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lunes, 12 de febrero de 2024

Fregattenkapitan Peter Cremer

 

Fregattenkapitan Peter Cremer


Peter Erich Cremer nació el 25 de marzo de 1911 en Metz. En enero de 1934 ingreso en la Armada con la intención de convertirse en oficial, pasando por el habitual progreso desde Seekadett a Fähnrich y Oberfähnrich antes de ser comisionado como Leutnant zur See en enero de 1936. Cremer formó parte de la tripulación del crucero ligero Köln y del acorazado de bolsillo Deutschland antes de ser transferido a la Artillería de Infantería de Marina con base en tierra, siendo ascendido a Oberleutnant en 1937. Posteriormente, volvió al servicio marítimo, sirviendo como segundo oficial de guardia en el destructor Theodor Riedel. Fue ascendido a Kapitanleutnant en febrero de 1940, mes en el que se le concedieron las dos clases de la Cruz de Hierro; y tras la aniquilación de la flota de destructores alemanes en Narvik, fue transferido a la rama de submarinos en agosto de 1940.

El primer mando de 'Ali' Cremer fue el U-152, un pequeño submarino costero Tipo IID en el que sólo realizó patrullas de entrenamiento entre enero y julio de 1941. En agosto de 1941 tomó el mando del U-333, un U-boot tipo VIIC, y a pesar de su falta de experiencia en combate logró hundir tres barcos en su primera patrulla de guerra, desafortunadamente, uno de ellos era alemán. El tribunal de investigación absolvió a Cremer de toda responsabilidad por la identificación errónea del buque forzador de bloqueo Spreewald. Su siguiente patrulla lo llevó a aguas estadounidenses, donde hundió cuatro barcos más, y aunque su U-boot fue embestido y dañado, logró regresar sano y salvo. La tercera patrulla de Cremer fue aún más accidentada, con el U-333 atacado en superficie por una corbeta enemiga. Cremer resultó gravemente herido y varios miembros de su tripulación murieron por disparos enemigos. Se vio obligado a reunirse con uno de los submarinos de suministro 'Milch Kuh' y traspasar a un oficial de guardia de reemplazo para que lo ayudara en el mando en su viaje de regreso a puerto. Al recuperarse de sus heridas, Cremer fue destinado temporalmente al personal del Befehlshaber der U-Boote.

lunes, 21 de mayo de 2018

El hundimiento del HMS Courageous.

El hundimiento del HMS Courageous.


Portada de periódico informando del hundimiento del HMS Courageous

El 15 de septiembre de 1939, se estableció contacto con un convoy al oeste el Canal de la Mancha, en una zona denominada por los británicos llamados Accesos Occidentales o Western Approaches. Las vías marítimas eran un hervidero de tráfico y ante tal oportunidad se produjeron éxitos contra el comercio naval británico en los primeros días de guerrapor parte de los submarinos alemanes. Para proporcionar al menos alguna forma de protección a estas naves que navegaban en solitario pues aún no se había establecido el sistema de convoyes, el Almirantazgo desplegó el viejo portaaviones HMS Courageous con una escolta de destructores para llevar a cabo patrullas antisubmarinas.

Botado en febrero de 1916 y comisionado en enero de 1917, el HMS Courageous fue diseñado originalmente como un crucero de batalla, reconvirtiéndose en portaaviones entre junio de 1924 y mayo de 1928. Se instalaron un hangar y cubierta de vuelo a popa del casco. El principal armamento original compuesto de dos montajes dobles de cañones de 15 pulgadas (381 mm) fue reemplazado por cañones antiaéreos de  4,7 pulgadas (120 mm). Aligerar el armamento significó que la protección contra buques de superficie tendría que basarse en la pantalla de buques de escolta, principalmente destructores que navegaban conjuntamente con el portaaviones.


HMS Courageous

Cuando Dönitz recibió noticias del contacto con el convoy, ordenó que todos los submarinos presentes en los Accesos Occidentales convergieran hacia la posición del convoy. Entre ellos, estaban incluidos el U-29 del Kapitänleutnant Otto Schuhart y el U-53 bajo el mando de Ernst Gunther Heinicke. Buscando el convoy, el 17 de septiembre, Heinicke encontró y atacó al carguero británico de 5.000 toneladas, Kafristan, con una combinación de fuego de cañón y torpedos. La pantalla de protección antisubmarina de los HMS Courageous estaba cerca. Dos destructores de los cuatro de dicha escolta así como aviones Swordfish del propio portaaviones fueron enviados al área donde estaba hundiéndose el Kafristan en busca  y caza del submarino capitaneado por Heinicke.

