Keibodan
Formado en enero de 1939, el Keibodan
fue una organización japonesa de voluntarios cuyo propósito era apoyar las
situaciones de emergencia que pudieran producirse especialmente en tiempos de
guerra dada la relativa debilidad de las organizaciones policiales y de
bomberos existentes. Dicha fuerza auxiliar complementaria ambos servicios de
emergencia. Con mucha diferencia se
convirtió en la organización de emergencia más importante que operó en Japón durante
la guerra.
En la mayoría de las aldeas,
pueblos y ciudades, el Keibodan se cimentó en torno a las anteriores
organizaciones comunitarias de extinción de incendios. Los reclutas varones
tenían entre 18 y 60 años y recibían poca o ninguna remuneración, cubriendo
solo limitados gastos. Si recibieron compensación monetaria los voluntarios que
sufrieron heridas en acción , sin embargo, este sistema se vio severamente
afectado en 1944 y 1945.
El personal de Keibodan estaba
organizado en varias ramas o grupos que desempeñaban diferentes funciones
dentro de la organización. El principal brazo era el Shobobu —arma contraincendios—,
que constituía el 40 por ciento de la fuerza total de la organización. Le
seguía el Keibubu, —arma de vigilancia—, cuyos miembros eran básicamente
policías auxiliares, que constituía el 25 por ciento del Keibodan.
Debido a que las unidades Keibodan se reclutaban localmente, su tamaño podía variar desde tan solo 50 miembros de una pequeña población hasta 5.000 de una gran ciudad. Las unidades Keibodan más grandes generalmente se designaban como divisiones, que luego se dividían en subunidades. Las unidades más pequeñas, designadas como "armas", eran de tipos diferentes. Cada arma fue dividida en escuadrones y el área de reclamación iba determinada por el ámbito de una escuela o distrito policial en particular.
Si dos oficiales de Keibodan
de diferentes distritos entraban en competencia no estaba claro cómo se
comparaban sus rangos en términos jerárquicos. Un oficial podía estar a cargo
de varios miles de hombres, mientras que su colega podía comandar unos pocos
cientos o menos. Según se informa, los brazaletes fueron usados para dejar
claro qué oficial del mismo rango estaba a cargo de una unidad. Al igual que
con todo lo demás en el Keibodan, la proporción del resto de personal
con respecto a los oficiales era flexible, más o menos unas 20 voluntarios por
tres jefes de grupo.
Desde finales de 1944 hasta el
final de la guerra, el Keibodan se concentró en su papel de extinción de
incendios, pero con un equipo deficiente y personal cada vez menor librando de
esta manera una batalla perdida. Tenían pocos vehículos de motor, con berlinas
y motocicletas empleados como improvisados camiones de bomberos. La falta de
transporte significaba que las unidades de Keibodan no podían ayudar a
otras unidades fuera de su distrito por lo que cada grupo tuvo que valerse por
sí mismo. Se desconoce el número exacto de integrantes del Keibodan
estaban en Japón en 1944-45, pero en Tokio en octubre de 1944 había 138.500.
De izquierda a derecha. Voluntaria del grupo de primeros auxilias, Insignia del Keibodan, Voluntario contraincendios y lider de grupo de escuadrón de alarma antiaérea
Dentro del Keibubu había
una serie de ramas a las que se les dieron varias responsabilidades durante los
ataques aéreos de la USAAF. La denominada Chianhan —escuadrones de
pensamiento político— cuyos integrantes debían ocuparse de los propagadores de
rumores antipatrióticos y denunciar cualquier discurso derrotista a las
autoridades. El Kotsu Seirihan —escuadrones de control de tráfico—
tenían la tarea de controlar el tráfico antes, durante y después de los ataques
aéreos. El Fuhatsu Shonhan —escuadrones de bombas sin explotar— se
ocupaban de la evacuación de civiles de las zonas amenazados por bombas sin
explotar en lugar de tratar de desactivarlas. Kanshihan —escuadrones de
observación— se encargaban de la observación aérea y trabajaban junto a los Keihohan
—escuadrones de alarma— que transmitían los avisos de ataques aéreos. Otros
miembros de la Keihohan recorrían las calles en bicicleta, anunciando la
alarma aérea usando megáfonos cuando se disponía de ellos. Los otros dos
escuadrones relacionados con los ataques aéreos eran los Toka Kanseihon
—escuadrones de control ligero—, que se ocupaban de que se cumplieran las
restricciones de apagado de luces, y los Kosakshihan —escuadrones de
trabajo—, que ayudaron a despejar los escombros después de un ataque aéreo. Se
esperaba que los Yudohan —escuadrones de guías— dirigieran a los civiles
lejos de las zonas bombardeadas o guiarlos hasta los refugios antes de un
ataque aéreo.
Algunas ciudades japonesas no
sufrieron el mismo nivel de bombardeos que otras; por ejemplo, Kioto fue
bombardeada con relativa ligereza. La ciudad tenía un total de 140 unidades Keibodan,
con 9.700 voluntarios organizados en grupos que podrían tener tan solo 50
miembros cada uno. Estas unidades Keibodan más pequeñas y conjuntadas
disponían de un líder cada una y uno o dos líderes asistentes y se dividían en
tres armas: vigilancia, incendios y primeros auxilios. Las grupos de vigilancia
tenían 20 miembros distribuidos en dos o tres escuadrones, mientras que los
grupos contraincendios tenían el mismo número de efectivos, pero el número de
escuadrones por unidad dependía de la disponibilidad de motobombas. Los
escuadrones de primeros auxilios de las unidades más pequeñas tenían sólo diez
miembros y se les daba la responsabilidad extra de actuar contra posibles
ataques de gas.
Fuente principal. The Japanese Home Front, 1939-45 Editorial Osprey
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