Masacre de Gardelegen
Tropas norteamericanas encuentran los cadáveres dentro del granero de Gardelegen
En 1945, cuando las tropas aliadas penetraron en la Alemania nazi, las tropas SS comenzaron a evacuar a los prisioneros de los campos de concentración hacia áreas de retaguardia en el interior del Reich mediante las denominadas marchas de la muerte. Era parte de un esfuerzo desesperado en mantener el esfuerzo bélico y evitar que los reclusos cayeran en manos enemigas, donde podrían testificar contra sus perseguidores.
Después de que el Ejército de los
Estados Unidos cruzara el río Rin y se adentrara en Alemania, la administración
del campamento de las SS en Dora-Mittelbau ordenó la evacuación de los
prisioneros del campo principal y varios de sus subcampos satélite los días 3 y
4 de abril. El objetivo era trasladar a los reclusos en tren o a pie a los
campos de concentración de Bergen-Belsen, Sachsenhausen o Neuengamme. En
cuestión de días, 4.000 internos de Dora-Mittelbau, sus campamentos satélites y
el subcampo Neuengamme llegaron a la zona de Gardelegen, a 145 km al oeste de
Berlín. Allí tuvieron que bajar de los vagones de carga porque los trenes no
podían avanzar más debido a los daños en las líneas ferroviarias producidos por
diversos ataques aéreos.
Ampliamente superados en número
por los prisioneros, los guardias de las SS comenzaron a reclutar fuerzas
auxiliares del departamento local de bomberos, la fuerza aérea, el Volkssturm,
las Juventudes Hitlerianas y otras organizaciones con el fin de vigilar a los
reclusos. El 13 de abril, menos de un mes del final de la Segunda Guerra
Mundial, más de mil prisioneros, muchos de ellos enfermos y demasiado débiles
para marchar más lejos, fueron trasladados de la ciudad de Gardelegen a un gran
granero situado en la finca Isenschnibbe y obligados a entrar dentro del
edificio. Los guardias cerraron las puertas y prendieron fuego a la paja
previamente empapada de gasolina.
A medida que el calor y las
llamas se expandían dentro del edificio, los prisioneros trataron de escapar de
la conflagración cavando bajo las paredes del granero. Los que lo consiguieron
fueron asesinados por los guardias. Al día siguiente, las SS y los auxiliares
locales regresaron para deshacerse de las pruebas de su crimen. Planearon
incinerar lo que quedaba de los cuerpos y el granero, y matar a cualquier
sobreviviente del incendio. Sin embargo, el rápido avance de la 102ª División
de Infantería impidió que las SS y sus cómplices llevaran a cabo completamente
este plan.
Cuerpos de prisioneros que intentaron escapar por debajo de las paredes del granero
El 14 de abril, la compañía F del
2/405º Rgt. de la 102ª División entró en Gardelegen y, al día siguiente,
descubrió la atrocidad. Encontraron los cadáveres de 1.016 prisioneros en el
granero todavía en llamas y en cercanas zanjas, donde las SS arrojaron los
restos carbonizados. También entrevistó a varios de los prisioneros que habían
logrado escapar del fuego y los disparos. En pocos días, los fotógrafos del
Cuerpo de Transmisiones del Ejército de los Estados Unidos llegaron para
documentar el crimen nazi y el 19 de abril de 1945, la historia de la masacre
de Gardelegen comenzó a divulgarse en la prensa occidental. Ese día, tanto el New
York Times como The Washington Post publicaron informes sobre la
masacre, citando a un soldado estadounidense que declaró:
Nunca antes estaba tan seguro de
por qué estaba luchando. Antes de esto habría dicho que esas historias eran
propaganda, pero ahora sé no lo eran. Ahí están los cuerpos y todas esas
personas están muertas.
