Batalla de Smolensk. 1ª Parte
En Smolensk durante el verano de
1941, el Ejército Rojo intentó enlentecer el monstruoso avance de la Wehrmacht.
Después de aplastar a los
ejércitos soviéticos de primera línea en brutales batallas de cerco durante las
tres primeras semanas en la frontera, la apisonadora del Grupo de Ejércitos
Centro alemán continuó avanzando más profundamente en territorio soviético.
Estas acciones se engloban dentro de los primeros días de la Operación
Barbarroja, la invasión de la Unión Soviética, que comenzó en junio 22 de 1941.
Las dos puntas de lanza
acorazadas del Grupo de Ejércitos Centro, que actuaron de forma conjunta, eran el
2º Grupo Panzer bajo el mando del General Heinz Guderian y el 3º Grupo Panzer
comandado por el extremadamente capaz general de tanques Hermann Hoth. Su
ofensiva coordinada iniciada el 10 de julio de 1941 desencadenó la denominada
Batalla de Smolensk, una sangrienta lucha alrededor de la antigua ciudad rusa
que duraría dos largos meses.
Las Puertas de Smolensk; puente
hacia Moscú
La ciudad de Smolensk, famosa por
su multitud de iglesias, está situada en un corredor a modo de "puente
terrestre" estratégicamente valioso en el camino a Moscú. Conocidas en
Rusia como las "Puertas de Smolensk", el cuello de tierra de casi 75
km de ancho entre las cabeceras de los ríos Dvina y Dniéper ha sido la ruta de
invasión tradicional desde el centro de Europa hasta el corazón de Rusia. Este
camino fue utilizado, por ejemplo, en el
siglo XVII por el ejército polaco, logrando la captura de Moscú y en 1812, por
Napoleón en su campaña contra Rusia. Incluso en este último caso se libró una
batalla en la propia Smolensk que acabó con el incendio de la ciudad.
En el verano de 1941, esta región
de fértiles tierras agrícolas fue una vez más el escenario de una lucha
titánica. Todavía recuperándose de sus inesperadas derrotas anteriores, el Alto
Mando soviético desplegó apresuradamente una serie de ejércitos en la zona con
la finalidad de proteger este vital sector del frente. Era imperativo mantener
Smolensk a toda costa, logrando de esta manera
el tiempo suficiente para que los estrategas soviéticos pudieran
movilizar y desplegar nuevos ejércitos destinados a la defensa de Moscú.
Para detener la marea de
desastres, el Jefe del Estado soviético Josef Stalin instituyó medidas
draconianas. El 30 de junio, el general Dimitri M. Pavlov, cuyo Frente
Occidental fue aplastado por el Grupo de Ejércitos Centro del Mariscal de Campo
Fedor von Bock, fue llamado a Moscú.
Stalin vio en su figura un conveniente chivo expiatorio a quien culpar
de la serie de derrotas desastrosas, Pavlov fue relevado del mando, sometido a
corte marcial y junto con varios de sus principales subordinados fue ejecutado,
según diversas fuentes, el 22 de julio de 1941.
En su lugar, el 2 de julio,
Stalin envió a uno de los más altos generales del Ejército Rojo, el Mariscal
Semyon K. Timoshenko, para hacerse cargo del Frente Occidental. El
reconstituido Frente Occidental de Timoshenko fue creado a partir de ejércitos
de segundo escalón pertenecientes a las reservas del Alto Mando. Despegados a
lo largo de casi 650 km de frente, desde Idritsa en el norte hasta Rechitsa en el
sur, estaba el 22º Ejército, el 20º Ejercito, 13º y 21º Ejercito. Los
supervivientes del 4º Ejército, que habían llevado a cabo una retirada de
combate desde la frontera, estaban siendo reunidos y reorganizados detrás del
13º Ejército en el área de Krichev.
El general Herman Hoth estuvo al
frente del 3º Grupo Panzer del Grupos de Ejércitos Centro durante la campaña
contra Smolensk en el verano de 1941.
Otros dos ejércitos asignados al
mando de Timoshenko, el 16º y el 19º, se estaban moviendo desde Ucrania en tren
y desembarcando en varias estaciones de ferrocarril alrededor de Smolensk justo
cuando los alemanes lanzaron su ofensiva. Sin embargo, el traslado desde
Ucrania fue difícil, llevado a cabo en una atmósfera caótica de mala
coordinación, gigantescos atascos de tráfico en las estaciones de ferrocarril y
hostigados por los ataques aéreos alemanes. Como resultado, muchos trenes
cargados de tropas y equipamiento llegaron a lugares equivocados, algunos se
desviaron hacia el este debido a las dañadas vías del ferrocarril. Algunas
unidades bajaron del tren sin sus oficiales y equipo, y algunos cuarteles
generales llegaron sin tropas a quien mandar.
Conflictos de estrategias entre
los alemanes.
Ambas bandos actuaron
contrarreloj. El mando soviético enviaba a la acción a las unidades recién
creadas tan pronto como se movilizaban, a menudo prácticamente sin
entrenamiento y mal armadas y equipadas. Al carecer de reservas y con un amplio
frente por cubrir, los ejércitos soviéticos se desplegaron en un solo escalón,
sin ninguna defensa significativa en profundidad. La mayoría de las divisiones
de rifles soviéticas tenían líneas de frente de hasta 24 km, más del doble de
lo que se requería en la planificación anterior a la guerra.
