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miércoles, 23 de mayo de 2018

La huida de los judíos daneses y el papel de G. F. Duckwitz.

La huida de los judíos daneses y el papel de G. F. Duckwitz.


George Ferdinand Duckwitz

George Ferdinand Duckwitz nació el 29 de septiembre en Bremen, Alemania. Tras su paso por la Universidad comenzó a trabajar en el comercio internacional de café siendo destinado a Escandinavia durante los años 30. Ingresó en el partido nazi en 1932 y ocupó el cargo de agregado naval durante la ocupación alemana de Dinamarca.

En 1940, cuando Alemania atacó Dinamarca, el gobierno danés viendo que toda resistencia armada sería inútil, se rindió al invasor sin apenas lucha En contrapartida, las autoridades nazis de ocupación permitieron al gobierno permanecer en el poder y seguir gobernando a cambio de enviar equipamiento industrial y sobre todo suministro de productos cárnicos a Alemania. En un principio, la población judía de Dinamarca recibió amenazas moderadas a cambio de seguir la política de colaboración. Sin embargo, con el tiempo y en igual medida que el resto de la población la situación fue empeorando debido a un aumento constante de la resistencia. En 1942, en respuesta a esta creciente agitación, el administrador civil de Dinamarca fue reemplazado por Werner Best, conocido por su brutalidad como hombre perteneciente a la Gestapo. Best continuó la política de moderación durante unos pocos meses apoyándose en la figura de G. F. Duckwitz con quien durante este periodo, comenzó a trabajar estrechamente y a confiar sus proyectos.

A finales de 1943, los nazis empezaron a planificar la deportación de los judíos. El plan preveía tomarlos por sorpresa durante la celebración de la fiesta del Rosh Hashanah. De los 7.500 judíos de Dinamarca que se esperaba detener, 5.000 serian deportados a Alemania por medio de dos barcos anclados en el puerto de Copenhague y los 2500 restantes por medios de transporte terrestres.

El 1 de octubre de 1943, Werner Best le habló a G. F. Duckwitz de los planes de deportación. Duckwitz viajo inmediatamente a Berlín para intentar detener el proceso mediante canales oficiales. Cuando vio que fracasaba, viajó hasta Suecia para crear allí red de acogida que sirviese como una especie de santuario para los judíos daneses. Duckwitz volvió a Dinamarca y filtró de la noticia de la deportación a la comunidad judía y al movimiento de Resistencia.


Judíos daneses embarcados hacia Suecia

Cuando los judíos de Copenhague  celebraban la Rosh Hashanah fueron avisados por el rabino de no regresar a sus casas ya que la redada estaba prevista para esa noche. La noticia se extendió rápidamente entre la comunidad judía, al mismo tiempo que la comunidad cristina preparaba apresuradamente refugios para los judíos. Algunos funcionarios llegaron incluso a avisar del peligro a todos los abonados del listín telefónico que tuviera apellidos judíos. Incluso llegaron a esconderse centenares de judíos en los hospitales, concretamente en lugares tan insospechados como en las morgues y en las salas psiquiátricas. Cuando los alemanes fueron a realizar las detenciones, se encontraron con que la mayoría de los judíos de Dinamarca había desaparecido.

Durante las siguientes semanas los ciudadanos judíos llegaron a escondidas a la costa y de allí mediante barcos pesqueros y otros tipos de pequeñas naves fueron transbordados a la neutral Suecia, donde se hallarían protegidos. Al principio, algunos patrones cobraron por el trayecto, sin embargo la propia Resistencia fue organizando la "huida" y previendo cuando eventualidad del transporte como el pago del viaje. Los alemanes al darse cuenta que los judíos estaban abandonando el país y que las autoridades danesas hacían la vista gorda ante este proceso, comenzaron a registrar los barcos mediante perros, en un intento de descubrir la "carga oculta". Desde la Resistencia, se contrarrestó esta técnica de búsqueda mediante una mezcla de sangre de conejo y cocaína que confundía las capacidades olfativas de los sabuesos. Pañuelos impregnados con esta mezcla se distribuyeron por todo el barco. La sangre de conejo atraía a los perros y la cocaína momentáneamente anestesiaba el sentido del olfato impidiendo localizar a los judíos escondidos en los barcos.


