostilidades con Japón, y donde se formuló la pregunta "Cómo debemos manejarlos [los japoneses] a la posición de disparo del primer tiro sin ocasionar demasiado peligro para nosotros mismos". Stimson dirigió hábilmente la expansión rápida y tremenda del ejército hasta llegar a ser una fuerza de más de 10.000.000 soldados.


Junto con el Presidente Harry S. Truman.

Al final de la guerra y ya bajo la administración Truman, Stimson fue el máximo responsable en tomar la importante decisión de lanzar la bomba atómica. Truman y Roosevelt anteriormente siguieron su consejo en todos los aspectos de la bomba y de esta manera Stimson desautorizó los militares cuando lo vio necesario, así por ejemplo, negó fijar como objetivo atómico el centro cultural de Kioto, donde por cierto pasó su luna de miel. El 6 de agosto de 1945, el primer lanzamiento de una bomba atómico destruyó Hiroshima.

Stimson se opuso firmemente al Plan Morgenthau de destrucción del tejido industrial alemán así como la partición de Alemania en varios estados más pequeños. El plan también preveía la deportación y el encarcelamiento sumarísimo de cualquier persona sospechosa de ser responsable de crímenes de guerra. Inicialmente, Roosevelt no se hallaba en completo desacuerdo con este plan pero debido a la oposición de Stimson y la protesta pública cuando el plan se filtró a la opinión publica, desistió de esta postura. El plan Morgenthau nunca entró en vigor por sí, pero tuvo influencia en las medidas tomadas durante las primeras etapas de la ocupación de Alemania. Fue en ese periodo de tiempo cuando Stimson mantuvo el control total de la zona de ocupación estadounidense, cuando insistió a Roosevelt que diez países europeos, incluida Rusia, dependían del comercio de bienes de exportación e importación alemanes y de la producción de materias primas por lo que era inconcebible que este "regalo de la naturaleza," poblado por los pueblos de "energía, vigor, y progreso" podría convertirse en un "territorio fantasma" o en un "montón de polvo", sembrando así las semillas de lo que más tarde se convertiría en el Plan Marshall.

Stimson, un abogado, insistió, a veces en contra de los deseos iniciales de Roosevelt y Churchill en instaurar adecuados procesos judiciales contra los principales criminales de guerra. Él y el Departamento de Guerra de Estados Unidos redactaron las primeras propuestas para un Tribunal Internacional, que pronto recibió el apoyo del entrante Presidente Truman. El Plan de Stimson desembocó en los juicios de Nuremberg de 1945-46, que han tenido un impacto significativo en el desarrollo posterior del derecho internacional. Henry Stimson murió e 20 de octubre de 1950  a la edad de 83 años en su domicilio de Huntington, en la costa norte de Long Island.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial. 2º parte.

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.

Provienen de Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.1º parte.

Como se ha comentado la decisión de rendir el ejército fue criticado tanto por los aliados como por compatriotas pero no todos los belgas estuvieron en contra de tal acción. Existen fuentes que elogiaron la decisión al permitir la salvación de más de 2 millones de belgas encerrados dentro de la bolsa creada por el avance alemán además la gran mayoría de los belgas flamencos apoyaron al rey.

Hay que reconocer que el rey Leopoldo vio la situación muy desesperada. Así, decidió que no se diese más derramamiento de sangre ante una causa perdida. Hubo algún apoyo para este punto de vista. El propio almirante Sir Roger Keyes que se encontraba en el cuartel general del ejército belga durante los intensos combates insistió que el rey Leopoldo no tenía ninguna opción militar salvo la rendición. Seguramente sea cierto, pero unos días más de resistencia habría hecho más fácil la evacuación británica y francesa en Dunkerque. Por supuesto los aliados fueron especialmente críticos con las acciones del rey. Reynaud difundió una diatriba mordaz considerando  a su majestad como un traidor. También es posible que ante la desintegración de su ejército, los franceses buscasen un chivo expiatorio. Hay una razonable pregunta sobre ¿Quién abandonó a quién? Los belgas nunca fueron informados de que la fuerza expedicionaria británica (BEF) fuese a evacuarse dejando a su suerte a las tropas belgas. Sin duda el análisis final es muy complicado ya que la BEF pudo ser evacuada más o menos correctamente. Si los alemanes hubiesen destruido la BEF en Dunkerque, sería muy difícil aceptar la liberación de Bélgica en 1944. Por supuesto todo aparece de forma muy distinta con el paso del tiempo.

