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sábado, 16 de diciembre de 2023

La caída de Francia y la formación del régimen de Vichy

 

La caída de Francia y la formación del régimen de Vichy

El 10 de mayo de 1940, las fuerzas armadas alemanas iniciaron el asalto a Europa Occidental. A los pocos días los Países Bajos y Bélgica habían capitulado y el 4 de junio la Fuerza Expedicionaria Británica (BEF) había sido expulsada de Francia. Con la eliminación de la BEF en su flanco derecho, los alemanes comenzaron la segunda etapa de su campaña contra el ejército francés que aun disponía unas 60 divisiones en el campo de batalla. El 14 de junio los alemanes entraron en París, dos días después el primer ministro francés, Paul Reynaud, entregó el poder a un grupo de militares dirigido por el jefe del estado mayor, el general Maxime Weygand, incluyendo al mariscal Philippe Pétain, de 84 años que se hallaba retirado desde hacía tiempo, una figura heroica de la Gran Guerra. Al día siguiente, el 17 de junio, Pétain transmitió al pueblo francés que había aceptado liderar un nuevo gobierno y que tenía la intención de pedir a Alemania un armisticio. El armisticio fue firmado el 22 de junio y al cabo de tres días después la mayor parte de Francia estaba formalmente bajo ocupación alemana.



Mariscal Philippe Petain

La zona ocupada cubría el norte y gran parte del centro del país, así como toda la costa atlántica. En el este, Alsacia y Lorena fueron incorporadas al Reich alemán, mientras que partes del norte de Francia fueron gobernadas desde Bélgica, país ocupado por los alemanes. Además, Italia (que había declarado de forma oportunista la guerra a Francia el 10 de junio) ocuparía posteriormente zonas en la frontera franco-italiana. El resto de la Francia metropolitana quedaría bajo el control del nuevo gobierno de Vichy, quedando este territorio conocido como "Zona Libre" o desocupada. Además, la mayoría de las colonias francesas de ultramar quedaron bajo jurisdicción del régimen de Vichy.

martes, 13 de junio de 2017

Dinamarca en la Segunda Guerra Mundial.

Dinamarca en la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1815, tras las guerras napoleónicas, la pequeña nación de Dinamarca con una población de alrededor 5 millones de personas siempre había buscado su seguridad en la neutralidad, y de hecho el país fue neutral durante la Primera Guerra Mundial. Como intento de aumentar dicha seguridad ante cualquier agresión, firmó un pacto de no agresión con Alemania en la primavera de 1939. Aunque el principal socio comercial de Dinamarca era Gran Bretaña, que recibía las exportaciones danesas de productos lácteos, estaba claro que Dinamarca se hallaba dentro de la esfera de influencia del Tercer Reich alemán. Su conquista en abril de 1940 por parte de Alemania fue una extensión natural de la operación Weserübung, el plan de Adolf para tomar Noruega. La ocupación de Dinamarca era esencial si Alemania quisiera tomar el control de Noruega.

En el momento de la invasión alemana, Dinamarca tenía un ejército de tan solo 14.000 hombres, de ellos 8.000 recién reclutados. La pequeña Marina de Guerra tenía sólo 3.000 marineros y 2 buques de defensa costera construidos en 1906 y 1918. La fuerza aérea, repartida entre el ejército y la marina de guerra, constaba de tan solo 50 aviones obsoletos. La invasión alemana, llevad a cabo antes del amanecer del 9 de abril de 1940, duró sólo 2 horas. El gobierno ordenó un alto el fuego tras la ocupación de Copenhague, dejando tiempo insuficiente para que el gabinete o el mismo rey Christian X y su heredero Frederik IX pudiesen abandonar el país y exiliarse al extranjero. Inicialmente las autoridades alemanas de ocupación interpusieron un suave trato con las instituciones danesas, así se alcanzó un acuerdo con el Gobierno danés para que la mayoría de las funciones gubernamentales siguiesen bajo control danés.


El Rey Christian X, muestra indudable del sentimiento patriota danés.

Dinamarca proporcionó importantes bases militares a Alemania así como la exportación de esenciales productos alimenticios, como productos lácteos y carne. De hecho, el aporte cárnico llegó a constituir hasta el 10% de los requisitos alemanes en este producto. Esta situación de colaboración más o menos pacifica duró aproximadamente tres años, durante el periodo 1940-1943, con la presencia casi esporádica de focos de resistencia.