 Huida nocturna en un pequeño bote

De los 7.500 judíos que vivían en Dinamarca, menos de 500 fueron detenidos por los nazis.  Estos últimos fueron enviados al campo de concentración de Theresienstadt, pero no fueron abandonados por sus compatriotas. El Gobierno danés se encargó de enviar comida, medicina, ropa y otros suministros a sus ciudadanos internados en el campo de concentración. El gobierno también presionó a las autoridades nazis para que pudieran permitir la entrada de colaboradores de la Cruz Roja para inspeccionar regularmente las condiciones de vida.  Si bien, algunos de los judíos daneses murieron por enfermedad, al final de la guerra más de 400 volverían a sus hogares en Dinamarca.  Al mismo tiempo, un contingente significativo de los judíos que habían escapado a Suecia también regresaron.  A diferencia de los judíos en otros países que volvieron y encontraron sus hogares saqueados, los judíos daneses volvieron a encontrar sus plantas regadas, alimentadas sus mascotas y sus hogares atendidos por sus amigos y vecinos.

Tras la guerra G.F. Duckwitz fue embajador de Alemania en la misma Dinamarca y tanto él mismo como el  movimiento de Resistencia danesa recibieron el tratamiento honorifico de Justo entre la Naciones concedido por el Yad Vashem por su labor en la fuga de los judíos daneses.

jueves, 10 de mayo de 2018

Fuerzas armadas danesas y noruegas antes de la invasión de 1940

Fuerzas armadas danesas

En 1937 era evidente que el Gobierno danés estaba necesitado de al menos una fuerza militar fuerte capaz de disuadir las intenciones beligerantes de su vecino del sur. La ley de defensa de ese mismo año amplió el pequeño ejército, estableciendo un cuartel general, dos divisiones - uno para Jutlandia y otra en Zelanda - y la guarnición de Bornholm; reestructuró las Fuerzas Aereas; y estableció unidades antiaérea, de ingenieros y de transporte.


Tropas danesas en Bredevad en la mañana del ataque alemán. 

Las dos divisiones ascendían a siete regimientos de infantería, dos de caballería, los Life Guards (guardia del palacio del rey) y tres regimientos de artillería de campaña, además de unidades de apoyo. Sin embargo, los regimientos realmente disponían de poco personal administrativo responsable del entrenamiento de los 6.600 reclutas de cada año; en consecuencia, estaban muy por debajo de su fuerza nominal. Las dos divisiones estaban apoyadas por el servicio de aviación del ejército (Haerens Flyvertropper, o tropas de aviación del ejército) que constaba de dos escuadrones de caza, equipados con biplanos Gloster Gauntlet y nuevo monoplano Fokker D.XXI así como dos biplanos de Fokker C.V de observación. Toda la Fuerza aérea se hallaba en la base situada en el aeródromo de Vaerlose, cerca de Copenhague.

La Marina danesa se encontraba en la base naval de Copenhague y tenía 1.500 hombres enrolados en 58 barcos, la mayoría de ellos antiguos y obsoletos. Los buques de guerra más importantes eran dos viejas naves de defensa costera. Tres pequeñas lanchas torpederas completadas a principios de los años 30 eran los buques más modernos así como cuatro nuevos, aunque pequeños, submarinos. La Marina tenía su propio servicio aéreo (Marinen Flyvevasesenets o servicio aéreo naval) compuesto por dos unidades tamaño escuadrón o luftflotilles, uno de los antiguos hidroaviones Heinkel H.E.8 con sede en Copenhague y una unidad de combate con anticuados biplanos Hawker Nimrod MK. II en Avno.

Fuerzas armadas noruegas

Habiendo surgido de su unión con Suecia en 1905, Noruega era un país escasamente poblado, con pocos recursos y sin una verdadera tradición marcial o naval. Por lo tanto la nación adoptó el concepto del ejército territorial, utilizando los reservistas entrenados para llenar sus filas.

El país fue dividido en seis distritos militares, con sede en Halden, Oslo, Kristiansand, Bergen, Trondheim y Harstad; cada uno organizaba la movilización de una división. Las divisiones noruegas eran formaciones de infantería compuestas por personal de estado mayor, dos o tres regimientos de infantería y un regimiento de artillería o un batallón de artillería de montaña. No poseyeron elementos acorazados o armas antitanque ya que se creía el terreno accidentado impedirían cualquier operación mecanizada.