Los representantes gubernamentales de Bélgica después de la rendición del ejército por parte del rey Leopoldo se reunieron en Limoges, Francia. Condenaron más la acción del rey que ayudar a la formación de un gobierno en el exilio.  Algunos belgas también son críticos sobre la manera en que se formó dicho gobierno en el exilio. Un lector informa, "el gobierno en el exilio dio tres  bandazos tres veces durante la ocupación. Fue el mismo gobierno que para salvar la cara se deshizo del rey Leopoldo. Se halló ante un problema constitucional". De todas formas el 18 de junio estableció un gobierno belga en el exilio, temporalmente en Burdeos, Francia. Declaró la destitución del rey y cuando Francia también se vio obligada a buscar un armisticio, sus líderes políticos, Spaak y Pierlot, huyeron a Londres. Allí se creó la Legión Belga. El gobierno en el exilio mantuvo el control del Congo belga y Ruanda y reclutó una pequeña fuerza.


Tropas de caballería  alemanas desfilando enfrente del Parlamento belga.

El rey Leopoldo pidió un armisticio a los alemanes el 27 de mayo, ordenó a su ejército la entrega de las armas al día siguiente y se negó a huir con los ministros para formar un gobierno en el exilio en Inglaterra. El rey compartió con valentía el destino de sus tropas y sus súbditos y realizó una promesa solemne a sus tropas "pase lo que pase compartiré su destino". Leopoldo se reunió con Adolf Hitler en noviembre de 1940 en Berchtesgaden. Fuentes contemporáneas  indicaron que se las arregló para conseguir la liberación de 50.000 prisioneros de guerra belgas y la promesa de mejores condiciones de vida para la población belga, sobre todo referentes a la alimentación, siempre desde una posición igualatoria, nunca subordinada y con la intención de influir para conseguir mejores términos de  negociación para Bélgica en comparación con situaciones similares de otros países ocupados". Sin embargo, los aliados occidentales y muchos belgas no dejaron de considerar como un colaborador. No obstante, debe decirse que Leopoldo demostró gran valentía negándose posteriormente a administrar su país bajo control alemán y dar una apariencia de legitimidad al Gobierno de ocupación nazi.

Tras la ocupación y de forma nada sorprendente, algunos grupos fascistas  y políticos como Hendrik de Man, decidieron colaborar con los nazis. Muchos pensaron que las sorprendentes victorias alemanas en 1939-40 no dejaban otra opción y así De Man lideró el régimen colaboracionista belga. La Wehrmacht, bajo el mando del general Alexander von Falkenhausen y su jefe administrativo Eggert Reeder, controló y administraron el régimen de ocupación. De hecho, el gobierno militar alemán administró los asuntos civiles incluso la mayoría de los asuntos de índole personal.

La figura del rey pasó a un segundo plano, sin embargo retomó notoriedad cuando volvió a casarse. El rey Leopoldo despertó más críticas con su matrimonio en 1941 con una dama flamenca de origen no nobiliario, es decir, plebeya. Leopoldo se casó con Marie Lilianne Baels (1916-2002), más adelante princesa de Rethy, en una ceremonia religiosa el 11 de septiembre de 1941. La ceremonia civil tuvo lugar el 6 de diciembre de 1941 en el castillo de Laeken. Su padre era Henri Baels y su madre Anne Marie De Visscher. Esta unión no  fue bajo ningún aspecto popular entre la población belga. No sólo su esposa era de origen plebeyo, y en cierto modo reemplazaba la figura de la muy querida primera esposa del rey, sino que ciertas facciones vieron un carácter pronazi en la figura de la segunda esposa del rey aunque realmente no existen evidencias de tal comportamiento.

Leopoldo III y su segunda esposa, Lilian Baels.

Conforme los aliados iban avanzando hacia la victoria, el rey Leopoldo fue hecho prisionero por los alemanes hasta el final de la guerra. Estuvo confinado en un principio en su propio castillo de Laeken, Bruselas. Sin embargo, tal y como los aliados se acercaron a Bélgica, los alemanes detuvieron al rey y su familia y fueron trasladados en primer lugar a Alemania, concretamente en Hirschein, Sajonia y después a Strobl Austria de donde finalmente fueron liberados por soldados estadounidenses.