La política oficial danesa fue colaborar con Alemania en la medida necesaria, una política apoyada por la mayoría de la población. Dicha colaboración se basaba en la suposición de que los alemanes honrar su promesa de no interferir en los asuntos internos daneses, pero una y otra vez las autoridades de ocupación violaron dicho el acuerdo, exigiendo equipamiento militar e insistiendo en el cese en sus funciones de determinados funcionarios públicos. Los alemanes también exigieron a Dinamarca una mayor contribución al esfuerzo bélico y por ello las autoridades danesas instaron a aproximadamente 100.000 ciudadanos de Dinamarca ir a trabajar en Alemania para evitar ser reclutados. Tras la invasión germana de la Unión Soviética, los alemanes obligaron al Gobierno danés a ilegalizar el partido comunista y aceptar el reclutamiento y formación de un Cuerpo Libre Danés destinado a combatir en el Frente Oriental. En noviembre de 1941, Alemania insistió que Dinamarca se uniese al Pacto Anti-Komintern.


Miembros del Cuerpo Libre Danes

Desde un principio hubo ciudadanos daneses que se opusieron a la ocupación alemana del país. En el momento de la conquista alemana de Dinamarca, 232 barcos mercantes junto con 6.000 marineros se hallaban en lata mas, esas naves no regresaron a sus puertos sino que fueron a engrosar la flota mercante aliada participando en los posteriores convoyes del Atlántico y Ártico. En última instancia, 1.500 de estos marineros perdieron la vida, y el 60% de la flota se perdió. En 1944, marineros daneses formaron las tripulaciones de dos dragaminas británicos y otros ocho mil ciudadanos daneses ingresaron en distintas fuerzas armadas aliadas para proseguir la lucha contra las potencias del Eje.

En 1940, se formó un Consejo Danés en Londres, que en 1942 se convirtió en el Movimiento Dinamarca Libre. Henrik Kauffmann, embajador danés en los Estados Unidos, se desvinculó del gobierno danés y firmó un tratado en 1941 en el que se otorgaba en concesión bases militares en Groenlandia para ser utilizadas por las fuerzas armadas estadounidenses. De forma similar, en abril de 1940 fuerzas británicas ocuparon las Islas Feroe, otra posesión danesa. En mayo de 1940, los aliados también ocuparon Islandia, que se declaró independiente en 1944. En la primavera de 1942, Berlín nombró a Werner Best comisionado del Reich para la ocupada Dinamarca y el duro y estricto Generalleutnant Hermann Hanneken se le otorgo el mando de las fuerzas germanas en el país con la orden de "gobernar con mano de hierro". Tales acciones enfurecieron a los daneses y condujeron a una sublevación en agosto de 1943.

El cambio de sentido del resultado de la guerra, los mensajes provenientes de la radio británica y la prensa ilegal danesa ayudó en buena medida a que la opinión pública cambiase desde la colaboración a la resistencia ante el invasor. Los alemanes no pudieron confiscar los aparatos de radio, y gracias a este hecho muchos daneses escuchaban diariamente a la British Broadcasting Corporation (BBC). La demostración de fuerza de al sublevación de agosto y diversas huelgas evidenciaron el fin a la colaboración. Intentos por parte de las autoridades danesas para aplastar las manifestaciones terminaron en fracasos. También hubo enfrentamientos violentos entre daneses y soldados alemanes en algunas ciudades de provincia. Tras estos hechos, los alemanes declararon el estado de emergencia el 29 de agosto, detuvieron a la mayoría de los miembros del ejército danés y en efecto asumieron el control del gobierno del país.


Huelgas  y sublevaciones en Dinamarca

En septiembre de 1943, la Gestapo llegó a Dinamarca e inició un reinado de terror que duró hasta el final de la guerra. Aproximadamente 6.000 daneses fueron enviados a campos de concentración, y cientos fueron ejecutados directamente. Muchos ciudadanos daneses buscaron refugio en Suecia. El Consejo por Dinamarca Libre se convirtió de facto en el gobierno clandestino, se formó un ejército insurgente, y se realizaron más de 2.000 actos de sabotaje, un 30 % de ellos en Copenhague. El Consejo Danés de la libertad dividió el país en seis regiones, ejerciendo la autoridad central a través de su Comité de Mando. Al final de la guerra, la resistencia danesa llegó hasta la cifra de 40.000 integrantes. Los actos de sabotaje tuvieron poco efecto en el esfuerzo de guerra alemán, aunque sí tuvieron un positivo impacto psicológico en la población danesa como prueba visible de la no colaboración de Dinamarca con Alemania.

Daneses de todas las profesiones resistieron activamente ante los esfuerzos alemanes de deportación de los judíos. Si bien Best ordenó la detención de todos los judíos en Dinamarca, más de 7.000 escaparon de la persecución; 5.500 fueron trasladados a Suecia en barco. Sólo 472 judíos fueron capturados y enviados a Theresienstadt. La población danesa no se olvidó de aquellos que habían sido enviados allí; y regularmente enviaron paquetes de alimentos y ropa, gracias a estas acciones sólo 52 de los judíos allí presentes perecieron. Los alemanes rindieron Dinamarca el 4 de mayo, y la resistencia danesa tomó el control del país al día siguiente. El 5 de mayo, una compañía del 13º Batallón Aerotransportado británico llegó a Copenhague junto con el General de División R. H. Dewing, al frente de la misión para Dinamarca del SHAEF. Tropas de infantería británica marcharon en Dinamarca el 7 de mayo.


