Proviene de Batalla de Bir Hacheim II
Dentro de la caja de Bir Hacheim la situación poco a poco comenzaba
a ser crítica. El perímetro de la zona defensiva fue reduciéndose rápidamente cada
vez que las trincheras francesas y los emplazamientos de los cañones fueron
invadidos por los alemanes en cada nuevo asalto. Los hombres de Koenig permanecían
en combate de forma ininterrumpida desde el inicio de la batalla el 27 de mayo
y lógicamente con las fuerzas muy menguadas. Cada vez que una de las posiciones
defensivas ocupadas por las valientes tropas coloniales del Chad y el Congo era
abandonada ya que estos valientes soldados eran obligados a retirarse, grupos
de legionarios ocupaban su lugar intentando cerrar las brechas. La moral de los
soldados franceses seguía siendo notablemente alta al saber que estaban
luchando por su vida y por el honor de Francia y además, tenían los ojos del
mundo observando su heroica lucha. Las municiones y los suministros se
agotaban, los servicios sanitarios estaban muy sobresaturados y el
reabastecimiento por unidades de la 7ª Brigada Motorizada que fue capaz de
atravesar el anillo de Eje alrededor de la posición estaba convirtiéndose en
imposible. Sin ningún relevo y sin nuevos suministros, fue evidente a todos que
el final del box de Bir Hacheim estaba cerca.
Al día siguiente, 10 de junio, Ritchie decidió la retirada de la
guarnición durante la próxima noche. Los planes de hecho ya estaban en marcha,
Messervy había hablado con Koenig el día anterior y le aconsejaba que ya era
hora de partir. Koenig pidió que los transportes se acercasen lo máximo posible
para que los heridos pudieran ser evacuados, pero la evacuación no pudo ser realizada
esa noche por lo que se pospuso para la siguiente.
La dotación de un cañón antitanque italiano de la 101ª División
Motorizada 'Trieste' observan el bombardeo de los franceses en Bir Hacheim por
aviones en picado alemanes a principio de junio de 1942.
En esos momentos Rommel ya estaba desesperado. Se trasladó a Bir
Hacheim y tomó el control directo del que esperaba que fuera el asalto final. A
lo largo de ese día, grupos de infantería motorizada atacaron una vez más a
través de los campos minados, defensas de alambre y cañones con el fin de
expulsar a los franceses. Por la tarde la Luftwaffe realizó el bombardeo más
intenso de todos sobre el perímetro ocupado por los hombres de Koenig. Cuando
la luz del día se desvaneció los cañones y morteros comenzaron a disparar las
últimas de sus granadas y la infantería colonial y los legionarios rechazaron
asaltos desesperados de los alemanes, combate cuerpo a cuerpo, casi fanáticos.
El enemigo estaba cerrando la lucha final; era hora de irse.
Los ingenieros franceses comenzaron a despejar una brecha a través
de su propio campo de minas para abrir una vía de escape, posteriormente todos
los transportes disponibles fueron cargados con los heridos y preparados para
la salida. Dos compañías fueron designadas para permanecer ene retaguardia y
mantener contacto con el enemigo con el fin de enmascarar la retirada. Fue en
ese momento cuando tras la pasar la contraseña a todas las filas, comenzó el
proceso de retirada. No fue una tarea fácil, pero se realizó una evacuación
disciplinada, aunque no ausente de peligro y problemas. Tras un periodo de
tiempo, los alemanes se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo y comenzaron
a ametrallar y lanzar proyectiles de mortero el área occidental del box. Se
lanzaron bengalas en el cielo nocturno iluminado el aire del desierto en busca
de la ruta de retirada de los franceses. Finalmente, las tropas francesas
lograron alcanzar los camiones preparados por la 7ª Brigada Motorizada 10 km.
al noreste de Bir Hacheim, y romper el cerco enemigo.
Exultantes tropas de la Brigada Francesa Libre del general Koenig
celebran llegar a las líneas britanicas tras la retirada del sitio de Bir
Hacheim. De toda una guarnición de 3.600 soldados, más o menos 2.700 pudieron
escapar.
Durante los dos días siguientes, y hasta una semana más tarde,
pequeños grupos seguirían llegando al punto de reunión. Finalmente 2.700
hombres de la guarnición de Bir Hacheim, de los 3.600 que la componían al
inicio de la batalla, consiguieron alcanzar las líneas británicas. La larga
lucha de los soldados franceses consiguió hacer ganar tiempo extra al 8º
Ejército, por cierto desaprovechado y sobre todo, el heroísmo de la resistencia
restauró de forma evidente el orgullo perdido a la nación francesa.
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