Tras la guerra, la situación respecto a la figura de Leopoldo III no había cambiado existiendo controversia sobre su papel durante la ocupación alemana, y por ello los aliados se abstuvieron de apoyar su retorno a Bélgica para así evitar desórdenes internos. Fue nombrado regente el hermano del rey, el príncipe Carlos, y se acusó a Leopoldo III de incapacidad para reinar por ordenar en 1940 la capitulación del ejército belga ante los alemanes, por incluirse él mismo como Jefe de Estado en semejante rendición y por negarse a seguir al gobierno legítimo hacia el exilio estando en condiciones de hacerlo. Al faltar una decisión rápida sobre la denominada cuestión real, Leopoldo III se instala en Suiza pero sin abdicar. Sin embargo, en 1946 el Parlamento inicia una investigación sobre las determinaciones de Leopoldo en 1940 sin que al final pueda asegurarse la existencia de una deslealtad que impida al monarca ejercer sus derechos.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.1º parte

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.



Leopoldo III de Bélgica fue durante el periodo de tiempo inicial de la Segunda Guerra Mundial el abogado defensor mas a ultranza de la política exterior más independiente posible de su país, al mediar dos veces entre los gobiernos de la Alemania nazi y los países occidentales en los meses inmediatamente anteriores y posteriores al estallido de la guerra en septiembre de 1939. Bélgica seguía estrictamente siendo un país neutral, pero esta condición no fue obstáculo para ser invadida por los alemanes por segunda vez en la primavera de 1940, la primera fue en 1914. Antes de la guerra, el rey Leopoldo antes promovió la construcción de importantes fortificaciones defensivas desde Amberes hasta Namur frente a la frontera alemana. Sin embargo, sus acciones como comandante en jefe del ejército durante la invasión alemana de 1940 fueron criticadas por británicos y franceses e incluso por algunos belgas. Tras la invasión el grueso del ejército belga, fue rodeado por los alemanes y sin capacidad de reacción ni escapatoria, Leopoldo ordenó a sus tropas la rendición. No obstante, el rey se negó a huir con los funcionarios estatales para formar en Reino Unido, un gobierno en el exilio. Sus acciones, sobretodo esta última no fueron bien vistas por algunos de sus súbditos. La entrega de las armas en un punto crucial en la batalla de Francia de 1940 ocasionó un hueco importante en el anillo defensivo aliado en Dunkerque y, si los alemanes hubiesen presionado por esa zona de forma contundente es posible que la evacuación de las tropas aliadas en Dunkerque hubiese sido mucho más complicada. El rey Leopoldo siguió despertando críticas cuando en 1941 se casó en segundas nupcias con una mujer plebeya considerada en algunas facciones como pronazi. Por todo ello, muchos belgas vieron el comportamiento de Leopoldo ante los alemanes en marcado contraste con la valiente resistencia de su padre al ejército del káiser durante la Primera Guerra Mundial. Otros compatriotas sin embargo creyeron que el rey fue injustamente criticado, ya que según ellos, Leopoldo demostró gran valentía negándose posteriormente a administrar su país bajo control alemán y dar una apariencia de legitimidad al Gobierno de ocupación nazi, es decir, convertirse en un títere. Leopoldo fue hecho prisionero por los alemanes hasta el final de la guerra, primero en su castillo de Laeken, Bruselas y más adelante en la profunda Alemania.

La política exterior belga dio un giro rotundo cuando Bélgica decidió su retirada del Pacto de Locarno. Cuando los el gobierno nazi remilitarizó Renania en 1936 y no hubo respuesta internacional alguna, Bélgica decidió seguir su propio camino con una política de "neutralidad armada". En esos momentos esta era una opción muy prevalente, ya que si los Países Bajos habian podido evitarla entrada en la guerra en 1914, tal vez Bélgica podría hacer lo mismo. Para lograr esta deseada opción, Bélgica dedicó una cantidad increíble de su producto nacional bruto para la defensa nacional. Se ha estimado que llegó hasta el 23%. Con una población de 8 millones de personas, Bélgica llegó a tener 650.000 hombres en el ejército. Era un ratio enorme y la máxima que podría reunir un país pequeño como Bélgica. Ni Francia ni Reino Unido se acercaban lo mas mínimo a esa proporción. Los fondos fueron utilizados mayoritariamente en construir fortificaciones de frontera potentes y en  aumentar los efectivos del Ejército más que en modernizar su aviación y fuerza acorazada.