Alegría desmedida el día de la liberación de Dinamarca

Al día siguiente, soldados de la 1ª brigada Paracaidista británica recibieron la rendición formal de todas las fuerzas alemanas. Cuando el Comandante alemán en la isla de Bornholm se negó a rendirse, aviones soviéticos bombardearon las ciudades de Ronne y Neks el 7 y 8 de mayo, causando grandes daños pero pocas muertes. El 9 de mayo, buques de guerra soviéticos llegaron a Ronne y los alemanes se entregaron. Sin embargo, las tropas soviéticas ocuparon la isla hasta abril de 1946. Tras la guerra, el Gobierno danés ordenó la detención y el castigo de aproximadamente 34.000 colaboradores con los nazis. Después de la guerra, los daneses prefirieron establecer una liga de neutralidad armada con Noruega y Suecia, pero a regañadientes siguieron a Noruega en la entrada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En 1951, el gobierno danés firmo un acuerdo, eso sí sin gran entusiasmo, con los Estados Unidos para la concesión de bases navales y aéreas en Groenlandia.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial. 2º parte.

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.

Provienen de Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.1º parte.

Como se ha comentado la decisión de rendir el ejército fue criticado tanto por los aliados como por compatriotas pero no todos los belgas estuvieron en contra de tal acción. Existen fuentes que elogiaron la decisión al permitir la salvación de más de 2 millones de belgas encerrados dentro de la bolsa creada por el avance alemán además la gran mayoría de los belgas flamencos apoyaron al rey.

Hay que reconocer que el rey Leopoldo vio la situación muy desesperada. Así, decidió que no se diese más derramamiento de sangre ante una causa perdida. Hubo algún apoyo para este punto de vista. El propio almirante Sir Roger Keyes que se encontraba en el cuartel general del ejército belga durante los intensos combates insistió que el rey Leopoldo no tenía ninguna opción militar salvo la rendición. Seguramente sea cierto, pero unos días más de resistencia habría hecho más fácil la evacuación británica y francesa en Dunkerque. Por supuesto los aliados fueron especialmente críticos con las acciones del rey. Reynaud difundió una diatriba mordaz considerando  a su majestad como un traidor. También es posible que ante la desintegración de su ejército, los franceses buscasen un chivo expiatorio. Hay una razonable pregunta sobre ¿Quién abandonó a quién? Los belgas nunca fueron informados de que la fuerza expedicionaria británica (BEF) fuese a evacuarse dejando a su suerte a las tropas belgas. Sin duda el análisis final es muy complicado ya que la BEF pudo ser evacuada más o menos correctamente. Si los alemanes hubiesen destruido la BEF en Dunkerque, sería muy difícil aceptar la liberación de Bélgica en 1944. Por supuesto todo aparece de forma muy distinta con el paso del tiempo.

Los representantes gubernamentales de Bélgica después de la rendición del ejército por parte del rey Leopoldo se reunieron en Limoges, Francia. Condenaron más la acción del rey que ayudar a la formación de un gobierno en el exilio.  Algunos belgas también son críticos sobre la manera en que se formó dicho gobierno en el exilio. Un lector informa, "el gobierno en el exilio dio tres  bandazos tres veces durante la ocupación. Fue el mismo gobierno que para salvar la cara se deshizo del rey Leopoldo. Se halló ante un problema constitucional". De todas formas el 18 de junio estableció un gobierno belga en el exilio, temporalmente en Burdeos, Francia. Declaró la destitución del rey y cuando Francia también se vio obligada a buscar un armisticio, sus líderes políticos, Spaak y Pierlot, huyeron a Londres. Allí se creó la Legión Belga. El gobierno en el exilio mantuvo el control del Congo belga y Ruanda y reclutó una pequeña fuerza.


Tropas de caballería  alemanas desfilando enfrente del Parlamento belga.

El rey Leopoldo pidió un armisticio a los alemanes el 27 de mayo, ordenó a su ejército la entrega de las armas al día siguiente y se negó a huir con los ministros para formar un gobierno en el exilio en Inglaterra. El rey compartió con valentía el destino de sus tropas y sus súbditos y realizó una promesa solemne a sus tropas "pase lo que pase compartiré su destino". Leopoldo se reunió con Adolf Hitler en noviembre de 1940 en Berchtesgaden. Fuentes contemporáneas  indicaron que se las arregló para conseguir la liberación de 50.000 prisioneros de guerra belgas y la promesa de mejores condiciones de vida para la población belga, sobre todo referentes a la alimentación, siempre desde una posición igualatoria, nunca subordinada y con la intención de influir para conseguir mejores términos de  negociación para Bélgica en comparación con situaciones similares de otros países ocupados". Sin embargo, los aliados occidentales y muchos belgas no dejaron de considerar como un colaborador. No obstante, debe decirse que Leopoldo demostró gran valentía negándose posteriormente a administrar su país bajo control alemán y dar una apariencia de legitimidad al Gobierno de ocupación nazi.