Mientras tanto hacia el este, Schuhart en su U-29 todavía seguía buscando el convoy avistado. Navegando en inmersión, divisó un biplano Swordfish. Un avión de este modelo a 300 millas en mar abierto tan solo podía significar una cosa; la presencia cercana de un portaaviones. Extremando las precauciones, a las 18.00 horas avistó una nube de humo en el horizonte. Era el HMS Courageous. Schuhart alertó a la tripulación para el combate y ajustó el rumbo de interceptación.

Pero Schuhart no podía llevar a cabo el ataque. Los aviones volaban en círculos alrededor del portaaviones y los dos destructores de escolta restante se divisaban claramente. Schuhart escribió más tarde: "En aquel momento parecía una operación desesperada. Debido a los aviones, no podía navegar en superficie y mi velocidad sumergida era menor de 8 nudos, mientras que el portaaviones podía navegar a 26. Pero durante nuestra instrucción se nos dijo que siempre se ha de estar cerca del enemigo y eso es exactamente lo que hice, seguirlo sumergido".

Schuhart siguió esta premisa durante una hora y media, perdiendo distancia con el portaaviones. Sin embargo, de repente a las 19.30 horas, el portaviones  viró hacia el viento  para lanzar sus aviones, inadvertidamente puso la nave en posición perfecta para un ataque submarino con torpedos. Y de esta manera a las 19:40 h., estando el U 29 en posición, Schuhart ordenó lanzar tres torpedos desde proa a menos de 2.750 metros. Schuhart registró en su diario: "El gran tamaño del objetivo alteró todos los cálculos normales y en cualquier caso, yo miraba directamente hacia el sol".


Kapitänleutnant Otto Schuhart

A 450 metros de distancia, mientras los torpedos todavía seguían su curso hacia el objetivo, Schuhart observó a través del periscopio como uno de los destructores navegaba hacia el submarino. Siendo consciente del inminente ataque y para evadirlo, ordenó inmersión rápida. Zambulléndose profundamente el submarino llegó a una profundidad de 55 metros, la más profunda a la nunca se había sumergido. A continuación y en medio del silencio roto solo por los crujidos del casco, debido a las altas presiones, la tripulación del U-Boote escuchó dos explosiones ensordecedoras. Dos torpedos alcanzaron el objetivo y explotaron con tal fuerza que Schuhart pensó que había sido atacado. La tripulación aplaudió, aunque todos sabían que iba a continuación; el ataque inminente mediante cargas de profundidad.

La tripulación del submarino alemán se preparó para el ataque y asi, minutos más tarde, uno de los destructores detectó al U-29 en el sonar. El segundo destructor se apresuró en llegar a la zona y  para unirse a la caza y los dos buques británicos comenzaron a atacar con tanta intensidad y fiereza que Schuhart pensó que perdería irremediablemente el U-29. La lucha entre los destructores y el sumergible se prolongó durante horas tambaleándose y crujiendo este ultimo bajo la fuerza de las explosiones. Por último, a las 23:40 horas, estalló la última carga de profundidad. Ambos destructores agotaron todas las cargas de profundidad por lo que tuvieron que abandonar la caza y la zona. Cuando dejaron de oírse las hélices de los destructores, Schuhart y su U-29 emprendieron la huida. Tan pronto como emergió a la superficie, comunicó por radio a Dönitz, "Courageous destruido. U-29 regresa a casa".