Leopoldo III pasa revista a la exigua fuerza acorazada belga

En octubre de 1939, tras el estallido de la guerra, el rey pronunció un discurso de radio en inglés dirigido a los Estados Unidos. Señalo que la actitud de la población belga provenía del sentimiento aislacionista de América, que durante generaciones, diferentes naciones habian llevado sus guerras al suelo belga y que Bélgica quería permanecer al margen viviendo solos y viviendo en paz. No importaba la opción de los Aliados o del Eje, Bélgica quería quedarse fuera de toda controversia.

Bélgica seguía siendo estrictamente neutral, pero fue invadida por los alemanes por segunda vez el 10 de mayo de 1940, justo en  el inicio de la largamente esperada ofensiva alemana en el oeste. Como se ha comentado, el rey Leopoldo había promovido la construcción de importantes fortificaciones defensivas desde Amberes a Namur frente a la frontera alemana. Bélgica declaró su neutralidad y se negó a permitir el paso de  fuerza expedicionaria británica por el territorio. LA BEF y el ejército francés  no hicieron caso de la orden belga, pero al final no sirvió para nada. El ejército belga fue sorprendido desde el inicio de las hostilidades con la caída de las defensas de la frontera. El fuerte de Eban-Emael, una gran fortaleza subterránea que dominaba  tres puentes sobre el Canal de Albert y construido a semejanza de las fortificaciones de la  francesa línea de Maginot francesa, estaba  considerado como inexpugnable.  La fortaleza cuya dotación se elevaba a más de 1.200 soldados belgas fue asaltada, la madrugada del 10 de mayo, por 400 paracaidistas alemanes que llegaron silenciosamente por medio de planeadores que aterrizaron directamente encima de la fortaleza. Tras inutilizar los cañones por medio de cargas de demolición el "inexpugnable" fuerte de Eban-Emael se rindió. Con la defensa artillera fuera de combate, el resto de la fuerza alemana tomó rápidamente dos de los tres vitales puentes sobre el canal. Las fuerzas armadas alemanas  pudieron entrar en territorio belga casi sin lucha y desplegar sus fuerzas acorazadas en cuestión de horas.


Bélgica a punto de rendirse.


Tras 18 días de derrotas y retiradas, Leopoldo sin consultar con el gabinete de gobierno ni con los aliados y como comandante en ejefe del Ejército belga firmo la rendición de Bélgica ante los alemanes, concretamente el 28 de mayo de1940. Ese mismo día, los británicos comenzaron la evacuación en Dunkerque. Esta acción de Leopoldo trajo consecuencias importantes. La rendición de las tropas en tiempo y lugar produjo un hueco en la línea defensiva aliada en torno a la Dunkerque. Brecha que hubiese sido aprovechada por al fuerzas alemanas sin embargo inexplicablemente, Hitler ordenó la detenciones de su fuerza acorazada.  Hay considerable diferencia de opinión en cuanto a las circunstancias que rodearon el caos existente en los acontecimientos de finales de mayo. Pero existe casi un consenso global en que las decisiones del rey Leopoldo como comandante en jefe del ejército durante la invasión alemana de 1940 sean como mínimo susceptibles de crítica. Muchos ciudadanos belgas, vieron la rendición ante los alemanes como un acto de cobardía, mas aun si es comparado con la fuerte defensa de los intereses belgas del su padre ante las tropas del Kaiser durante le conflicto mundial anterior.

Continúa en Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.2º parte

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Anthony Eden

Anthony Eden


Robert Anthony Eden nació el 12 de junio de 1897, en Windlestone Hall, Bishop Auckland Durham. Su padre, Sir William Eden, matriculó a su hijo en los prestigiosos colegios de Eton y Christ Church en Oxford, sin embargo, su ingreso en la escuela militar de Sandhurst fue rechazado debido a sus problemas de visión. Anthony Eden estudió idiomas extranjeros adquiriendo diversos niveles en francés, alemán, ruso, persa y árabe. A pesar de sus limitaciones, cuando estalló la primera Guerra Mundial, Eden ingresó como comisionado en el Real Cuerpo de Fusileros del Rey (King's Royal Rifle Corps), unidad con la combatió en los campos de Francia concediéndole por ello la Cruz Militar (Military Cross) por su actuación en la Batalla del Somme. Durante la contienda su hermano Nicholas murió en la Batalla de Jutlandia. Eden acabó la guerra con el rango de comandante.