Tras la ocupación y de forma nada sorprendente, algunos grupos fascistas  y políticos como Hendrik de Man, decidieron colaborar con los nazis. Muchos pensaron que las sorprendentes victorias alemanas en 1939-40 no dejaban otra opción y así De Man lideró el régimen colaboracionista belga. La Wehrmacht, bajo el mando del general Alexander von Falkenhausen y su jefe administrativo Eggert Reeder, controló y administraron el régimen de ocupación. De hecho, el gobierno militar alemán administró los asuntos civiles incluso la mayoría de los asuntos de índole personal.

La figura del rey pasó a un segundo plano, sin embargo retomó notoriedad cuando volvió a casarse. El rey Leopoldo despertó más críticas con su matrimonio en 1941 con una dama flamenca de origen no nobiliario, es decir, plebeya. Leopoldo se casó con Marie Lilianne Baels (1916-2002), más adelante princesa de Rethy, en una ceremonia religiosa el 11 de septiembre de 1941. La ceremonia civil tuvo lugar el 6 de diciembre de 1941 en el castillo de Laeken. Su padre era Henri Baels y su madre Anne Marie De Visscher. Esta unión no  fue bajo ningún aspecto popular entre la población belga. No sólo su esposa era de origen plebeyo, y en cierto modo reemplazaba la figura de la muy querida primera esposa del rey, sino que ciertas facciones vieron un carácter pronazi en la figura de la segunda esposa del rey aunque realmente no existen evidencias de tal comportamiento.

Leopoldo III y su segunda esposa, Lilian Baels.

Conforme los aliados iban avanzando hacia la victoria, el rey Leopoldo fue hecho prisionero por los alemanes hasta el final de la guerra. Estuvo confinado en un principio en su propio castillo de Laeken, Bruselas. Sin embargo, tal y como los aliados se acercaron a Bélgica, los alemanes detuvieron al rey y su familia y fueron trasladados en primer lugar a Alemania, concretamente en Hirschein, Sajonia y después a Strobl Austria de donde finalmente fueron liberados por soldados estadounidenses.


Tras la guerra, la situación respecto a la figura de Leopoldo III no había cambiado existiendo controversia sobre su papel durante la ocupación alemana, y por ello los aliados se abstuvieron de apoyar su retorno a Bélgica para así evitar desórdenes internos. Fue nombrado regente el hermano del rey, el príncipe Carlos, y se acusó a Leopoldo III de incapacidad para reinar por ordenar en 1940 la capitulación del ejército belga ante los alemanes, por incluirse él mismo como Jefe de Estado en semejante rendición y por negarse a seguir al gobierno legítimo hacia el exilio estando en condiciones de hacerlo. Al faltar una decisión rápida sobre la denominada cuestión real, Leopoldo III se instala en Suiza pero sin abdicar. Sin embargo, en 1946 el Parlamento inicia una investigación sobre las determinaciones de Leopoldo en 1940 sin que al final pueda asegurarse la existencia de una deslealtad que impida al monarca ejercer sus derechos.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.1º parte

Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.



Leopoldo III de Bélgica fue durante el periodo de tiempo inicial de la Segunda Guerra Mundial el abogado defensor mas a ultranza de la política exterior más independiente posible de su país, al mediar dos veces entre los gobiernos de la Alemania nazi y los países occidentales en los meses inmediatamente anteriores y posteriores al estallido de la guerra en septiembre de 1939. Bélgica seguía estrictamente siendo un país neutral, pero esta condición no fue obstáculo para ser invadida por los alemanes por segunda vez en la primavera de 1940, la primera fue en 1914. Antes de la guerra, el rey Leopoldo antes promovió la construcción de importantes fortificaciones defensivas desde Amberes hasta Namur frente a la frontera alemana. Sin embargo, sus acciones como comandante en jefe del ejército durante la invasión alemana de 1940 fueron criticadas por británicos y franceses e incluso por algunos belgas. Tras la invasión el grueso del ejército belga, fue rodeado por los alemanes y sin capacidad de reacción ni escapatoria, Leopoldo ordenó a sus tropas la rendición. No obstante, el rey se negó a huir con los funcionarios estatales para formar en Reino Unido, un gobierno en el exilio. Sus acciones, sobretodo esta última no fueron bien vistas por algunos de sus súbditos. La entrega de las armas en un punto crucial en la batalla de Francia de 1940 ocasionó un hueco importante en el anillo defensivo aliado en Dunkerque y, si los alemanes hubiesen presionado por esa zona de forma contundente es posible que la evacuación de las tropas aliadas en Dunkerque hubiese sido mucho más complicada. El rey Leopoldo siguió despertando críticas cuando en 1941 se casó en segundas nupcias con una mujer plebeya considerada en algunas facciones como pronazi. Por todo ello, muchos belgas vieron el comportamiento de Leopoldo ante los alemanes en marcado contraste con la valiente resistencia de su padre al ejército del káiser durante la Primera Guerra Mundial. Otros compatriotas sin embargo creyeron que el rey fue injustamente criticado, ya que según ellos, Leopoldo demostró gran valentía negándose posteriormente a administrar su país bajo control alemán y dar una apariencia de legitimidad al Gobierno de ocupación nazi, es decir, convertirse en un títere. Leopoldo fue hecho prisionero por los alemanes hasta el final de la guerra, primero en su castillo de Laeken, Bruselas y más adelante en la profunda Alemania.