El 21 de abril de 1945, el
comandante de la 102ª ordenó a los habitantes de la ciudad de Gardelegen, entre
200 y 300, dar a los prisioneros asesinados un entierro apropiado. En los días
siguientes, los civiles alemanes recuperaron 430 cuerpos del granero y
exhumaron 586 cuerpos de las zanjas adyacentes y les dieron sepultura a cada
uno en una tumba individual. El 25 de abril, La 102ª División realizó una
ceremonia para honrar a los muertos y erigió una placa conmemorativa a las
víctimas, que afirmaba que los habitantes de Gardelegen tienen la
responsabilidad de que las "tumbas se mantengan para siempre impecables
como el recuerdo de estos desafortunados se mantendrá en el corazón de los hombres
amantes de la libertad en todas partes". También el 25 de abril, el
coronel George Lynch se dirigió a civiles alemanes en Gardelegen con la
siguiente declaración:
Se le ha contado al pueblo
alemán que las historias de atrocidades por parte e de los alemanes eran
propaganda aliada. Aquí, pueden verlo por sí mismo. Algunos dirán que los nazis
fueron responsables de este crimen. Otros señalarán a la Gestapo. La
responsabilidad no recae en ninguno de los dos, es responsabilidad del pueblo
alemán... Su supuesta Raza Superior ha demostrado que es la dueña sólo de
crimen, crueldad y sadismo. Han perdido el respeto del mundo civilizado.
El descubrimiento de la masacre
parece que fue tan solo por casualidad. El consenso es que el teniente
estadounidense Emerson Hunt, un oficial de enlace entre el cuartel general de
Ozark y el 701º Batallón de Tanques fue capturado por las fuerzas alemanas el
14 de abril de 1945. El teniente Hunt engañó a las fuerzas alemanas que
defendían la ciudad de Gardelegen haciéndoles creer que los tanques
estadounidenses se acercaban a la ciudad, lo que llevó al comandante alemán a
rendirse a las fuerzas estadounidenses. Los americanos llegaron al lugar antes
de que los alemanes tuvieran tiempo de enterrar todos los cuerpos. El teniente
coronel Edward E. Cruise, Oficial Investigador del Departamento de Crímenes de
Guerra del 9º Ejército, llevó a cabo la investigación.
Gardelegen es ahora un monumento
nacional.
Cementerio Militar de Gardelegen
Aquí se encuentran 1016
prisioneros de guerra aliados que fueron asesinados por sus captores. Fueron
enterrados por ciudadanos de Gardelegen, a quienes se les acusa de la
responsabilidad de que las tumbas se mantengan siempre impecables, así como el
recuerdo de estos desafortunados se mantendrá en los corazones de los hombres
amantes de la libertad en todo lugar.
Establecido bajo la supervisión
de la 102ª División de Infantería. El vandalismo del Ejército de los Estados
Unidos será castigado con las penas máximas bajo las leyes del gobierno
militar. Frank A. Keating, Mayor
General, Mando U.S.A.
En una ceremonia realizada el 15
de septiembre de 2020, 75 años después de la masacre de Gardelegen, el
presidente alemán Frank-Walter Steinmeier dijo que tras un resurgimiento del
"pensamiento autoritario y nacionalista" subrayó la importancia de un
nuevo recordatorio a las víctimas. "La masacre que se produjo aquí en
Gardelegen fue una de las últimas", dijo Steinmeier en presencia de dos
sobrevivientes. "Es esencial que lo recordemos. Que salvaguardemos la
memoria de crímenes de los que muchos alemanes, aún hoy, no saben nada",
dijo Steinmeier, señalando que los nazis "mataron hasta el último
minuto" de la guerra. Steinmeier también lamentó que pocas personas se
enfrentaron a juicio por los crímenes cometidos en la fase final de la guerra,
diciendo que era "vergonzoso" que Gerhard Thiele, un líder local del
partido nazi acusado de dar la orden de incendiar el granero, escapara a la
acción de la justicia.
Fuente y fotografias
https://www.jewishvirtuallibrary.org/massacre-at-gardelegen-april-1945
https://en.wikipedia.org/wiki/Gardelegen_massacre
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