Tras la guerra, Eden comenzó su carrera política siendo elegido en 1923, miembro del Parlamento por Warwick y Leamington por el partido conservador. Entre 1926 y 1929 fue el secretario parlamentario de Austin Chamberlain en el Foreign Office. En 1931, se convirtió en Subsecretario de Relaciones Exteriores, ocupando ese cargo hasta 1934. En 1935, fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno del Primer Ministro Stanley Baldwin, pero dimitió en 1938 cuando surgieron fuertes desacuerdos con la política de apaciguamiento del entonces Primer Ministro, Neville Chamberlain, así como con la postura de Samuel Hoarse hacia Italia tras  invasión italiana de Abisinia, aunque Eden no se opuso a medidas similares tomadas por Alemania.

En septiembre de 1939, en el estallido de la guerra, Eden, volvió brevemente al ejercito con el antiguo empleo de comandante sin embargo rápidamente regresó al gobierno de Chamberlain como Secretario de Estado para Asuntos de los Dominios, sin embargo no estaba dentro del Gabinete de Guerra. Como resultado, no era un candidato para el cargo de primer ministro cuando Chamberlain renunció en la primavera de 1940. Fue con la llegada de Churchill a la jefatura de gobierno cuando Eden fue nombrado Primer Secretario de Estado de Guerra.

A finales de 1940, pasó a ser designado como Secretario de Relaciones Exteriores bajo el gobierno de concentración del nuevo Primer Ministro, Winston Churchill. Eden fue tratado por Churchill como uno de sus confidentes más cercanos incluso como lugarteniente, sin embargo el propio Churchill asumió muchas responsabilidades inherentes al cargo de ministro de exteriores en las diversas conferencias que se produjeron durante la guerra con distintos jefes de estados aliados. En 1942, Eden compaginó su cargo en el Foreign Office con el de Líder de la cámara de los Comunes.

Sin embargo si se encargó de llevar gran parte de las siempre delicadas relaciones entre Gran Bretaña y el gobierno de la Francia Libre del general de Gaulle durante los últimos años de la guerra. Eden era a menudo crítico con el  énfasis del Churchill hacia la relación especial con Estados Unidos y a menudo estaba decepcionado por el tratamiento americano de sus aliados británicos.

A principios de 1943, Eden bloqueó una petición de las autoridades búlgaras de ayuda hacia un considerable contingente de población judía que tenía intención de ser trasladada a territorios de Palestina, por aquel entonces bajo control británico. Tras esa negativa, dichas personas fueron trasladadas a Polonia. Esta decisión mas el rechazo de apoyo, también en 1943, al gobierno polaco en el exilio en favor del gobierno soviético tras la revelación de la Masacre de Katyn fueron algunas de las sombras en la carrera de Anthony Eden durante la guerra. Sin embargo, los éxitos conseguidos gracias a su infatigable trabajo fueron muchos.



Anthony Eden y Winston Churchill en la Conferencia de Quebec

En 1944 Eden fue a Moscú para negociar con la Unión Soviética en la Conferencia de Tolstoy, Del mismo modo, Eden también se opuso al Plan Morgenthau a la desindustrialización de Alemania, previsto cuando finalizase la guerra. Tras los asesinatos de oficiales británicos de la RAF en el Stalag Luft III, campo de prisioneros conocido por ser el lugar donde se produjo "la gran evasión", se comprometió en la cámara de los comunes a llevar ante la justicia a los autores del crimen. Fiel a su compromiso, tras la finalización de la guerra estuvo apoyando la caza de dichos autores  por medio de la rama de investigación especial de la RAF.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y tras la derrota conservadora, Eden pasa a la oposición hasta 1951 donde tras la victoria de su partido vuelve a ser nombrado Ministro de Exteriores. Ese mismo año, cuando una compañía petrolera británica fue nacionalizada por el gobierno en Irán, Eden aprobó una misión encubierta del MI6 para derrocar al líder iraní, Mohammed Mussadeq; la misión tuvo el éxito suficiente para crear focos de resistencia a la figura de Mussadeq y en 1953, el Sha de Irán asumió el poder en Irán gracias al apoyo soterrado de los británicos. En abril de 1955, Eden sucedió a Churchill como Primer Ministro. En 1954 fue nombrado Caballero de la Jarretera.