La política exterior belga dio un giro rotundo cuando Bélgica decidió su retirada del Pacto de Locarno. Cuando los el gobierno nazi remilitarizó Renania en 1936 y no hubo respuesta internacional alguna, Bélgica decidió seguir su propio camino con una política de "neutralidad armada". En esos momentos esta era una opción muy prevalente, ya que si los Países Bajos habian podido evitarla entrada en la guerra en 1914, tal vez Bélgica podría hacer lo mismo. Para lograr esta deseada opción, Bélgica dedicó una cantidad increíble de su producto nacional bruto para la defensa nacional. Se ha estimado que llegó hasta el 23%. Con una población de 8 millones de personas, Bélgica llegó a tener 650.000 hombres en el ejército. Era un ratio enorme y la máxima que podría reunir un país pequeño como Bélgica. Ni Francia ni Reino Unido se acercaban lo mas mínimo a esa proporción. Los fondos fueron utilizados mayoritariamente en construir fortificaciones de frontera potentes y en  aumentar los efectivos del Ejército más que en modernizar su aviación y fuerza acorazada.


Leopoldo III pasa revista a la exigua fuerza acorazada belga

En octubre de 1939, tras el estallido de la guerra, el rey pronunció un discurso de radio en inglés dirigido a los Estados Unidos. Señalo que la actitud de la población belga provenía del sentimiento aislacionista de América, que durante generaciones, diferentes naciones habian llevado sus guerras al suelo belga y que Bélgica quería permanecer al margen viviendo solos y viviendo en paz. No importaba la opción de los Aliados o del Eje, Bélgica quería quedarse fuera de toda controversia.

Bélgica seguía siendo estrictamente neutral, pero fue invadida por los alemanes por segunda vez el 10 de mayo de 1940, justo en  el inicio de la largamente esperada ofensiva alemana en el oeste. Como se ha comentado, el rey Leopoldo había promovido la construcción de importantes fortificaciones defensivas desde Amberes a Namur frente a la frontera alemana. Bélgica declaró su neutralidad y se negó a permitir el paso de  fuerza expedicionaria británica por el territorio. LA BEF y el ejército francés  no hicieron caso de la orden belga, pero al final no sirvió para nada. El ejército belga fue sorprendido desde el inicio de las hostilidades con la caída de las defensas de la frontera. El fuerte de Eban-Emael, una gran fortaleza subterránea que dominaba  tres puentes sobre el Canal de Albert y construido a semejanza de las fortificaciones de la  francesa línea de Maginot francesa, estaba  considerado como inexpugnable.  La fortaleza cuya dotación se elevaba a más de 1.200 soldados belgas fue asaltada, la madrugada del 10 de mayo, por 400 paracaidistas alemanes que llegaron silenciosamente por medio de planeadores que aterrizaron directamente encima de la fortaleza. Tras inutilizar los cañones por medio de cargas de demolición el "inexpugnable" fuerte de Eban-Emael se rindió. Con la defensa artillera fuera de combate, el resto de la fuerza alemana tomó rápidamente dos de los tres vitales puentes sobre el canal. Las fuerzas armadas alemanas  pudieron entrar en territorio belga casi sin lucha y desplegar sus fuerzas acorazadas en cuestión de horas.


Bélgica a punto de rendirse.