U-29

Nada mas ser torpedeado, a la zona del hundimiento del HMS Courageous, llegaba el buque de pasajeros holandés Veendam. Testigos presenciales relataron la presencia de una gran nube blanca sobre el HMS Courageous. Pensaron que era una cortina de humo y prestaron poca atención hasta que dos enormes explosiones afectaron al portaaviones. Trozos de acero y partes desmembradas de los fuselajes de aviones volaron hacia el cielo junto con enormes llamaradas, seguidas de la formación de una gran mancha de petróleo sobre las aguas. El HMS Courageous se hundió en menos de 15 minutos con la pérdida de 519 vidas, incluida la de su comandante, Capitán W T Makeig-Jones. La tripulación total era de 1.260 oficiales y marineros, incluyendo el personal del componente aéreo y los dos escuadrones de aviones Fairey Swordfish (48 aviones). El Veendam y el carguero británico Collingsworth participaron en el rescate, recogiendo los supervivientes de entre las aguas impregnadas de combustible.

A la mañana siguiente, 18 de septiembre, la noticia de la pérdida del portaaviones ya había sido transmitida por todo el mundo. El hundimiento del HMS Courageous fue el primer gran exito de los U-boote contra la Royal Navy, y más importante aún, la victoria de Schuhart condujo al Almirantazgo a retirar los tres portaaviones restantes de los Accesos Occidentales. El resultado del primer combate naval fue una victoria rotunda para la Kriegsmarine, no solo por el hundimiento del HMS Courageous sino porque hasta cuatro años más tarde no navegaron más portaaviones por esa concreta a área marítima.

Esta circunstancia era precisamente la deseada fervientemente por Dönitz, pues la retirada de los buques antisubmarino permitió a sus U-Boote continuar hundiendo mercantes sin cesar y sin apenas oposición. Hitler, por el contario tenia la opinión dividida ya que en ese momento aún estaba a la espera de una solución diplomática con Gran Bretaña y no deseaba "molestar" a Gran Bretaña hundiendo un buque de guerra de tal importancia y por el contrario siempre una victoria de este calibre era bienvenida y además, no se había dado la orden de no hundir navíos de guerra; de hecho para la Kriegsmarine el hundimiento del HMS Courageous fue exultante y así lo reflejo Dönitz en su diario: "Un gran éxito".

Al capitán Schuhart se le concedió por esta hazaña la Cruz de Hierro de 1ª Clase y a toda la  tripulación la Cruz de Hierro de 2ª Clase. En tonelaje hundido de una sola patrulla, la suma final llegó a las 41.905 toneladas, una cifra que iba a convertirse en récord durante un periodo considerable.

El HMS Courageous fue hundido el 17 de septiembre de 1939 a las 19.40 horas en los Accesos Occidentales (suroeste de Irlanda), rejilla BE3198, a 150 millas náuticas SW de Mizen Head, Irlanda. Su navío hermano de clase, el portaaviones HMS Glorious y sus dos destructores de escolta, HMS Ardent y HMS Acasta sufrieron la misma suerte el 8 de junio de 1940, durante el combate naval mantenido contra los dos cruceros acorazados alemanes, Gneisenau y Scharnhorst.

jueves, 1 de junio de 2017

Tripulación de los U-Boote

Tripulación de los U-Boote


Tripulación del U-873

Dentro de las distintas ramas de las fuerzas armadas, la marina en general es una de las mas especializadas y tal vez las tripulaciones de los submarinos durante la Segunda Guerra Mundial, en este caso concreto, Alemania podrían considerarse como el conjunto más preparado técnicamente Así, la dotación tipo de un submarino de la clase VII que en total estaba establecida en 44 tripulantes comprendía, cuatro oficiales, cuatro suboficiales que podrían  considerarse "superiores" tan solo nueve marineros "rasos" y un marinero cocinero y el resto entre sargentos, cabos primeros y cabos todos ellos especialistas, ya sean mecánicos, operadores de radio, torpederos, maquinistas… De forma comprensible la composicion de cada submarino dependia de la clase a la que pertenecia y asi en los submarinos costeros Tipo II no exixtia por ejemplo el oficial medico.

Esta es una relación entre cargo, rango y funciones en general de los tripulantes de los submarinos alemanes.