En 1956, tras la nacionalización del Canal de Suez decretada por Gamal Abdel Nasser, Jefe de gobierno egipcio, Gran Bretaña, Francia e Israel atacaron Egipto tras fracasar las negociaciones. Gran Bretaña y Francia estaban temerosas de que la nacionalización del Canal de Suez fuese un signo para un futuro boicot al suministro de petróleo en Europa Occidental. El 29 de octubre de 1956, el ejército israelí atravesó la frontera con Egipto, seguido por un bombardeo aéreo británico y francés y un desembarco aeronaval a principios de noviembre. Bajo la presión de las Naciones Unidas, las tropas occidentales se retiraron el 7 de noviembre. Sin embargo, el perjuicio diplomático ya estaba hecho, y tal y como Gran Bretaña y Francia temían, las naciones árabes redujeron el envío de petróleo a los países de Europa Occidental, produciéndose realmente un racionamiento del crudo.


Anthony Eden dimitió el 9 de enero de 1957 por problemas de salud que llevaba sufriendo desde la década de 1950 y sobre todo por la pérdida de confianza pública tras del fiasco de la Crisis del Canal de Suez. Fue nombrado Conde de Avon en 1961 y publicó sus memorias en 3 volúmenes entre 1960 y 1965. También escribió la obra "Another World" en 1976, libro referenciado sus experiencias en la Segunda Guerra Mundial. Eden murió el 14 de enero de 1 977 en Salisbury.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Wilhelm Frick



Wilhelm Frick (12 de marzo de 1877 – 16 de octubre de 1946) fue un destacado político alemán del partido Nazi, que ostento el cargo de ministro del Interior del Reich, en el gabinete de Hitler desde 1933 hasta 1943. Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, fue juzgado por crímenes de guerra en el proceso de Núremberg y ejecutado.

Frick nació en el municipio de Alsenz, en la región del Palatinado perteneciente en aquel tiempo al reino de Baviera, Alemania. Era el último de los cuatro hijos del profesor protestante Wilhelm Frick y su esposa Henriette. Asistió al Gymnasium (instituto) en Kaiserslautern, pasando sus exámenes de acceso a la universidad en 1896. Estudió Filología en la Universidad de Múnich, pero poco después cursó derecho en Heidelberg y en Berlín, presentándose al Staatsexamen en 1900, seguido por su doctorado el próximo año. Trabajo como asesor legal en la administración desde 1900, se incorporándose a la administración bávara en 1903, para trabajar como abogado en el departamento de policía de Múnich. Fue nombrado un Bezirksamtassessor en Pirmasens en 1907 y se convirtió en ejecutivo interino de distrito en 1914. Rechazado para el servicio militar, Frick no participo en la Primera Guerra Mundial. Fue ascendido al rango de oficial de Regierungsassessor y, a petición propia, volvió a ser admitido en su antiguo cargo en el Departamento de policía de Múnich en 1917.

El 25 de abril de 1910, Frick se casó con Elisabetha Emilie Nagel (1890–1978) en Pirmasens. Tuvieron dos hijos y una hija. El matrimonio terminó en un divorcio tormentoso en 1934. Unas semanas más tarde, el 12 de marzo, Frick volvió a casarse en Münchberg con Margarete Schultze-Naumburg (1896–1960), la ex esposa del miembro del Reichstag por el partido nazi Paul Schultze-Naumburg. Margarete dio a luz a un hijo y una hija

Carrera dentro del partido nazi.

En Múnich, Frick presenció el final de la guerra y la revolución alemana de 1918–1919. Simpatizaba con las unidades paramilitares del Freikorps que luchaban contra el gobierno bávaro del primer ministro Kurt Eisner. El jefe de policía local, Ernst Pöhner, le presentó a Adolf Hitler, a quien ayudó voluntariamente en la obtención de permisos para celebrar las manifestaciones y mítines políticos.