Tras 18 días de derrotas y retiradas, Leopoldo sin consultar con el gabinete de gobierno ni con los aliados y como comandante en ejefe del Ejército belga firmo la rendición de Bélgica ante los alemanes, concretamente el 28 de mayo de1940. Ese mismo día, los británicos comenzaron la evacuación en Dunkerque. Esta acción de Leopoldo trajo consecuencias importantes. La rendición de las tropas en tiempo y lugar produjo un hueco en la línea defensiva aliada en torno a la Dunkerque. Brecha que hubiese sido aprovechada por al fuerzas alemanas sin embargo inexplicablemente, Hitler ordenó la detenciones de su fuerza acorazada.  Hay considerable diferencia de opinión en cuanto a las circunstancias que rodearon el caos existente en los acontecimientos de finales de mayo. Pero existe casi un consenso global en que las decisiones del rey Leopoldo como comandante en jefe del ejército durante la invasión alemana de 1940 sean como mínimo susceptibles de crítica. Muchos ciudadanos belgas, vieron la rendición ante los alemanes como un acto de cobardía, mas aun si es comparado con la fuerte defensa de los intereses belgas del su padre ante las tropas del Kaiser durante le conflicto mundial anterior.

Continúa en Leopoldo III de Bélgica durante la Segunda Guerra Mundial.2º parte

jueves, 28 de mayo de 2015

"Redada de Marsella"

"Redada de Marsella"


Imagen aérea del puerto de Marsella durante la redada de enero de 1943.

La denominada "Redada de Marsella" tuvo lugar en el puerto viejo de Marsella, los días 22 hasta 24 de enero de 1943.  La ciudad estaba desde la ocupación alemana el año anterior de Francia entera, bajo el gobierno títere de Vichy. Asistidos por la policía francesa, dirigida por René Bousquet, los alemanes organizaron y perpetraron una redada con la finalidad de arrestar a la población judía y su posterior deportación. La policía revisó los documentos de identidad de 40.000 personas, y envió a 2.000 marselleses, en un primer momento a Fréjus, posteriormente al campamento de Royallieu cerca de Compiègne, en la zona norte de Francia y por ultimo al campo de concentración de Drancy, última parada antes de ser trasladados a los campos de exterminio. La operación también supuso el desalojo de un barrio entero antes de su destrucción. Situado en el puerto viejo, el 1º Distrito , con sus 30.000 habitantes, estaba considerado por los alemanes como un "nido de terroristas" debido a sus calles pequeñas, estrechas y llenas de escondrijos. Para esta acción represiva, el líder de la SS Karl Oberg, a cargo de servicio de seguridad alemán en Francia, viajó desde Paris a Marsella y transmitió a Bousquet las órdenes recibidas directamente de Himmler. Es un notable caso de colaboración dolosa de la policía francesa con los ocupantes alemanes.

La operación estaba destinada a remodelar la zona de puerto viejo, un barrio popular repleto d pequeñas casas y calles sinuosas que eran consideradas peligrosas por las autoridades alemanas. Los alemanes querían llevar a cabo un plan urbanista preparado por los arquitectos franceses que apoyaban la ideología de la "revolución nacional" (Révolution nationale) apoyada por el gobierno de Vichy. Decidieron destruir casi totalmente el 1º arrondissement (distrito) de Marsella. Según órdenes directas de Himmler la población detenida debía ser evacuada a los campos de concentración en la zona norte de Francia. En el puerto viejo, la policía alemana fue a buscar casa por casa a los sospechoso, con la asistencia de sus homólogos franceses y posteriormente volar dinamitar los edificios.

Por orden del jefe de gobierno de Vichy, Pierre Laval, Bousquet pidió el 14 de enero de 1943 que se pospusiese la operación hasta una semana más tarde, y así poder organizar  mejor la redada y conseguir reunir un mayor número de refuerzos. Además, si bien los alemanes tenían intención de actuar únicamente sobre el 1º Distrito de Marsella, Bousquet espontáneamente propuso extender la operación a toda la ciudad. Según el historiador Maurice Rajsfus, también pidió la total libertad de acción para la policía francesa, petición que obtuvo del mismo SS Karl Oberg.

Según el historiador Jacques Delarue, quien fue testigo de la operación,  200 agentes de policía  desplazados desde  de París y en otras ciudades, 15 compañías del GMR (Groupes mobiles de réserve o grupos antidisturbios) y mas escuadras de la policía francesa -la gendarmería y de guardias móviles fueron destinados a esta operación. En total, "aproximadamente 12.000 policías fueron concentrados  en Marsella". El 22 de enero de 1943 el puerto viejo se cerró completamente el barrio del Viejo Puerto.  Toda la ciudad, con excepción de los barrios residenciales más ricos, fue registrada casa por casa durante un período de 36 horas. "En total, después de decenas de miles de controles, casi 2.000 marselleses... se hallaron dentro de los trenes de la muerte." escribió el historiador Maurice Rajsfus.  1.500 edificios fueron destruidos.



Demolición de edificios en el viejo puerto marsellés.