Los regimientos de infantería tenían una fuerza de 3.750 hombres apoyados por orgánicos batallones de ametralladoras. Los regimientos de caballería montada o compañías de exploración en bicicleta o esquís eran utilizados para el reconocimiento. Obuses de 120mm Konigsberg tirados por caballos y cañones de campaña 75mm Ehrhardt brindaban el apoyo de artillería.

Observando de forma rápida que el avión podría superar las grandes distancias involucradas en la defensa de la nación, el Haeerens Flyvevapen (servicio aéreo del ejército) se convirtió en una fuerza de cooperación eficaz con el ejército usando obsoletos biplanos Fokker C.V. Se organizaron en tres escuadrillas de reconocimiento' (llamadas Speidevingen) ubicados en Noruega central, norte y sur.


La fuerza aérea noruega disponible para enfrentarse al asalto aéreo alemán solo disponía de un único escuadrón de biplanos Gloster Gladiator basados en el aeródromo de Fornebu, lógico objetivo principal de la operación de ataque aéreo de la Luftwaffe.

Además, para defender la capital, el Haeerens Flyvevapen tenía una unidad de cazas monomotores (Jagervingen o vuelo de combate) con nueve biplanos Gloster Gladiator basados en el aeródromo Fornebu, cerca de Oslo. Aparte existía una unidad de bombardero ligero (Bombervingen o vuelo del bombardero) recientemente formada con cuatro bimotores bombarderos Caproni Ca.310 y ocho Fokker C.V-Es. Por lo general tenia la base en Kjeller, cerca de Oslo, sin embargo esta unidad fue desplegada al nuevo y moderno aerodromo de Sola, en Stavanger.

La Armada noruega era una pequeña fuerza naval construida con la misión de defender los puertos más importantes, enclavados a lo largo de la extensa costa. Las naves más potentemente armadas eran un par de antiguos buques de defensa costera (construidos antes de 1900), Norge y Eidsvold (4.166 toneladas), armados con dos cañones de 210 mm en proa y popa, y 6 cañones de 150 mm como armamento secundario así como ocho cañones de 76 mm. Estos buques fueron enviados a Narvik con las primeras sospechas de invasión alemana.


Los noruegos disponían de siete destructores, pequeños pero capaces, vistos aquí en maniobras. Esta foto, publicada por el servicio de información noruego mostraba la fuerza de su armada, fue enviada a los medios de comunicación británicos la mañana que los alemanes estaban invadiendo el país

Los pequeños siete destructores de la Marina - cuatro de ellos, modernos buques de 597 tn. armados con tres cañones de 4 pulgadas, uno de 40 mm y dos tubos lanzatorpedos - fueron dispersados entre Oslo y Narvik. Para ocupar los vacios se utilizaron 17 barcos torpederos de la I Guerra Mundial, nueve pequeños submarinos costeros, ocho dragaminas, diez minadores y nueve barcos de patrulla. Además se utilizaron 49 barcas requisadas en servicio como patrulleros.

Para ayudar a cubrir el extenso litoral de Noruega, la fuerza aeronaval (Marinens Flyvevapen o servicio aéreo naval) tenía tres unidades tamaño escuadrón basadas en Horton (la principal base naval cerca de Oslo), Bergen y Tromso. Estas unidades estaban equipadas principalmente con los autóctonos biplanos de reconocimiento Hover M.F.11 y el nuevo torpedero bimotor Heinkel He 115A. Con estas unidades la Marinens Flyvevapen realizó frecuentes patrullas de largo alcance sobre las aguas territoriales noruegas e incluso por el mar del norte, buscando en vano respetar la preciosa pero tenue neutralidad de Noruega.

martes, 13 de junio de 2017

Dinamarca en la Segunda Guerra Mundial.