La mayoría de las divisiones de
fusileros de Timoshenko situadas en posiciones delanteras carecían
desesperadamente de equipos especializados, como aparatos de radio y teléfono,
artillería antitanque, transporte y unidades de servicios de apoyo en la
retaguardia. La ofensiva aérea que sufrió la Fuerza Aérea Soviética en las
etapas iniciales de la campaña y la falta de suficiente artillería antiaérea
permitió a la Luftwaffe operar sobre el campo de batalla con virtual impunidad.
La mayoría de los activos mecanizados del Ejército Rojo fueron destruidos en
anteriores combates y por ello los tanques eran escasos para contener avances o
para lanzar contraataques.
Las divisiones acorazadas
alemanas avanzaron rápidamente para rodear a las unidades rusas, ejecutando
gigantes movimientos de pinzas y atrapando a miles de soldados del Ejército
Rojo.
Al mismo tiempo, se estaba
produciendo dentro del Alto Mando alemán una pugna por el carácter de las
operaciones en curso. El dictador nazi Adolf Hitler estaba preocupado con la
idea de no permitir que las fuerzas del Ejército Rojo rodeadas cerca de la
frontera en los bolsas de Bialistok y Minsk escaparan. Exigía que los generales
panzer como Guderian y Hoth frenaran su avance permitiendo que las unidades de
infantería llegaran a estas posiciones y
formaran un doble anillo apretado alrededor de las tropas soviéticas embolsadas
y así asegurar su completa destrucción. Además, durante la primera semana de
julio, Hitler comenzó a considerar detener el avance hacia el este una vez que
se alcanzara las afueras de Smolensk y girar los Ejércitos Panzer del Grupo
de Ejércitos Centro al norte hacia
Leningrado y al sur hacia Ucrania.
Otra facción abogaba firmemente
por continuar el rápido impulso hacia Moscú. El coronel general Franz Halder,
jefe del Estado Mayor alemán, mientras abiertamente apoyaba los planes de
Hitler, alentó tácitamente a continuar con la ofensiva. En su diario de guerra,
Halder escribió el 29 de junio: "Esperemos que los generales al mando de
cuerpos y ejércitos hagan lo correcto incluso sin orden expresa, que no podemos
emitir debido a las instrucciones del Führer al Alto Mando del Ejército".
Guderian, a su vez, vio
claramente que la velocidad era esencial: “Deberían de pasar unos 14 días antes
de que nuestra infantería pudiera llegar a la escena. Para entonces las
defensas rusas serían considerablemente más fuertes. Si la infantería sería
capaz de romper una bien organizada línea defensiva fluvial para que la guerra
móvil pudiera volver a ser posible parece dudoso... Estaba tan convencido de la
importancia vital y de la viabilidad de la tarea que me asignaron, y al mismo
tiempo, tan seguro de la capacidad demostrada y la fuerza de ataque de mi
cuerpo panzer, que ordené un ataque inmediato a través del Dniéper y una
continuación del avance hacia Smolensk". El general Hoth también apoyó la
continuación del avance hacia Smolensk.
Líneas de suministro estiradas
Al planear su ataque contra
Smolensk, el mariscal de campo Gunther von Kluge, al mando temporal de ambos
grupos panzer, tenía la intención de fracturar el Frente Occidental soviético y
aniquilar la mayor parte de sus fuerzas en las ya conocidas batallas de bolsas.
El sector norte de la zona de operaciones de von Kluge se caracterizaba por
extensas marismas, pequeños ríos y terrenos boscosos que no eran favorables
para las operaciones panzer; por lo tanto, el énfasis estaría en el sur, donde
el terreno más abierto era adecuado para maniobras panzer de gran alcance. El
epicentro del ataque alemán se concentró contra el área de la línea Vitebsk –
Orsha – Mogilev.
La captura de Smolensk requirió
un movimiento de pinza típico, bordeando la ciudad desde el norte y el sur y
uniéndose al este, en el área de Yartsevo-Yelnya. El XXXIX Cuerpo Motorizado,
perteneciente al 3º Grupo Panzer de Hoth, atacaría desde Vitebsk a Demidov y,
desde allí, a Yartsevo. El XLVII Cuerpo Motorizado del 2º Grupo Panzer de
Guderian atacaría desde Tolochin, donde Napoleón tenía su cuartel general en
1812, a Orsha y luego a Yelnya. Avanzando en el flanco derecho del grupo de
Guderian, su XLVI y XXIV Cuerpo Motorizado formaron una bolsa más pequeño
alrededor de Mogilev y luego presionaron hacia el sureste, hasta Roslaval.
La debilidad de los planes
alemanes radicaba en el hecho de que las líneas de suministro se estaban
estirando demasiado y los ejércitos de infantería que debían dar apoyo
marchaban a pie El 9º Ejército para Hoth y el 2º Ejército para Guderian,
estaban a más de casi 100 km por detrás de sus hermanos mecanizados de rápido
movimiento. . Esta circunstancia pronto jugaría un papel importante,
permitiendo que muchas de las unidades soviéticas se escabulleran hacia el este
al no poder cerrar las tropas motorizadas completamente los distintos cercos y
pasarlas por alto.
Dos soldados del Ejército Rojo
yacen muertos, uno todavía con su rifle Mosin-Nagant.
Continúa en Batalla de Smolensk. 2ª Parte
Muy interesante. A la historia popular el ejército alemán de la IIGM ha pasado como un ejército mecanizado pero en realidad la mayoría de los soldados iban andando (literalmente) al combate.
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