La Prefectura de la provincia de Bouches-du-Rhône, donde se encuentra Marsella, publicó el 24 d enero la siguiente declaración:

“Por razones de orden militar y para garantizar la seguridad de la población, las autoridades militares alemanas ordenaron oficialmente a la administración francesa proceder inmediatamente con la evacuación de la parte norte del puerto viejo. Por su parte, la administración francesa decidió por motivos de seguridad interna llevar a cabo una gran operación policial de eliminación de ciertos elementos de Marsella cuyas actividades planteaban  grandes riesgos a la población. La administración francesa trabajó duramente para evitar mezclar las dos operaciones. Considerables fuerzas de policía llevaron a  cabo numerosas búsquedas en el barrio.  Distritos enteros fueron rodeados y se realizaron controles de identidad. Más de 6.000 personas fueron detenidas y se verificaron 40.000 identidades”

El periódico Le Petit Marseillais de 30 de enero de 1943 añadía:

“ Debe quedar claro que las operaciones para la evacuación de puerto viejo se llevaron a cabo exclusivamente por la policía francesa y que no dieron lugar a incidentes”.

Los periódicos alemanes también se hicieron eco de la operación.
Walther Kiaulehn escribió en el periódico militar alemán Signal:

“ En el futuro, cuando escribiremos la historia de Marsella, se pondrá de relieve esta notable hazaña al haber evacuado el patricio viejo barrio marsellés, que había sido deshonrado en el siglo XX. La operación fue realizada por policías franceses y alemanes, así como un grupo de ingenieros y médicos”.

Mientras 30.000 marselleses fueron expulsados de su barrio, gente del mundo criminal, como Paul Carbone, se entregó voluntariamente a la policía al principio de la semana,  para ser encarcelado y evitar la deportación. Varios cientos de judíos de Marsella, ya fuesen franceses o extranjeros, fueron enviados primero  a Fréjus, después al campo de Royallieu cerca de Compiègne y finalmente al campo de concentración de Drancy , de donde fueron enviados a los campos de exterminio. En total, 2.000 judíos subieron a los trenes de la muerte. El 23 de marzo de 1943, Röthke, un oficial de las SS señaló que los judíos franceses detenidos en Marsella eran casi todos "canallas criminales" "tal y como la policía francesa me dijo en varias ocasiones sin haber pedido ninguna explicación" y que "cuando fueron trasladados de Compiègne a Drancy, primero tenían que someterse a una operación de limpieza especial porque estaban tan sucios y llenos pulgas que la dirección del campo francés juzgó necesaria una intervención inmediata para evitar las epidemias en el campo".

Judíos franceses escoltados por soldados franceses


En resumen, la redad del 22 al 24 de enero de 1943 en Marsella fue un ejemplo claro de colaboracionismo entre las autoridades policiales del régimen de Vichy y la Alemania nazi, mas aun en una zona ocupada de facto por los alemanes, demostrando de esta manera aun con mayor evidencia, el carácter de estado títere que tenia la Francia de Vichy respecto a la Alemania de Hitler.

domingo, 28 de octubre de 2012

Colaboracionismo en Luxemburgo durante la Segunda Guerra Mundial




Es más que posible que los habitantes del Gran Ducado de Luxemburgo, pequeño estado situado entre Francia, Bélgica  y Alemania, fuesen de los primeros europeos occidentales en observar y sufrir las consecuencias bélicas de la Blitzkrieg germana. El 10 de mayo de 1940 su país fue invadido de forma rápida y podría decirse “limpiamente” por las tropas motorizadas alemanas. El minúsculo ejercito luxemburgués, compuesto de fuerzas policiales y de la milicia civil fue arrollado por la impresionante máquina de guerra germana. Solo seis policías y un miliciano fueron heridos sin que se diera ningún caso de fallecido.

Tras la rendición de Francia el 28 de junio, el Gran ducado de Luxemburgo fue absorbido en el distrito alemán de Koblenz-Trier, uno de los 42 distritos del Tercer Reich. Gustav Simon, gauletier de dicho distrito se convirtió posteriormente en jefe de la Administración Civil del antiguo Estado de Luxemburgo. En los momentos de la absorción, de la población total de 290.000 habitantes luxemburgueses, 17.000 fueron considerados como Reichs-Deutsch o alemanes de pleno derecho.

Anteriormente a la guerra, ya desde 1933, hubo intentos de formar en Luxemburgo partidos de índole nazi coincidiendo con la ascensión de Adolf Hitler al poder, pero ninguno de estos partidos llegó al final de año. La organización de territorios extranjeros del NSADP tenía células entre los emigrantes alemanes de Luxemburgo, como las Juventudes Hitlerianas pero no se encontraban en buena sintonía con los propios ciudadanos luxemburgueses proalemanes.

