Aviones torpederos en Rumanía.
Al inicio de la Segunda Guerra
Mundial, Rumania disponía de un puñado de aviones torpederos. La circunstancia
no era llamativa ni dejaba de serlo. Si bien es cierto que Rumania tiene 220
km. De costa, esta da a un mar interior con un solo vecino que podría
considerarse como potencial enemigo, la URSS, quien a su vez tampoco posee en
dicho mar una flota ni mucho menos imponente. Esta situación de escasez de
aviones torpederos se mantendría casi inalterada durante el transcurso de la
contienda.
Hidroavion Savoia_Marchetti S.55
En los años 30 se compraron al
gobierno italiano siete hidroaviones Savoia-Marchetti S.55 variando las fechas
de entrega según los historiadores; así Axworthy señala que seis hidroaviones
fueron entregados a principios de 1931 y el restante en el verano del 36
mientras Bernard y Roba informan que la adquisición de los aviones fue en 1933.
Sea como sea, a principios de 1939 son siete los torpederos presentes y activos
en las fuerzas a eras de Rumania, concretamente formando la “Escadrila S.55” que posteriormente fue
denominada “Escadrila 102
Hidro-informatie si Bomdardament”, más o menos 102º Escuadrilla de Hidro Reconocimiento
y Bombardeo que en el verano de 1941 participo en el ataque a Rusia bajo el
mando de Capitan Aviatore Constantin
Afenduli.
No está documentado con certeza
que los hidroaviones S.55 realizasen alguna misión de ataque con torpedos
durante la guerra pero cabe reseñar que ya en 1941 se habían quedado tan
obsoletos que su capacidad operativa se había restringido notablemente, debido
también a su escasa fiabilidad mecánica que limitaba su autonomía a tan solo
patrullas de no más de veinte millas alejadas de la costa. De hecho los pocos
casos de misiones de combate certificadas se dieron en ataque s con cargas de
profundidad de 50 kilos contra submarinos. Sin embargo cuando más adelante
buques de guerra soviéticos bombardearon Constanza, que se hallaba dentro del
área operativa de los Savoia-Marchetti S.55 no existe ninguna evidencia de
cualquier ataque con torpedos por parte de los aviones rumanos.
En agosto de 1941, varios de
estos hidroaviones fueron retirados debido sobre todo a sus irremediables reparaciones por lo que
en marzo de 1942 solo tres aviones quedaban en servicio, bajando esta cifra a
cero en enero de 1943. Algunas fuentes sugieren que una unidad pudo seguir
operativa en 1944 pero si así fuese su uso habría sido limitado a tareas de
entrenamiento o similares y sin entrar en ninguna lista oficial de unidades en
servicio regular, por lo menos después del final de año 1942.
Respondiendo a las peticiones
rumanas de un bombardero-torpedero, las autoridades alemanas entregaron doce
bombarderos Heinkel He 111H-6 al comienzo del año 1942 entrando en servicio
como “Escadrila 78 Bombardament Maritim”. Una vez más, no hay constancia
fehaciente si este escuadrón utilizó torpedos en alguna misión, aunque si se
dieron ocasiones donde fueron equipados con tales artefactos aunque a medida
que avanzaba la guerra, el número potencial de posibles objetivos disminuía ya
que los buques de guerra paulatinamente iban abandonando la parte occidental
del Mar Negro desde finales del año 1943. Al mismo tiempo las peticiones de
apoyo bombardeo en el frente del sur de Ucrania llevaron a desplegar la
“Escadrila 78 Bombardament Maritim” en el interior del país. La unidad vio
mucha acción en Besarabia y Moldavia en la primavera y verano de 1944 para
luego volar contra sus antiguos aliados alemanes y húngaros una vez Rumania
cambió de bando. Lógicamente es fácil afirmar que durante este periodo ningún
torpedo fue lanzado por ningún avión de la única unidad rumana de aviación
torpedera.
Heinkel He 111H-6 armado con dos torpedos.
Los esfuerzos por parte de Rumanía por adquirir más
torpederos fueron infructuosos, _ los alemanes declinaron las peticiones del
hidroavión Heinkel He 115 en 1943 así como también ignoraron el interés
mostrado hacia un puñado de Fieseler Fi 167A-O, un bombardero-torpedero biplano
originalmente diseñado para ser utilizado a bordo del inacabado portaaviones
Graf Zeppelín. Por otra parte, Alemania ofreció a Rumanía un lote de 4 docenas
de Latecoere 298, torpedero francés incautado tras la ocupación a finales de
1942 del gobierno de Vichy. A pesar de ya estar anticuado, aun eran aparatos
operativos como torpederos y quizás hubieran demostrado su utilidad si hubiesen
sido entregados, pero por la razón que fuese dicha circunstancia no se produjo.
La presencia o no de los aviones
torpederos anteriormente citados y sus acciones bélicas como tal es un claro
ejemplo de la relación que existió entre Alemania y sus aliados. Cierto es que
Rumania contribuyó de manera notoria al esfuerzo de guerra, sobretodo en cuanto
a infantería y por supuesto el suministro del vital petróleo y sus derivados,
sin embargo circunstancias concretas como disponer de aviones torpederos que si
llegasen a utilizar seria contra una armada casi inexistente podría considerarse
como una distracción del verdadero foco de atención.
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