Oficiales

Cargo
Rango
Funciones
Comandante
Korvettenkapitän, Kapitänleutnant o Oberleutnant zur See
Comandante del submarino. Máximo responsable de todos los aspectos de la nave. No era sorprendente que la tripulación se viese plenamente identificada con su capitán y estando especialmente orgullosa si este había sido condecorado con una medalla
Primer oficial,
Erster Wachofficier IWO
Oberleutnant zur See o Leutnant zur See
Oficial Ejecutivo. Segundo al mando. Mano derecha del comandante pudiendo tomar el mando de la nave si el comandante causaba baja.  Era responsable del  armamento y de la dirección del ataque con torpedos en superficie.
Segundo oficial,
Zweiter Wachofficier II WO
Leutnant zur See
Oficial de guardia. Responsable de la vigía en cubierta así como del fuego de artillería tanto normal como antiaérea. Supervisaba así mismo el equipo radiofónico.
Oficial ingeniero
Leitender Ingenieur LI
Oberleutnant zur See o Leutnant zur See
Ingeniero líder.
Oficial experimentado, responsable del mantenimiento de la mecánica del U-boot, incluyendo motores eléctricos y diesel, baterías y otros sistemas mecánicos. El LI también establecía el protocolo referente a las cargas de demolición en caso de que el barco tuviese que ser hundido. Esta circunstancia implicó también significó que muchos LI se hundieran con la nava, algunos de forma deliberada.

Suboficiales

Cargo
Rango
Funciones
Oficial médico
Bordarzt
Médico o sanitario
Navegante
Obersteurmann
Responsable de la navegación, provisiones y suministro
Contramaestre
Oberbootsmaat
Responsable de la disciplina de la tripulación
Oficial diesel
Diesel Obermaschinist
Subordinado al Leitender Ingenieur. Supervisor de los motores diesel.
Oficial eléctrico
Electric Obermaschinist
Subordinado al Leitender Ingenieur. Supervisor de los motores eléctricos.
Timonel
Steurmann
Timonel
Mecanico
Mechaniker
Mecánico
Maquinista
Maschinisten
Encargado del funcionamiento de los motores
Sistemas de escucha y radio
Funkpersonal
Comunicaciones y sistemas de escucha
2ª Contramaestre
Bootsmaat
Subordinado al Oberbootsmaat Responsable de la disciplina de la tripulación

Tropa

Cargo
Rango
Funciones
Artilleros
Artilleriemechaniker
Mantenimiento de las piezas de artillería
Torpederos
Torpedopersonal
Encargado de los torpedos
Marineros
Matrosen
Marineros
Cocinero
Koch
Cocinero marinero

domingo, 16 de noviembre de 2014

La ruta de los U-Boote hasta el mar Negro

La ruta de los U-Boote hasta el mar Negro

Durante la Segunda Guerra Mundial seis submarinos alemanes tipo IIB operaron en el Mar Negro desde la base naval situada en la ciudad rumana de Constanza. Fueron los integrantes de la 30ª Flotilla de submarinos. La peculiaridad más notoria de esta flotilla fue ni más ni menos su transporte desde la costa del mar Báltico hasta las orillas del mar Negro, para ello fueron desmontados, transportados sobre barcazas cuando navegaban por ríos, por medio de camiones de gran tonelaje por las autobahnen y a través del Danubio hasta Constanza donde fueron de nuevo vueltos a montar. Comenzaron a operar en el mar Negro en octubre de 1942, 15 meses después del inicio de la operación Barbarroja.

 No ayudaron a hundir un número importante de  naves o tonelaje, pero ayudaron a suprimir o limitar las operaciones  navales soviéticas por el mar Negro. En la misma Constanza, tres de los submarinos de la 30ª Flotilla fueron puestos fuera de combate por incursiones aéreas soviéticas en 1944. Una vez el Ejército Rojo ocupó Constanza , al no tener ninguna base donde refugiarse los tres submarinos supervivientes  fueron barrenados en la costa norte de Turquía.

Siguiendo órdenes del Gran Almirante Raeder, las naves fueron transferidas por tierra hasta el mar Negro desde el mar del Norte y del mar Báltico. En agosto de 1942,  los submarinos U- 9 bajo el mando del comandante de la flotilla , el teniente  Petersen, U- 18  al mando del teniente Arendt, U-20 con el teniente Grafen, U-23  teniente Arendt  y por último el U- 24 del teniente Lenzmann, previamente basados en Gydnia zarparon hacia Kiel, donde se desmantelaron los motores diesel, los motores eléctricos y las baterías y sus torres eliminadas por sopletes de oxiacetileno. Esta fue la primera etapa de un viaje de 1.500 kilómetros por tierra.