En 1936 se creó el Partido Nacional Luxemburgués. Dos años antes, un joven de dieciocho años llamado Albert Kreins intentó entrar a en las Juventudes Hitlerianas pero fue rechazado al no ser hijo de alemanes. No obstante al año siguiente, fue invitado a asistir en Alemania a una reunión de las distintas organizaciones de la Juventudes Extranjeras. Y en 1936 fue el invitado a la reunión anual de los líderes del Hitlerjugend en la simbólica ciudad de Núremberg.

Kreins volvió tan impresionado a Luxemburgo que en septiembre de 1936 fundó un movimiento juvenil similar a las Juventudes Hitlerianas, el Luxemburger Volksjugend LVJ que en un principio solo cuenta con un puñado de miembros que en junio de 1941 fueron condecorados por el jefe de la Hitlerjugend Artur Axmann, con la Insignia Dorada de las Juventudes Hitlerianas. El emblema de la organización luxemburguesa era runas lebens blancas sobre un escudo negro.

En julio de 1940, ya tras la ocupación alemana, se formó bajo el liderazgo de Damian Kratzenberg el Volskdeustche Bewegung VDB, movimiento racial germánico. Damian Kratzenberg era un profesor de 62 años hijo de padre alemana y madre luxemburguesa que se convirtió de esta manera en la única personalidad al frente de los movimientos políticos del territorio. En la insignia del partido figuraba como alma mater del movimiento el lema “Heim ins Reich” que podría traducirse como el hogar esta en el Reich. Era una referencia inadecuada, basada en el hecho producido en el periodo de tiempo entre 1815 y 1867 en que si bien es cierto que Luxemburgo formó parte de la Confederación Alemana nunca fue parte del Imperio Alemán al quedar fuera tras la unificación de Alemania de 1871, lo que hubiese demostrado un verdadero carácter germánico  del territorio.


Hoja de inscripción al Volskdeustche Bewegung VDB

El VDB llegó a unas cotas máximas de 84.000 afiliados pero hay que decir que las autoridades alemanas estimaban que solo un 5% de esa cantidad correspondía a verdaderos y convencidos “germánicos raciales”, la discordancia se debió a que fueron “chantajeados” a inscribirse en las filas del VDB o podían perder su trabajo.

Una política de germanización fue introducida en todos los estamentos civiles de Luxemburgo, las organizaciones políticas y paramilitares del estado alemán se instalaron en el Gran Ducado y su afiliación fue prácticamente obligada. Desde enero de 1941 todos los trabajadores deberían inscribirse en el DAF Deutsches Arbeits Front o bien dimitir y perder el puesto de trabajo. El servicio obligatorio para los nacidos entre 1920-26 en lo organización juvenil Reicharbeitsdienst RAD entró en vigor al mismo tiempo. El LVJ se afilió con la Juventudes Hitlerianas y la inscripción fue también obligatoria en agosto de 1942 con lo que en realidad fue casi una absorción de la organización luxemburguesa dentro de la alemana. Esta tabla indica el número de habitantes del territorio de Luxemburgo inscritos en organizaciones filonazis:

VDB
69.045
Allgemeine-SS
110
SA (parte del grupo westmark)
1.136
NSKK
1.475
NSFK
210
Hitlerjugend
9.457
BdM
7.133
NS Frauschaft
12.177
DAF
57.666

Aunque parezca ilógico el VDB siguió existiendo incluso después de la absorción integra de Luxemburgo dentro del estado alemán, como si aun existiese una pequeña reminiscencia nacional extraña y contradictoria en sus principios, hasta incluso se intentó crear una delegación del VDB en Bélgica, el Landesgruppe belgien der VDB, para los 8.000 trabajadores luxemburgueses en el estado belga pero sin éxito alguno, como ocurrió de forma similar en Francia.

Tras la finalización de la guerra, centenares de luxemburgueses fueron acusados de colaboracionistas, con doce sentencias capitales emitidas de las cuales solo en realidad se cumplieron ocho; la del profesor Damian Kratzenberg fue una de ellas.


Da5ian Kratzenberg en su juicio como colaboracionista.

Dentro del colaboracionismo luxemburgués durante la Segunda Guerra Mundial hay que destacar las cifras de habitantes que se alistaron a en las fuerzas armadas alemanas. Al principio de la invasión hasta la total absorción por parte de Alemania en agosto de 1942, aproximadamente 1800-2000 luxemburgueses se ofrecieron voluntarios para prestar servicio dentro de los distintos cuerpos militares germanos. Una vez absorbido plenamente el pequeño estado centroeuropeo, todos sus habitantes se encontraban sujetos a los mismos requerimientos que sus “compatriotas” alemanes, así los nacidos entre 1920-26 fueron reclutados. Desde agosto de 1942 hasta la liberación en 1944, 12,035 hombres luxemburgueses pasaron a las filas alemanas de los que 2,572 causaron baja, o bien murieron, o desaparecidos y dados por muerto, aparte, 1500 más sufrieron graves heridas o incapacidad y 3,516 desertaron.