Ascendió al cargo de Oberamtmann y jefe del servicio de seguridad Kriminalpolizei desde 1923, y junto a Pöhner participó en el fracasado Putsch de Hitler del 9 de noviembre. Frick trató de detener la acción de la policía del estado, por lo cual fue detenido, encarcelado y juzgado por complicidad de alta traición por el Tribunal Popular en abril de 1924. Después de varios meses en prisión, se le suspendió la sentencia de prisión 15 meses siendo despedido de su trabajo de policía. Más tarde durante el procedimiento disciplinario, el despido fue declarado injusto y revocado, sobre la base de que no se ha probado su intención de realizar traición. Frick pasó a trabajar en la oficina de la Seguridad Social de Múnich desde 1926 en adelante, con la categoría de Regierungsrat de 1ª clase hasta 1933.

En los años posteriores al golpe de estado, Wilhelm Frick fue elegido miembro del Parlamento de Reichstag alemán en la elección federal de mayo de 1924. Se presentó por el movimiento de libertad nacional socialista, una lista electoral de extrema derecha alemana encuadrada dentro del Partido Völkisch y del proscrito partido Nazi. El 1 de septiembre de 1925, Frick se unió al restablecido NSDAP. Se asoció con el político radical Gregor Strasser; haciendo un nombre en el Reichstag por su agresivo antidemocrática y sus discursos antisemitas, escalando por estas razones al puesto del líder del grupo parlamentario Nazi (Fraktionsführer) en 1928.

El 23 de enero de 1930, Wilhelm Frick fue nombrado Ministro del Interior y de Educación en el gobierno de coalición del lander de Turingia, siendo de esta manera, el primer dirigente nazi en ocupar cualquier cargo a nivel ministerial en la Alemania prenazi. Abusando de su posición, despidió a funcionarios comunistas y socialdemócratas para sustituirlos por miembros del partido Nazi, por tanto los subsidios de Turingia fueron suspendidos temporalmente por Ministro del Reich Carl Severing. Frick también dio un cargo al profesor de antropología social en la Universidad de Jena Hans F. K. Günther que abogaba por la eugenesia, prohibió varios periódicos, así como actuaciones de teatro y la película pacifista “sin novedad en el frente” basada en la novela de Erich Maria Remarque. El 1 de abril de 1931 fue destituido por una moción de confianza socialdemócrata en el Parlamento de Turingia o Landtag

Ministro del Reich.


Wilhelm Frick, segundo por al derecha junto a Goebbels

Cuando el Presidente Paul von Hindenburg nombró canciller a Hitler el 30 de enero de 1933, este último puso a Frick al frente del Ministerio del Interior del Reich. Junto con Hermann Göring como portavoz, Frick fue uno de loso dos ministros del parido nazi en el gabinete original de Hitler y el único que en realidad tenía una cartera; Göring fue ministro sin cartera hasta el 5 de mayo. El 13 de marzo de 1933, con el nombramiento de Joseph Goebbels como ministro de Propaganda Frick se ganó un poderoso rival. Aunque Frick mantuvo una posición importante, especialmente en la organización de las elecciones federales de marzo de 1933, realmente tenía mucha menos influencia que sus homólogos en el resto de Europa. En particular, no tenía autoridad sobre la policía; en Alemania el cumplimiento de la ley había sido tradicionalmente responsabilidad de los distintos estados y tratado por ello como un asunto local. De hecho, la razón principal que Hindenburg y Franz von Papen acordaron dar el Ministerio del Interior a los nazis se basaba en la falta de poder del propio ministerio.

El poder de Frick aumentó considerablemente como consecuencia del Decreto del Incendio del Reichstag y la Ley Habilitante de 1933. Fue el responsable de redacción de muchas de las leyes Gleichschaltung o leyes de nazificación del estado que consolidaron el régimen nazi. Tan solo unos días más tarde de la aprobación de la Ley Habilitante, Frick ayudó a redactar una ley de nombramiento de Reichskommissare para debilitar los gobiernos de los distintos estados unida a la Ley para la Reconstrucción del Reich, Alemania se convirtió en un estado altamente centralizado, de esta forma los recién nombrados Reichsstatthalter o gobernadores eran directamente responsables ante el propio ministro del interior. En mayo de 1934, fue nombrado Ministro del Interior en el Estado de Prusia tan solo por debajo del ministro-presidente Göring. En 1935, Frick también tenía el poder para nombrar a los alcaldes de los municipios con población superior a 100.000 habitantes, a excepción de las ciudades-estado de Berlín y Hamburgo, donde Hitler se reservaba tal derecho.

