Por lo tanto, el 27
de enero de 1940, Hitler rechazó un intento inicial de plan bastante deficiente
por parte del OKW, llamado Studie Nord y ordenó uno nuevo estudio, desarrollado
en mayor profundidad, dándole el nombre clave de Weserubung. Un mes más tarde, se establecieron
los objetivos de la operación y se fijó el inicio de la operación antes del
comienzo de la invasión de Francia y los Países Bajos (nombre clave Fall Gelb o
'Caso amarillo').
Una vez que se tomó la
decisión de ocupar Noruega, Dinamarca desafortunadamente también entró en el
plan de invasión debido a la necesidad de utilizar los aeródromos de Alborg, en
el norte de Jutlandia. El alto mando de Luftwaffe también favoreció la
ocupación del país para ampliar más hacia el norte, la magnitud de su cinturón
de defensa aérea. En ese momento, el sistema de defensa aérea alemana terminaba
en Helgoland, Sylt y algunos aeródromos en Schleswig. Era fácil para los bombarderos
de la RAF eludir este sistema defensivo y rodeando la red de alerta aérea al volar hacia el
norte, y de esta forma amenazar las importantes ciudades de Hamburgo y Kiel y
quizás incluso Berlín, dando muy poco tiempo de reacción para los interceptores
de Luftwaffe.
De esta forma, los
tres servicios de las fuerzas armadas alemanas tenían interés en ver Noruega y Dinamarca dentro la
órbita del Reich. Es lógico, que con estas motivaciones de las tres armas, la
campaña fuese llevada a cabo por los alemanes y acabase por ser la única
campaña planeada casi exclusivamente por el Cuartel General de la Wehrmacht.
Cinco días después del incidente del Altmark,
Hitler ordenó la planificación detallada para que Weserubung fuese ejecutado con
urgencia.
La Directiva del 1º
de marzo Hitler cambiaba el plan alemán dando una importancia aun mayor. Dicha
Directiva formalmente establecía el estado mayor de planificación operacional,
conocido como Gruppe XXI, y comenzaba a ir cumplimentado los detalles de la
operación.
Nikolaus von Falkenhorst, general al mando de la operación.
El plan final se
basaba en "acciones audaces y
sorpresa de ejecución" a la hora de atacar simultáneamente con los
elementos más ligeros de las tres divisiones del ejército alemán, transportados
mediante casi todos los buques de guerra disponibles, y la ocupación de los
cinco principales puertos de Noruega - Oslo, Kristiansand, Bergen, Trondheim y
Narvik - mientras otras dos divisiones de infanteria cruzarían la indefensa
frontera y los pequeños canales de Dinamarca.
La mayor amenaza para
los movimientos iniciales se hallaba en la actuación de la Royal Navy y la RAF,
especialmente en contra de los dos grupos de asalto que se dirigían a Narvik y
Trondheim. Cubriendo estos grupos solo se hallaría un único escuadrón de
batalla de la Kriegsmarine, con los cruceros acorazados Gneisenau y
Scharnhorst. A la hora señalada, los dos grupos de asalto se separarían hacia
sus respectivos objetivos y desembarcarían tropas de montaña especialmente
entrenadas en ambos puntos estratégicos del norte de Noruega. Las ligeramente
armadas unidades Gebirgsjäger podrían reforzarse con armamento pesado y
suministros que seis cargueros transportarían poco después de la llegada de
estos elementos de asalto.
En el mar, toda la
operación estaría vigilada por 28 submarinos, cerca de dos tercios de las
unidades disponibles, situadas en el Mar del Norte y las costas noruegas.
Oslo debía ser
ocupada gracias a un asalto aerotransportado en el campo de aviación de Fornebu
y también por la infantería de marina del más potente Marine Gruppe. Tras el
desembarco, las naves de carga alemán restantes debían seguir transportando
vitales refuerzos a través del Kattegat. Los soldados desembarcados avanzarían
desde Oslo hacia la parte sur del país.
Además de los asaltos
aéreos, la Luftwaffe debía proporcionar cobertura aérea defensiva, ataques
contra buques enemigos y apoyo aéreo a las fuerzas de tierra. Una vez quelas bases aéreas estuviesen aseguradas, la
Luftwaffe establecería un puente aéreo que proporcionaría los elementos más
críticos para la expansión de las fuerzas de tierra. Los cazas debían llegar a
Noruega para establecer la superioridad aérea local y los bombarderos en picado
seguir a la flota británica y atacarla.
Dinamarca seria
invadida por simultáneos ataques terrestres a través de Jutlandia y por un
asalto aerotransportado que aseguraría los vitales aeródromos de Alborg así
como un ataque sorpresa en el puerto de Copenhague por fuerzas de infantería
desembarcadas desde navíos auxiliares que llegarían durante la noche.
El plan alemán era
extremadamente complejo, ya que requería la estrecha coordinación y
sincronización exacta por casi todos los elementos de las distintas unidades
para asegurar los objetivos iniciales. También era estrechamente
interdependiente, porque cada fuerza - por tierra, mar o aire – debía conseguir
su objetivo de manera oportuna o correr el riesgo del fracaso de toda la
empresa.
Tropas germanas desembarcando desde el crucero pesado Admiral Hipper
La invasión de
Dinamarca y sobretodo Noruega puede considerarse sin duda alguna como la operación
de mayor magnitud llevada a cabo por la Wehrmacht en la que intervinieron de
forma conjunta las tres armas de las fuerzas armadas alemanas de forma
significativa, es decir, tanto el Heer, la Kriegsmarine como la Luftwaffe,
tuvieron un papel primordial y ninguna estuvo subordinada a otra. Es cierto que por peso numérico, la anterior invasión
de Polonia y el inminentemente posterior ataque sobre Francia fueron
operaciones nada comparables a Weserübung pero el trabajo del OKW encajando y
planificando todos los movimientos es encomiable. Desembarcos marítimos de
tropas de infantería, desembarcos aéreos de Fallschirmjäger, presencia de
coberturas aéreas sobre tropas terrestres y buques, intervención de tropas de
elite de montaña o Gebirgsjäger hacen de la invasión de Noruega un episodio de estudio más que interesante.
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