Distintas fases del transporte por canales y autopistas


Bajo el plan concebido por el Sr. Baumgarten, ingeniero y director departamental en las oficinas de construcción naval de la Deutsche Werke AG Kiel, los cascos vacíos de los seis submarinos, cada uno con un peso medio entre 112-138 toneladas, debían inclinarse en un ángulo de noventa grados para que pudieron ser transportados sin problema por debajo de los puentes existentes a lo largo de las autopistas, y posteriormente asegurarse firmemente sobre los camiones más pesados disponibles en ese momento en Alemania, concretamente los camiones Kuhlemeyer. Las máquinas de tracción más potentes adecuadas para tal tarea en Alemania, tractores Kablbe tractores y máquinas Faun, fueron proporcionadas por la Luftwaffe.

Los U-Boote, inclinados y embalados en contenedores sobre  pontones flotantes, fueron arrastrados por remolcadores a través del canal de Káiser Wilhelm  a lo largo del Elba hasta Ubigau cerca de Dresde. A partir de este momento, a una velocidad de cinco millas por hora, el periplo transcurrió a lo largo de 300 kilómetros de autopistas alemanas, con sus 150 puentes, numerosos gradientes, curvas y algunos tramos montañosos, hasta la lejana ciudad de  Ingolstadt.

De nuevo los submarinos fueron otra vez  situados en contenedores y remolcados a través del Danubio no navegable hasta  Regensberg. En Linz, los submarinos se enderezaron, se instalaron los motores y comenzó el proceso d montaje del resto de piezas. Los submarinos ya operativos fueron  ubicados entre dos grandes barcazas fluviales, para disimular la naturaleza del transporte y fueron remolcados hasta Galatz. Desde allí los U-Boote ya por sus propios medios navegaron hasta Constanza. Después de esta operación, única en los anales de la marina alemana, la Flotilla del mar Negro se formó bajo el mando del Teniente Comandante Rosenbaum, quien, como comandante del U 73, hundió con sus torpedos el portaaviones británico  Eagle en el Mediterráneo.





Treinta S-boote, veinte y tres naves de evacuación, cincuenta gabarras, ochenta y cuatro lanchas, treinta remolcadores, dieciocho motoras, cuatro dragas, dos vapores de palas, dos rompehielos y 153 embarcaciones costeras de diversos tipos  utilizaron la ruta mixta terrestre y fluvial a través de autopistas y el Danubio hasta el verano de 1944.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Campaña submarina; perspectiva general.

Campaña submarina; perspectiva general.



La Segunda Guerra Mundial tiene muchos puntos claves, la mayoría de ellos interrelacionados. Fue una guerra total donde las estrategias globales se impusieron a las propias operaciones militares geográficamente limitadas. Alemania perdió la guerra por igual número de múltiplos factores, tal vez el más importante de todos sea una falta total de estrategia global. Un aspecto discordante con esta visión fue el planteamiento de la campaña submarina contra la marina mercante aliada que abastecía a través de las rutas marítimas todos y cada uno de los frentes, ya sean de guerra como económicos. Los aliados, y mas concretamente el Reino Unido, estuvieron bajo las cuerdas en la primera mitad de conflicto. Solo  la entrada en la guerra de los Estados Unidos pudo aliviar la presión asfixiante que ejercían los submarinos alemanes al cordón umbilical de suministros existentes entre las islas británicas y el gran almacén de suministros que era América.

El alivio no vino al principio desde el punto de vista militar con la destrucción de la flota submarina alemana, sino más bien por la magnitud de la flota mercante norteamericana que podía soportar las pérdidas y de esta manera permitir la existencia de Inglaterra como tal. Las bajas en la flota de guerra aliada eran importantes pero de alguna manera podían ser suplidas en cambio si la ratio existente entre unidades mercantes hundidas y entre unidades construidas en los astilleros era negativa y mantenida en el tiempo, los aliados no hubiesen tenido otra opción más que la capitulación.

La Primera Guerra Mundial demostró tanto a alemanes como a los aliados la importancia estratégica del submarino en la guerra total por lo que es reseñable la pequeña proporción de recursos destinados por parte de las autoridades alemanas hacia la construcción de sumergibles en la decada de los años 30. Los existentes causaron graves pérdidas pero si en un principio, cuando aun la maquinaria de construcción aliada no estaba en funcionamiento, hubiese existido un número mayor de submarinos y todos oceánicos, la defensa aliada hubiese sido colapsada.