Frick fue un instrumento clave en la política racial debido a la redacción de las leyes contra los ciudadanos judíos, como la "Ley para la Restauración del Servicio Profesional Civil" y las notorias leyes de Núremberg en septiembre de 1935. Anteriormente, en julio de 1933, promulgó la Ley para la Prevención de Enfermedades Hereditarias incluyendo forzadas esterilizaciones, que más tarde culminaron con los asesinatos selectivos del programa “Acción T4” o "euthansia", todo bajo el control de su ministerio. Frick también tuvo un papel protagonista en el rearme de Alemania al violar del Tratado de Versalles 1919 ya que elaboró leyes para la introducción del reclutamiento militar universal y ampliar la ley del servicio en la Wehrmacht a Austria después del Anschluss de 1938, así como a los territorios "Sudetenland" de la primera República Checoslovaca anexionada según el Tratado de Múnich.

En el verano de 1938, Frick fue nombrado presidente o Schirmherr del Festival de Deportes de Alemania en Breslau, una fiesta patriótica deportiva a la que asistió Hitler y todos los altos mandos nazis. En este evento, presidió la ceremonia de entregar el nuevo estandarte de la Liga de Deportes de Reich Nazi (NSRL) al Reichssportführer, Hans von Tschammer und Osten, demostrando aun de manera más palpable la nazificación más del deporte en Alemania.

Desde mediados hasta finales de los años 30, Frick fue perdiendo favor irreversiblemente dentro del partido nazi tras una lucha por el poder que implicó varios intentos de resolver la falta de coordinación dentro del gobierno del Reich. Por ejemplo, en 1933 Frick intentó restringir el uso generalizado de las órdenes de "custodia protectora" que se utilizaron para enviar a personas a campos de concentración, sólo para ser utilizadas por el Reichsführer-SS Heinrich Himmler. Su poder se redujo considerablemente en 1936 cuando Hitler nombró a Himmler como jefe de todas las fuerzas de policía en Alemania. Esta circunstancia implicaba de forma efectiva la unión entre la policía y las SS por lo que la primera escapaba del control de Frick, ya que las SS eran responsables únicamente ante Hitler. Tras una larga y dura pugna por el poder entre los dos culminó con Frick, reemplazado por Himmler como jefe del Ministerio del Interior en 1943. Sin embargo, Frick aun permaneció en el gabinete como ministro sin cartera. Además de Hitler, Frick y Graf Lutz Schwerin von Krosigk fueron los únicos miembros del gabinete del Tercer Reich que estuvieron ininterrumpidamente desde el nombramiento de Hitler como canciller hasta su muerte en 1945.

El reemplazo de Frick como ministro del interior del Reich no redujo, sin embargo, el creciente caos administrativo y las luchas internas entre los organismos del partido y del estado. Frick fue entonces nombrado para el cargo de Protector de Bohemia y Moravia. En su capital, Praga, Frick utilizó métodos despiadados contra la disidencia, y fue una de las últimas ciudades controladas por Alemania antes de caer al final de la Segunda Guerra Mundial.

Proceso y ejecución


 Ficha de detención de Wilhelm Frick


Frick en su celda de Nuremberg.

Frick fue arrestado y juzgado ante el Tribunal Militar Internacional de Núremberg, donde fue el único acusado además de Rudolf Hess que se negó a testificar en su propia defensa. Wilhelm Frick fue declarado culpable de planificar, iniciar y librar guerras de agresión, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad sobre todo por su papel en la formulación de la Ley Habilitante como ministro del interior así como las posteriores leyes de Núremberg, como coautor con Wilhelm Stuckart. Frick también fue acusado de ser uno de los más altos responsables de la existencia de los campos de concentración

Wilhelm Frick fue condenado a muerte el 1 de octubre de 1946 y ahorcado el 16 de octubre. Sobre su ejecución, el periodista Joseph Kingsbury-Smith escribió:


“el sexto hombre en salir de su celda de la prisión y caminar con las muñecas esposadas a la sala de ejecución fue Wilhelm Frick de 69 años. Entró en la sala de ejecución a las 2:05 h, seis minutos después de que Rosenberg hubiese sido declarado muerto. Hasta ese momento a parecía el menos estable de todos y tropezó en el decimotercer escalón de la horca. Sus únicas palabras fueron, "larga y eterna vida a Alemania," antes de ser encapuchado y caer a través de la trampa”.