Dinamarca en la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1815, tras las guerras napoleónicas, la pequeña nación de Dinamarca con una población de alrededor 5 millones de personas siempre había buscado su seguridad en la neutralidad, y de hecho el país fue neutral durante la Primera Guerra Mundial. Como intento de aumentar dicha seguridad ante cualquier agresión, firmó un pacto de no agresión con Alemania en la primavera de 1939. Aunque el principal socio comercial de Dinamarca era Gran Bretaña, que recibía las exportaciones danesas de productos lácteos, estaba claro que Dinamarca se hallaba dentro de la esfera de influencia del Tercer Reich alemán. Su conquista en abril de 1940 por parte de Alemania fue una extensión natural de la operación Weserübung, el plan de Adolf para tomar Noruega. La ocupación de Dinamarca era esencial si Alemania quisiera tomar el control de Noruega.

En el momento de la invasión alemana, Dinamarca tenía un ejército de tan solo 14.000 hombres, de ellos 8.000 recién reclutados. La pequeña Marina de Guerra tenía sólo 3.000 marineros y 2 buques de defensa costera construidos en 1906 y 1918. La fuerza aérea, repartida entre el ejército y la marina de guerra, constaba de tan solo 50 aviones obsoletos. La invasión alemana, llevad a cabo antes del amanecer del 9 de abril de 1940, duró sólo 2 horas. El gobierno ordenó un alto el fuego tras la ocupación de Copenhague, dejando tiempo insuficiente para que el gabinete o el mismo rey Christian X y su heredero Frederik IX pudiesen abandonar el país y exiliarse al extranjero. Inicialmente las autoridades alemanas de ocupación interpusieron un suave trato con las instituciones danesas, así se alcanzó un acuerdo con el Gobierno danés para que la mayoría de las funciones gubernamentales siguiesen bajo control danés.


El Rey Christian X, muestra indudable del sentimiento patriota danés.

Dinamarca proporcionó importantes bases militares a Alemania así como la exportación de esenciales productos alimenticios, como productos lácteos y carne. De hecho, el aporte cárnico llegó a constituir hasta el 10% de los requisitos alemanes en este producto. Esta situación de colaboración más o menos pacifica duró aproximadamente tres años, durante el periodo 1940-1943, con la presencia casi esporádica de focos de resistencia.

La política oficial danesa fue colaborar con Alemania en la medida necesaria, una política apoyada por la mayoría de la población. Dicha colaboración se basaba en la suposición de que los alemanes honrar su promesa de no interferir en los asuntos internos daneses, pero una y otra vez las autoridades de ocupación violaron dicho el acuerdo, exigiendo equipamiento militar e insistiendo en el cese en sus funciones de determinados funcionarios públicos. Los alemanes también exigieron a Dinamarca una mayor contribución al esfuerzo bélico y por ello las autoridades danesas instaron a aproximadamente 100.000 ciudadanos de Dinamarca ir a trabajar en Alemania para evitar ser reclutados. Tras la invasión germana de la Unión Soviética, los alemanes obligaron al Gobierno danés a ilegalizar el partido comunista y aceptar el reclutamiento y formación de un Cuerpo Libre Danés destinado a combatir en el Frente Oriental. En noviembre de 1941, Alemania insistió que Dinamarca se uniese al Pacto Anti-Komintern.


Miembros del Cuerpo Libre Danes

Desde un principio hubo ciudadanos daneses que se opusieron a la ocupación alemana del país. En el momento de la conquista alemana de Dinamarca, 232 barcos mercantes junto con 6.000 marineros se hallaban en lata mas, esas naves no regresaron a sus puertos sino que fueron a engrosar la flota mercante aliada participando en los posteriores convoyes del Atlántico y Ártico. En última instancia, 1.500 de estos marineros perdieron la vida, y el 60% de la flota se perdió. En 1944, marineros daneses formaron las tripulaciones de dos dragaminas británicos y otros ocho mil ciudadanos daneses ingresaron en distintas fuerzas armadas aliadas para proseguir la lucha contra las potencias del Eje.

En 1940, se formó un Consejo Danés en Londres, que en 1942 se convirtió en el Movimiento Dinamarca Libre. Henrik Kauffmann, embajador danés en los Estados Unidos, se desvinculó del gobierno danés y firmó un tratado en 1941 en el que se otorgaba en concesión bases militares en Groenlandia para ser utilizadas por las fuerzas armadas estadounidenses. De forma similar, en abril de 1940 fuerzas británicas ocuparon las Islas Feroe, otra posesión danesa. En mayo de 1940, los aliados también ocuparon Islandia, que se declaró independiente en 1944. En la primavera de 1942, Berlín nombró a Werner Best comisionado del Reich para la ocupada Dinamarca y el duro y estricto Generalleutnant Hermann Hanneken se le otorgo el mando de las fuerzas germanas en el país con la orden de "gobernar con mano de hierro". Tales acciones enfurecieron a los daneses y condujeron a una sublevación en agosto de 1943.