Durante la guerra, los alemanes se dieron cuenta de la importancia del arma submarina y se produjo una evolución importante y eficiente en dos aspectos fundamentales en la guerra submarina. El primero, aumentando la calidad técnica y las prestaciones de sus buques y el segundo mejorando las tácticas de combate empleadas. Ninguno de los dos aspectos estaba  subordinado al otro sino todo lo contrario, la conjunción de excelentes submarinos con tácticas efectivas a punto estuvo de inclinar la balanza. Tan solo el poderío industrial de los Estados Unidos, capaz de producir por ejemplo los Liberty Ships, barcos mercantes construidos en cadena con gran capacidad  de carga y en un tiempo record, asociado a medidas defensivas como armamento antisubmarino, sistema de convoyes y como no, la gran ventaja obtenida al violar las claves encriptadas de comunicación entre submarinos por medio de la maquina descifradora Enigma, pudo al final ganar la denominada Batalla del Atlántico.


U-Boot VII, el más común de los submarinos alemanes

La importancia y esfuerzo demostrado por Alemania hacia su arma submarina, contrasta con la visión ofrecida por sus dos principales aliados; Italia y Japón. Las dos naciones aliadas disponían al principio de la guerra de una flota de submarinos considerable y además, entraron en el conflicto meses o incluso años después de Alemania, por lo que tuvieron más tiempo para adecuarse e intentar mitigar las dificultades inherentes a la guerra submarina.

Sin embargo, Italia se encontró  con una flota compuesta por naves de deficiente calidad y con unas tripulaciones escasamente entrenadas y aquejadas en ocasiones de la misma falta de motivación y convicción que afectaba a los integrantes de la flota de superficie.

El caso de Japón era completamente distinto, en el país nipón no era la falta de coraje el problema que se presentó durante la guerra sino una ineficaz y anacrónica visión de combate del arma submarina que proporcionó ventaja a su adversario norteamericano. Las acciones submarinas contra la marina mercante aliada eran observadas como “guerra defensiva” y estaba en desacuerdo con la mentalidad de los oficiales navales japoneses. Por esta razón, los submarinos japoneses actuaron durante el conflicto casi de forma exclusiva contra buques  de guerra, muy al contrario que de los submarinos norteamericanos que si atacaron y de forma muy efectiva las líneas de comunicación marítimas esenciales para el suministro de materias primas al país asiático.

De todas formas nunca podrá acusarse al las potencias del Eje de no sacrificarse pues fueron hundidos más de 950 submarinos por acción bélica mas aquellos que se perdieron por otras causas. Los alemanes fracasaron en el empeño de paralizar el envío de suministros estratégicos a Gran Bretaña por las causas antes mencionadas y esta circunstancia supuso en último término la concentración de tropas y material necesario para el asalto a la “Fortaleza Europa” en 1944 y llevar a la victoria final a las naciones aliadas.


Destino final de numerosas embarcaciones.

Esta victoria fue conseguida a costa de grandes pérdidas materiales y por desgracia, humanas. Perdidas que afectaron de forma considerable tanto a vencedores como vencidos. Entre 1939 y 1945, de forma aproximada 3.500 mercantes aliados fueron hundidos con sus tripulaciones y por ejemplo, por parte germana se perdieron 783 U-Boote llevándose con ello la vida de 30.000 marineros de los 40.000 hombres que existieron en la flota submarina alemana, una proporción de bajas, en este caso y de forma mayoritaria por fallecimiento, del 75%, una cifra realmente abrumadora.

Bajas personales y materiales en la guerra submarina.

Alemania
Aliados
30.000 marineros
36.200 marineros
783 submarinos
36.000 marineros mercantes

3.500 buques mercantes

175 buques de guerra



martes, 2 de octubre de 2012

Günther Prien recibido como un héroe

Tras la incursión a Scapa Flow y el hundimiento del acorazado Royal Oak, el comandante Günther Prien a bordo del U-47 regresa a Wilhelmshaven donde es recibido como un héroe.