El cambio de sentido del resultado de la guerra, los mensajes provenientes de la radio británica y la prensa ilegal danesa ayudó en buena medida a que la opinión pública cambiase desde la colaboración a la resistencia ante el invasor. Los alemanes no pudieron confiscar los aparatos de radio, y gracias a este hecho muchos daneses escuchaban diariamente a la British Broadcasting Corporation (BBC). La demostración de fuerza de al sublevación de agosto y diversas huelgas evidenciaron el fin a la colaboración. Intentos por parte de las autoridades danesas para aplastar las manifestaciones terminaron en fracasos. También hubo enfrentamientos violentos entre daneses y soldados alemanes en algunas ciudades de provincia. Tras estos hechos, los alemanes declararon el estado de emergencia el 29 de agosto, detuvieron a la mayoría de los miembros del ejército danés y en efecto asumieron el control del gobierno del país.


Huelgas  y sublevaciones en Dinamarca

En septiembre de 1943, la Gestapo llegó a Dinamarca e inició un reinado de terror que duró hasta el final de la guerra. Aproximadamente 6.000 daneses fueron enviados a campos de concentración, y cientos fueron ejecutados directamente. Muchos ciudadanos daneses buscaron refugio en Suecia. El Consejo por Dinamarca Libre se convirtió de facto en el gobierno clandestino, se formó un ejército insurgente, y se realizaron más de 2.000 actos de sabotaje, un 30 % de ellos en Copenhague. El Consejo Danés de la libertad dividió el país en seis regiones, ejerciendo la autoridad central a través de su Comité de Mando. Al final de la guerra, la resistencia danesa llegó hasta la cifra de 40.000 integrantes. Los actos de sabotaje tuvieron poco efecto en el esfuerzo de guerra alemán, aunque sí tuvieron un positivo impacto psicológico en la población danesa como prueba visible de la no colaboración de Dinamarca con Alemania.

Daneses de todas las profesiones resistieron activamente ante los esfuerzos alemanes de deportación de los judíos. Si bien Best ordenó la detención de todos los judíos en Dinamarca, más de 7.000 escaparon de la persecución; 5.500 fueron trasladados a Suecia en barco. Sólo 472 judíos fueron capturados y enviados a Theresienstadt. La población danesa no se olvidó de aquellos que habían sido enviados allí; y regularmente enviaron paquetes de alimentos y ropa, gracias a estas acciones sólo 52 de los judíos allí presentes perecieron. Los alemanes rindieron Dinamarca el 4 de mayo, y la resistencia danesa tomó el control del país al día siguiente. El 5 de mayo, una compañía del 13º Batallón Aerotransportado británico llegó a Copenhague junto con el General de División R. H. Dewing, al frente de la misión para Dinamarca del SHAEF. Tropas de infantería británica marcharon en Dinamarca el 7 de mayo.


Alegría desmedida el día de la liberación de Dinamarca

Al día siguiente, soldados de la 1ª brigada Paracaidista británica recibieron la rendición formal de todas las fuerzas alemanas. Cuando el Comandante alemán en la isla de Bornholm se negó a rendirse, aviones soviéticos bombardearon las ciudades de Ronne y Neks el 7 y 8 de mayo, causando grandes daños pero pocas muertes. El 9 de mayo, buques de guerra soviéticos llegaron a Ronne y los alemanes se entregaron. Sin embargo, las tropas soviéticas ocuparon la isla hasta abril de 1946. Tras la guerra, el Gobierno danés ordenó la detención y el castigo de aproximadamente 34.000 colaboradores con los nazis. Después de la guerra, los daneses prefirieron establecer una liga de neutralidad armada con Noruega y Suecia, pero a regañadientes siguieron a Noruega en la entrada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En 1951, el gobierno danés firmo un acuerdo, eso sí sin gran entusiasmo, con los Estados Unidos para la concesión de bases navales y aéreas en Groenlandia.